Amigos de Valfemoso. Presencio que desde la Navidades solo una orquesta se a asomado Y tal vez se asome en unos días para alegraros la romería, a la que a mi pesar no acudiré, una vez mas.
Si que la voy a recordar en una anécdota acadecida, en el año 1958, en un lugar de Äfrica, cerca de la ciudad de Ifni en una montaña llamada "el Buyarifen. Como burla del destino el día aquel, mejor dicho la noche aquella yo pensaba en la romería.
>>> LA NIEBLA... Y LA CUERDA.
El ayer. El HOY. El mañana y la voz de la niebla que se me retuerce en la memoria; el silencio t tal vez alguna lárima- pensaba yo- Y de gentes que anejan y de gentes que son manejadas... en el abrazo del silencio y de la niebla. hasta pensaba que en el mundo se entierran demasiados muertos inutiles, por que perverson hombres,,, cuando algose movio entre la niebla, o tal vez era la nibla, la que se deslizaba entre los matojos, y me trasladaba essa immpresión interrumpiendo, el hecho de que yo soyaba con la romería y alguún baile por mi parte.
Unos titones a la cuerda que me unía a la ametralladora. Tres tirones era pedir si había nivedad y otros tres que no la abía: no hubo ni tres ni ninguno. Insistencia: nada. ¿Que leches pasa? Los segundos se hacían siglos. Oido atento: nada,,, as que un silencio cortante. Y la inquietud poe que al otro lado nadie ¡respondía. La granada: esta se atascaba, y por fin esta en mi mano, y a trepar entre matojos hasta la trinchera, cuerda; adelante.! Nuevo susto! Borosas las piedras de hicieron mas misibles, cuando tiré de la cuerda y algo arrastro que yzo las piedras cayeran cerca de mí entre los matojos. había que saltar dentro y... Un bulto acurrucado al lado de la ametralladora, inmovil. Silencio: el silencio es atroz a veces, tal vez pensé. Siguilosamente puse la mano en el compañero, este saltóa asustado: dormía. Solo le dije. Si en mi lugar hubiera sido el teniente, ¿que hubiera sucedidos? Aque muchaco (de mircia para mas señas exclamó:! Hostias me he quedado dormido!
Entra pulgas aquella noche ya no dormí.<<<
La historia es mas larga y hasta años depués la publiqué en la revista mensual que a poco de esto salío el primer número.
Aproposito de esto. aunque como veo no pasa nadie poer si se acerca alguien estas fiestas. comunucar, esta a la venta un libro de poemas, que algo si tienen que ver con aquellos años. Aquel que lo desee puede adquirirlo, por 12 euros en:
http://www. publicar ya. com
http://www. publicar. com/librería/ index asp.
Amigos; saludos
Si que la voy a recordar en una anécdota acadecida, en el año 1958, en un lugar de Äfrica, cerca de la ciudad de Ifni en una montaña llamada "el Buyarifen. Como burla del destino el día aquel, mejor dicho la noche aquella yo pensaba en la romería.
>>> LA NIEBLA... Y LA CUERDA.
El ayer. El HOY. El mañana y la voz de la niebla que se me retuerce en la memoria; el silencio t tal vez alguna lárima- pensaba yo- Y de gentes que anejan y de gentes que son manejadas... en el abrazo del silencio y de la niebla. hasta pensaba que en el mundo se entierran demasiados muertos inutiles, por que perverson hombres,,, cuando algose movio entre la niebla, o tal vez era la nibla, la que se deslizaba entre los matojos, y me trasladaba essa immpresión interrumpiendo, el hecho de que yo soyaba con la romería y alguún baile por mi parte.
Unos titones a la cuerda que me unía a la ametralladora. Tres tirones era pedir si había nivedad y otros tres que no la abía: no hubo ni tres ni ninguno. Insistencia: nada. ¿Que leches pasa? Los segundos se hacían siglos. Oido atento: nada,,, as que un silencio cortante. Y la inquietud poe que al otro lado nadie ¡respondía. La granada: esta se atascaba, y por fin esta en mi mano, y a trepar entre matojos hasta la trinchera, cuerda; adelante.! Nuevo susto! Borosas las piedras de hicieron mas misibles, cuando tiré de la cuerda y algo arrastro que yzo las piedras cayeran cerca de mí entre los matojos. había que saltar dentro y... Un bulto acurrucado al lado de la ametralladora, inmovil. Silencio: el silencio es atroz a veces, tal vez pensé. Siguilosamente puse la mano en el compañero, este saltóa asustado: dormía. Solo le dije. Si en mi lugar hubiera sido el teniente, ¿que hubiera sucedidos? Aque muchaco (de mircia para mas señas exclamó:! Hostias me he quedado dormido!
Entra pulgas aquella noche ya no dormí.<<<
La historia es mas larga y hasta años depués la publiqué en la revista mensual que a poco de esto salío el primer número.
Aproposito de esto. aunque como veo no pasa nadie poer si se acerca alguien estas fiestas. comunucar, esta a la venta un libro de poemas, que algo si tienen que ver con aquellos años. Aquel que lo desee puede adquirirlo, por 12 euros en:
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Amigos; saludos