Es obvio, que entre todos los pueblos el que está mas cerca es aquel en el que nací. Si que siento gran tristeza, que al contrario que otros muchos pueblo, sea poco frecuentado, con la cantidad de descendientes, de este mi pueblo, que queramos o no, nuestros antepasados, forjaron su historia.
Fui niño, con ausencia de reyes magos. Sea mejor dicho, llegaron tarde, mal y nunca. como diría mi abuela, la que habitaba en la Calle del Horno
Hoy, como otros días, amanezco, con un "cuento" muy cercano a la realidad, que
cada cual saque sus conclusiones.
EL COMETA.
<<<El cometa jugaba con el viento y el viento con el cometa. Sobre la arena de la playa un niño tiraba del hilo ajeno a que un viajero le observaba
mientras pensaba que el también fue niño... de eso, hoy hace mas de medio siglo.
El viajero: nuestro viajero, venía de entre dunas y silencios, y esa soledad, bajo cielos estrellados, como no conociera otros.
Sin duda el corazón del niño latía alimentado por ese gozo de los niños en su inocencia, cuando se creen todo lo que les cuentan los mayores.
No había mas cuerda. El cometa pedía mas altura como si quisiera explorar las profundidades del Cielo y querer quedarse para siempre.
El hombre solitario y madrugador de aquella playa, había dormido mal, tal vez porque venía de la costumbre de dormir sobre un lecho de arena. Una mujer a cuanto hacía el pequeño. y algún turista, de esos pálidos, que como el viajero se decía hablan de cualquier manera, poblaban la playa. Sin duda, en lo alto, ráfagas fuertes de viento, hacían que el cometa, oscilara de un lado para otro tirando de la cuerda hasta el límite que hizo caer al niño, que era arrastrado por la arena. El viajero, a grandes zancadas, corrió en ayuda del niño, que no soltaba la cuerda, atrapanmdo el hilo...
-Suelta la cuerda hijo! -gritó la mujer.
Pero el pequeño no quiso soltar su preciado tesoro. Incluso reía divertido y mirando al viajero, diría:
-! Gracias señor! Es mi regalo de reyes ¿sabe?
-Era su empeño. Ha soñado mucho tiempo con este día_ decía la mujer a espaldas del viajero, mientras este tiraba de la cuerda del cometa que se resistía a abandonar las alturas; oscilando de un lado para otro como si quisiera escaparse.
-seguramente, allá arriba, hay muchos niños que se marcharon sin haber tenido jamás un juguete- decía el viajero. ¿Sabes que cuando yo era pequeño casi ningún niño tenía juguetes, fueran o no obedientes y aplicados es sus estudios? ¡Sabes que apenas si tenían libros...?
-Ël ha sido estudioso y un niño bueno -dijo- la mujer. El viajero supo desde el primer momento que aquella señora era su madre.
-Yo quisiera ser cometa, mucho tiempo, y trepar y trepar a las alturas. Quisiera ver desde lo alto el mar y los campos. ¿Que se sentirá allá arriba?
-Silencio y paz-respondió el viajero, que algo si sabía de... alturas. Y continuó: Allá arriba esta la mas hermosa soledad del silencio;: ves como las nubes blancas se quedan atrás, mientras la tierra se acerca. las niubes parecen angeles de blancas alas, Y seguramente que son ángeles de alas blancdas que vigilan a los niños, y seguro seguro que si son malos se entristecen, Y si son buenos, obedientes y aplicados tengo la impresión de que hablan con San Pedro, y este anota en su libro grande, que niño o no merece ser recompensado.
- ¿Y todos los niños son premiados?- Se apresuró a preguntar el pequeño.
-Pues... verás: algunos, pienso que demasiados, por uno u otro motivo, se quedan sin juguetes... supongo que como hay tantos niños, y san pedro tiene mucha tarea... pero bueno, eso lo entenderás cunado crezcas...
El viajero y la mamá del niño se miraron: había en su mirada una complicidad de la que los niños no entienden.
- ¿Que te parece si elevamos de nuevo el cometa acoplado una nota, para que en años venideros, no se quede ningún niños sin juguetes?
-! Sea! - Exclamó el viajero.
Y elevaron, viajero y niño el cometa que quería elevarse mas y mas...
-! Mira mamá ahora se ha quedado quito!
-Seguramente -dijo el viajero- los ángeles de alas blancas, han cogido tu mensaje...! Mira, ahora se mueve, nos está diciendo que lo bajemos!
Y tiraron de todas sus fuerzas. Poco después, el cometa yacía quito a sus pies.
El pequeño buscó la nota, esta no estaba. Sonrió satisfecho
Seguramente San Pedro está tomando ya buena nota del mensaje- Dijo el viajero.
Y el viajero, nuestro viajero; despertó de pronto. Todo había sido un sueño: se había quedado dormido en la arena. La mujer y el niño habían desaparecido, y solo algunos turistas, de piel pálida o tostada, habitaban la playa... sin embargo
si que en las alturas el viento jugaba con un comenta y este con el viento...
Algunos niños jugaban en la arena. El viajero sintió tristeza, al no encontrar entre los niños, el niño de su cuento.>>>
libertad.
Fui niño, con ausencia de reyes magos. Sea mejor dicho, llegaron tarde, mal y nunca. como diría mi abuela, la que habitaba en la Calle del Horno
Hoy, como otros días, amanezco, con un "cuento" muy cercano a la realidad, que
cada cual saque sus conclusiones.
EL COMETA.
<<<El cometa jugaba con el viento y el viento con el cometa. Sobre la arena de la playa un niño tiraba del hilo ajeno a que un viajero le observaba
mientras pensaba que el también fue niño... de eso, hoy hace mas de medio siglo.
El viajero: nuestro viajero, venía de entre dunas y silencios, y esa soledad, bajo cielos estrellados, como no conociera otros.
Sin duda el corazón del niño latía alimentado por ese gozo de los niños en su inocencia, cuando se creen todo lo que les cuentan los mayores.
No había mas cuerda. El cometa pedía mas altura como si quisiera explorar las profundidades del Cielo y querer quedarse para siempre.
El hombre solitario y madrugador de aquella playa, había dormido mal, tal vez porque venía de la costumbre de dormir sobre un lecho de arena. Una mujer a cuanto hacía el pequeño. y algún turista, de esos pálidos, que como el viajero se decía hablan de cualquier manera, poblaban la playa. Sin duda, en lo alto, ráfagas fuertes de viento, hacían que el cometa, oscilara de un lado para otro tirando de la cuerda hasta el límite que hizo caer al niño, que era arrastrado por la arena. El viajero, a grandes zancadas, corrió en ayuda del niño, que no soltaba la cuerda, atrapanmdo el hilo...
-Suelta la cuerda hijo! -gritó la mujer.
Pero el pequeño no quiso soltar su preciado tesoro. Incluso reía divertido y mirando al viajero, diría:
-! Gracias señor! Es mi regalo de reyes ¿sabe?
-Era su empeño. Ha soñado mucho tiempo con este día_ decía la mujer a espaldas del viajero, mientras este tiraba de la cuerda del cometa que se resistía a abandonar las alturas; oscilando de un lado para otro como si quisiera escaparse.
-seguramente, allá arriba, hay muchos niños que se marcharon sin haber tenido jamás un juguete- decía el viajero. ¿Sabes que cuando yo era pequeño casi ningún niño tenía juguetes, fueran o no obedientes y aplicados es sus estudios? ¡Sabes que apenas si tenían libros...?
-Ël ha sido estudioso y un niño bueno -dijo- la mujer. El viajero supo desde el primer momento que aquella señora era su madre.
-Yo quisiera ser cometa, mucho tiempo, y trepar y trepar a las alturas. Quisiera ver desde lo alto el mar y los campos. ¿Que se sentirá allá arriba?
-Silencio y paz-respondió el viajero, que algo si sabía de... alturas. Y continuó: Allá arriba esta la mas hermosa soledad del silencio;: ves como las nubes blancas se quedan atrás, mientras la tierra se acerca. las niubes parecen angeles de blancas alas, Y seguramente que son ángeles de alas blancdas que vigilan a los niños, y seguro seguro que si son malos se entristecen, Y si son buenos, obedientes y aplicados tengo la impresión de que hablan con San Pedro, y este anota en su libro grande, que niño o no merece ser recompensado.
- ¿Y todos los niños son premiados?- Se apresuró a preguntar el pequeño.
-Pues... verás: algunos, pienso que demasiados, por uno u otro motivo, se quedan sin juguetes... supongo que como hay tantos niños, y san pedro tiene mucha tarea... pero bueno, eso lo entenderás cunado crezcas...
El viajero y la mamá del niño se miraron: había en su mirada una complicidad de la que los niños no entienden.
- ¿Que te parece si elevamos de nuevo el cometa acoplado una nota, para que en años venideros, no se quede ningún niños sin juguetes?
-! Sea! - Exclamó el viajero.
Y elevaron, viajero y niño el cometa que quería elevarse mas y mas...
-! Mira mamá ahora se ha quedado quito!
-Seguramente -dijo el viajero- los ángeles de alas blancas, han cogido tu mensaje...! Mira, ahora se mueve, nos está diciendo que lo bajemos!
Y tiraron de todas sus fuerzas. Poco después, el cometa yacía quito a sus pies.
El pequeño buscó la nota, esta no estaba. Sonrió satisfecho
Seguramente San Pedro está tomando ya buena nota del mensaje- Dijo el viajero.
Y el viajero, nuestro viajero; despertó de pronto. Todo había sido un sueño: se había quedado dormido en la arena. La mujer y el niño habían desaparecido, y solo algunos turistas, de piel pálida o tostada, habitaban la playa... sin embargo
si que en las alturas el viento jugaba con un comenta y este con el viento...
Algunos niños jugaban en la arena. El viajero sintió tristeza, al no encontrar entre los niños, el niño de su cuento.>>>
libertad.