VALFERMOSO DE TAJUÑA: Aquí, en este lugar, donde alguien, tuvo la feliz idea...

Aquí, en este lugar, donde alguien, tuvo la feliz idea de crear este hermoso parque, se gestó lo que hoy es solo un relato. En este lugar, y lo que es todo lo que ocupa el parque, se encontraban los "muladares", que no era otra cosa, que donde se depositaban los excrementos de las mulas: de ahí su nombre... supongo. No se. si allí, conmigo se encontraba, alguno de los Marianos de mi grupo de niños... en todo caso, de los hechos que conserva mi memoria... en este, un grupo de soldados, limpiaba sus armas. Yo estaba allí, alcanzando piezas de un artilugio, que a los niños de entonces nos divertía. Y si recuerdo este hecho y lo relato es porque, años después, yo mismo he conocido, manejado y empleado y mandado, un pelotón, varios años, hasta una sección, en los últimos días DE... lo que algunos del lugar conocen.
Pero vayamos con la historia, que hoy me nace de hechos de entonces:

"Algún día, morirán conmigo, los niños; aquel a recordar, difunto, muy temprano, y, el nacido en Albas deshojadas. Algún día dejarán de caminar conmigo. Hoy retorno a aquellos días, de gritos ahogados, de frío y nieve. A veces me resulta penoso, regresar a los caminos de mi infancia. Al viento aquel, colérico, e implacable que a veces estruja la memoria.
Galopaban los corceles de un viento del norte, que "divertían" a los niños y asustaban a los mayores. Pero los niños crecen, hilvanan y se hacen preguntas después. Es cuando el viento: los vientos te hablan de agujas de acero que taladraron mil flores.,,, Las flores mas tiernas, pisoteadas por maquinas de hierro, que un día desaparecerían, la Vega del Tajuña abajo... ¿Recuerdas, Mariano; vecino de entonces? Yo sí... y como bajo las ruedas de aquellas máquinas de hierro, arrojábamos botes... Yo sí. Yo recuerdo los silencios y los ruidos. el retumbar de tambores y el silencio de arados. Sin embargo sigo ALLÍ en mi mañana rota.... que propiciara largos y penosos días.
Tal vez nació allí aquel otro niño, travieso e inquieto que a veces "me resurcita" cuando el llanto de otras flores. Cuando el llanto de otros niños, hoy, en alguna parte... quizás, también en el llanto de los trigos.
¿Donde estaban, los hombres grandes, en sudor y desvelos; hombres morenos y tenaces?-Preguntaba-
Volverán pronto- Decía mi abuela´.
¿Cuando?- Preguntaba a mi madre; aquel frío invierno, de la mano de un hombre que había llegado de otras tierras? Pronto: me repetían mi madre y aquel soldado...
Son imágenes confusas... Si recuerdo como volvieron a anidar las palomas en el viejo castillo. Como regresaron los ausentes. Pero... tardaron demasiado, los campos de vestirse de trigales. Pero al fin un día caminé YO con aquel niño que llevo siempre, muy cogido, desde mis mano del alma, por aquellas tierras, por aquel pueblo, que me llamó siempre y me lama, con voz de niño rebelde e inquieto. que a nadie extrañe que mientras, hoy escribo esta historia, sobre el ordenador, goteen unas lágrimas, que quisiera entendieran los niños de ahora.
LIBERTAD.