" El mundo esta lleno de especies de telas de araña- se estaba diciendo, EL OTRO ABUELO, mientras escribía este cuento. En el mundo hay muchas telas de araña, que atrapan ilusiones, y destruyen, hay hasta quienes hacen de la guerra un oficio... y mientras tanto la riqueza, no va siempre a las manos mas limpias. el hombre se detiene en el dolor, sin pensar el que el mismo puede ser el autor de el dolor. No valora lo suficiente la sabiduría y hasta a las gentes honestas se las da de lado, y, si aplaude, demasiado a menudo las felonías... Deberíamos permanecer, siempre en la inocencia de los niños, sin empujarles, sin darnos cuenta, demasiado pronto a esa especie de consumismo en el que estamos sumergidos: los tendríamos mas cercanos, cuando se hacen mayores: Se estaba diciendo en una especie de soliloquio, el autor de este relato... Pero sigamos. Caminemos al país de la inocencia. vamos a detenernos dese nuestro bosque en el bosque de la ilusión.. e lo utopico de sueños inventados.
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<<< -Le llamaremos "bosquecillo"! eso es bosquecillo, puesto que aparecio, entre matorrales, en medio de una pradera de el bosque-había dicho el abuelo.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo!...- y meses después acudía dando saltos, hasta el lugar de donde procedía la llamada... una pequeña gran felicidad, en las inmediaciones de aquella selva, a igual distancia de la otra- se decía el abuelo, recordando... lo que nunca contaría a la nieta.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo! y el animal, acudía con sus grandes saltos, derribando un día a la pequeña... esta se quedó un instante aturdida, y "bosquecillo" se acercó y con mimo dio a la niña unos empujones con su cabeza, levemente, pensando sin duda que la había lastimado. Como la niña permaneciera quieta, sobre la hierba, estirando su cuello. emitió un extraño berrido, que se extendió por el bosque. La niña intuyó que el ciervo, su amigo, se había asustado, y se incorporó, al instante, pero su amigo parecía enfadado, porque la pequeña despues de el susto se había reído. Y trotó, y trotó hasta el hueco entre zarzales que conducía al bosque... la niña no se había dado cuenta, de que en el bosque resonaron otros berridos.
Entró la niña por el hueco entre zarzales-prohibido por el abuelo- y corrió llamando a su amigo... mucho tiempo, sin que este respondiera a su llamada. El bosque devolvía el eco de su voz, como si el bosque se burlara de su angustia. Caían la primeras sombras en la tarde, y decidió regresar, recordando lo que el abuelo le había dicho:
"! No vayas nunca sola por el sendero, mas allá de los zarzales!"
-! Bosquecillo, se ha perdido en el bosque, abuelito!.- había dicho una vez en la cabaña, arrojándose en brazos de el abuelo, llorando amargamente.
-! Ya nunca volverá abuelito!! ya nunca volverá!.. Me he burlado de el. Y contó al abuelo, lo que había sucedido.
Este, se río también mirando para otro lado para que la niña no se diera cuenta y dijo:
-La Naturaleza sigue su curso. la naturaleza sigue su curso. Repitió como era su costumbre.
Pasaron muchos días. Algunos árboles se habían desprendido de sus hojas... la niña sabía que se aproximaba el invierto. Y, este llegó y con el sus nieves. Con la nieve, días y días de viento frío que hacia a veces temblar la frágil cabaña. apenas hablaban, nieta y abuelo. este solo había dicho:
-! Tal vez, venga cuando los campos anuncien la Primavera!
-La primavera-pesaba la niña, mientras recordaba, el día de las flores, el día que el cervatillo la miraba de sus ojos grandes y tristes.
El bosque, se llenaba de los ruidos y silencios de siempre. Los pájaros cantaban sobre todo al amanecer y revoloteaban sobre loas copas de los árboles cercanos. La niña paseaba, su tristeza, de casa al huerto de el abuelo y de este a casa...
Un día. en que el abuelo, había llevado el ganado al lado opuesto, se acerco, hasta los zarzales. meditó unos segundos, y decidió aventurarse sendero adelante. poco después estaba. en la pradera de las flores. Ese día no se detuvo en ellas. Llamó y llamó. solo a lo lejos, escucharía, unos berridos roncos, muy diferentes a los de "bosquecillo".
´! Bosquecillo!! Bosquecillo!...-gritó muchas veces, tanto que algunas aves huyeron asustadas. Luego silencio. El miedo se apoderó de ella: las sombras anunciaban la proximidad de la noche. Hecho a correr, buscando la senda, que la llevara a la cabaña. Lloraba: lloraba como nunca había llorado. se había perdido: no sabía volver... y pensava en los consejos de el abuelo:
-"En el bosque acechan peligros. Ninca bayas al bosque sola...2
! Un ruido a sus espaldas! A lo lejos, dos bultos que le parecieron enormes, corría hacia ella. se puso a correr con todas sis fuerzas. Tropezó. Cayó y cerro los ojos paralizada por el miedo... las fieras de las que le había hablado el abuelo, estaban junto a ella, cerro los ojos y... algo frío y húmedo sintió en su cara... luego un lastimero berrido: abrió los ojos.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo!- Repetía riendo y llorando a la vez mientas abrazaba su cuello, mientras acariciaba su cabeza... grande, muy grande, su amigo había crecido mucho.
- ¿Pero y el otro ciervo? ¿quien era y porque estaba, el otro ciervo con bosquecillo? Pero los gestos de este que ya les conocía, indicaban que le siguiera,: así lo hizo, y... cuando ya la luz de el día se marchaba hasta la mañana siguiente, se vio caminando abrazado al cuello d su amigo. el otros ciervo, receloso les seguía a lo largo de el sendero. Atravesaron el Zazál y...! El abuelo! el abuelo les esperaba: Las sombras de la noche, no permitieron viera en el abuelo su mirada severa. Solo dijo:
-Nunca mas desobedezcas a los mayores... Y mientra miraba al otro animal de reojo y su vientre abultado, solo dijo una vez mas:
-! La naturaleza sigue su curso!
LIBERTAD.
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