La
ermita de
San Roque se encuentra detrás de
Valdeavellano, en la zona norte, y hasta allí se hacen las
procesiones del
santo. Es común colocar en sus 'andas' unas espigas de trigo, así como unos racimos de uvas, que para mediados de agosto ya empiezan a 'pintar'. Y luego están las famosas subastas.