VILLEL DE MESA.
PRIMER CAPITULO DE LA CRóNICA
REFERENCIAS DIOCESANAS DEL VALLE DEL MESA MESA DURANTE EL AñO 1900
Un saceRdote recopiló, hace más de cien años datos sobre multitud de pueblos de la provinciade Guadalajara cinvulados a la Diócesis.
Ha 111 años nuestros pueblos gozaban de aquella felicidad, de aquella paz y de aquella tranqulidad que sus gentes supieron administrar ordenadamente. Los medios con los que contaban eran practicamente, los imprescindibles, incluso se hacía uso de la tansmisión generosa entre los vecinos.
Hubo un sacerdote que empleó parte de su vida a recorrer cada pueblo de la diócesis, dejando escriTa la estampa de aquellos años y muy especialmente haciendo referencia a los mAestros y medios con los que contaban los párocos. Ambos fueron la fuente de la cultura que, de alguna manera, las distintas generaciones fueron heredando, y que en nuestros días reconocemos sus grandes bondades y generosidades.
El tiempo ha pasado por estos ciento once años, como pasará en los próximos siglos. Pero, nunca quedará en el olvido lo que cada uno haya aprotado en la familia y en la sociedad. Las personas, a través de nuestras obras, iremos crando aquella imagen en la que etamos todos.
La historia nos ha dejado aquellos pueblos en nuestras manos, ha veces cansadas y en otras ocasiones dormidas qué bonito sería que todas estuvieran unidas.
Agradecemos a los hombres y mujeres, que gracias a su dedicación hicieron posible formar a nuestros antepasados. Siguiendo sus senderos, nos hemos alimentado, de aquellas fuentes diferentes, que hemos encontrado, como en los archivos de la diocesis. He aquí las anotaciones de los pueblos de nuestro valle.
<en la crónica, hace referencia a los pueblos de Algar, Amayas, Mochales y Villel, 19 de enero 2007). EN EL CAPITULO SEGUNDO VILLEL DE MESA.
PRIMER CAPITULO DE LA CRóNICA
REFERENCIAS DIOCESANAS DEL VALLE DEL MESA MESA DURANTE EL AñO 1900
Un saceRdote recopiló, hace más de cien años datos sobre multitud de pueblos de la provinciade Guadalajara cinvulados a la Diócesis.
Ha 111 años nuestros pueblos gozaban de aquella felicidad, de aquella paz y de aquella tranqulidad que sus gentes supieron administrar ordenadamente. Los medios con los que contaban eran practicamente, los imprescindibles, incluso se hacía uso de la tansmisión generosa entre los vecinos.
Hubo un sacerdote que empleó parte de su vida a recorrer cada pueblo de la diócesis, dejando escriTa la estampa de aquellos años y muy especialmente haciendo referencia a los mAestros y medios con los que contaban los párocos. Ambos fueron la fuente de la cultura que, de alguna manera, las distintas generaciones fueron heredando, y que en nuestros días reconocemos sus grandes bondades y generosidades.
El tiempo ha pasado por estos ciento once años, como pasará en los próximos siglos. Pero, nunca quedará en el olvido lo que cada uno haya aprotado en la familia y en la sociedad. Las personas, a través de nuestras obras, iremos crando aquella imagen en la que etamos todos.
La historia nos ha dejado aquellos pueblos en nuestras manos, ha veces cansadas y en otras ocasiones dormidas qué bonito sería que todas estuvieran unidas.
Agradecemos a los hombres y mujeres, que gracias a su dedicación hicieron posible formar a nuestros antepasados. Siguiendo sus senderos, nos hemos alimentado, de aquellas fuentes diferentes, que hemos encontrado, como en los archivos de la diocesis. He aquí las anotaciones de los pueblos de nuestro valle.
<en la crónica, hace referencia a los pueblos de Algar, Amayas, Mochales y Villel, 19 de enero 2007). EN EL CAPITULO SEGUNDO VILLEL DE MESA.