VALFERMOSO DE TAJUÑA: La historia comienza, una tarde cualquiera, en un lugar...

La historia comienza, una tarde cualquiera, en un lugar preciso. Puede que la memoria confunda fechas,, adelante o hacia atrás. Si sucedieron los hechos en estos mismos lugares en que un mal día, cuando apenas andaba aquel niño, le nació una noche en plena madrugada.
Sucedió en un pueblo alcarreño, lugar desde donde el horizonte es inmenso. En un pueblo de casas grises (entonces) apiñadas sobre la torre de ladrillo rojizo.
<<<Venía el muchacho, azada al hombro, repasando no muy lejanas memorias, en esos mismos lugares, hoy cubiertos de nieve... Arrastrando ñas molestas albarcas, por la cuesta de "El Val" o tal vez la del huerto del cura (la memoria sufre los envites del tiempo) hasta ganar la llanura ondulada, ya muy cerca del pueblo. Hace un alto en el camino. Su mirada se posa en el castillo, mientras se hacia cálculos de su historia: la historia de aquellos hombres que lo construyeron: la historia de sus moradores, sin duda guerreros... mientras las yuntas a cada mañana, pasarían delante sin apenas mirar a aquella mole que se levantaba, piedra a piedra, sobre la tierra roja. Se decía, como serían y como vivirían sus antepasados... y desvió su mirada a "La rechuela": creyó ver repetidas voces confusas. Ruido de motores, que remontaban las muchas curvas, y... ser aupado por los soldados hasta el arrabal. Percibía hoy, sus miradas tristes... luego se marcharían para siempre... cuando algunos dejraron de llorar largas
ausencias.
! Hola!
Era el "tío Ñ... "El tío Ñ... era un hombre mayor, dicharachero y simpático; sobre todo era amigo de los niños. No se enfadaba nunca.
-Vengo de observar muchacho que estas sumido en reflexiones: ¿Se puede saber en que pensaba el muchacho?
-Pues... ¿Sabe? Pensaba en muchas cosas. Pensaba en fechas muy lejanas y en otras muy cercanas...
-! Cuenta, cuenta!- decía el "Tio Ñ... mientras se desprendía del macuto, ya sobado y mugriento que colgaba de su espalda.
Pensaba en las generaciones que nos precedieron, en quienes edificaron el castillo. Pensaba (puso su su mirada en el macuto) en aquellos hombres, que llegaron por ahí (hizo un gesto de su mano) por "La revuelta el Zapata" y que nos montaban en los camiones...
-Eso ya pasó gran mozo. Veo que tienes excelente memoria...
-Es que... Mire,"tío Ñ..." es que por mas que pregunto, sobre, aquello, todo el mundo cambia de conversación. Hasta mi abuela, que solo me dice: Ya aprenderás. ya aprenderás...
Verás muchacho: hay coas que las personas mayores, no saben, no pueden o no quieren explicar... A medida de que vayas creciendo, sacarás tus propias conclusiones. Y ahora, vamos, se oyen voces de niños en la plaza, seguro que te reunirás con ellos.
Calló. Ya pasado El arrabal, donde hoy se levanta un hermoso parque, justo a la altura de la morera que apenas levantaba dos metros, con un! hasta mañana! "ElTío Ñ... se perdió entre las casas del pueblo.
El muchacho se asomó a la plaza: no supo porqué, pero no tenía ganas de jugar. Si se fijó en las vigas, contra las tapias de la plaza... detrás de ellas, unos pocos años antes, los soldados, arrojaban los restos de comida, Le preguntaré a la abuela- se dijo- y ya en el portal rocoso y sombrío. llamó: la abuela no estaba. pensó estaría dando de comer a las gallinas, estas ya dormían sobre el alero. La abuela no estaba. Tal vez esté en el postigo, se asomó a lo que quedaba de la muralla: nada.
! La muralla! exclamó el muchacho.! Lo que quedaba de La Muralla, justo enfrente de la piedra gorda...!! que cosas, retiene la memoria de un niño! Allí, unas piedras desprendidas, servían de escalones y atajo hasta "El Pilarejo. donde "El tío J... sembraba zanahorias. Allí mismo un hombre con una gran barba, portaba un artefacto, con un mango de madera. y mientras lo lazaba lejos, entre el ruido de la explosión en el camino que lleva a la curva de la carretera, dijo: Este mal recuerdo, me sobra, y espero (estaba dirigiéndose a los niños que había a su lado) no uséis jamás "juguetes" tan ruidosos.
El muchacho de nuestro cuento, entendió y no tuvo necesidad alguna de preguntar a su abuela, que en ese momento salía de la tienda de "Tío Espartero. Portaba unas naranjas que sin duda había cambiado por los huevos de las gallinas.<<<
El protagonista de nuestra historia se hizo mayor, y una l noche, en un lejano lugar, entre la niebla, el silencio, y la soledad, en un Cielo sin estrellas, cuando extraños ruidos sonaban entre los matojos, que con la niebla parecían moverse, acarició una de esos artefactos de los cuatro que llevaba colgados del pecho. Se acordó e el hombre de la barba. Se acordó de su pueblo. Se acordó de los hombres y se dijo:
¿Porque los hombres se dejan arrastrar por la locura?
MONEDERO.