VILLEL DE MESA: VILLEL DE MESA CRóNICA, NUEVA ALCARRIA, 2 DE MARZO...

VILLEL DE MESA

CRóNICA, NUEVA ALCARRIA, 2 DE MARZO 2207, PáG. 40

EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE LA ASUNCIóN DE NUESTRA SEñORA, EL CRISTO DE RIBAS, ES OTRA DE LAS IMAGENES MAS VENERADAS, POR TRADICIóN FAMILIAR DE LOS RIBAS.

EL CRISTO DE RIBAS.

El fervor de los villereros ha sido heredado hasta nuestros días, que unido a la fe que el pueblo profesa ayuda a la conseración de las imágenes. También esta el Cristo de Ribas que pertenece a una de las sagas de mayor descendencia de la villa.

La capilla y la talla del Cristo de Ribas fue sufragada con los fondos de la fundación que había instituido Merodio García Cortés en el siglo XVII.

Pasado el tiempo, el Cristo de Ribas solo queda registrado en los libros como referencia más del pueblo de Villel de Mesa. También van pasando por la calles y plazas las familias que durante siglos fueron continuadoras del apellido "De Ribas".

La familia de Ribas aparece, por primera vez, en los libros de nuestra parroquia el 13 de Mayo de 1570, coin motivo de bautino del niño Juan de Ribas, hijo de Martín de Ribas y Ana de la Riba Cabrerizo.Este hecho se ha ido repitiendo en numerosas familias a lo largo del siglo XX, siendo las últimas:Marcos, Florentina y Ana Larrad de Ribas; Vicente y Domingo Bayo de Ribas; Antonio y Maria Lazaro de Ribas; Gregoria Morales de Ribas y finalmente,
Gregoria Mondragón de Ribas.

El matrimonio Manuel (hijo de Antonio) y Patro (hija de Vicente), viven en Villel, en la calle de Ribas. Una grata expresión acompaña su saludo" ¡Hola, somos de la familia de Ribas!, sus abrazos se unen a los recuerdos de nuestros antepasados, en la calida y prolongada conversación y siempre buscando la bondad y generosidad que ellos son dejaron como herencia. Y siempre al despedirnos, se repite la frase: "Cuídate, que ya vamos quedando pocos..."

Manuel, a pesar de sus 79 años recien cumplidos, conserva un aspecto juvenil que contagia paz con sus palabras. Un hombre sano y lleno de bondad. Por estos altos y bajos, caminó sin descanso al cuidado del ganado y en cuyas sendas han quedado sus pasos. Ahora acariciando la tierra, siembra y cuida de la hortaliza con mayor esmero y cuidado, cada día en su primavera ve crecer sus plantas. Y Patro, oregullosa de que su hijo José Antonio se haya quedado a vivir en el pueblo ya que su hia Merceditas, vive en Madrid, espera los veranos para abrir las puertas de su casa a los nietos.

De toda la conversación destacan algunas referencias como el Cristo de Ribas, el escudo heráldico, la prima beata de Tartanedo y la calle Ribas. Muy amables, el matrimonio hacen de la despedida una invitación para repetir " Aquí tienes tu casa ..."

Al igual que los árbolers necesitan mantener sus raices bien alimentadas así nos ocurre a los del pueblo que vamos en busca de las nuestras, las que nos dió y sigue dando la vida. Y como gran recuerdo de este matrimonio su imagen junto a la fuente de la plaza Mayor.

(Fotografías, Manuel y Patro y talla del Crito de Ribas, data del siglo XVII).