VILLEL DE MESA: Villel de mesa. Las campanas de mi pueblo. Los...

Villel de mesa.

Las campanas de mi pueblo.

Los secretos del lenguaje espiritual de las campanas.

Hace miles de años que el "tintineo" se consolidó como una guía de actos que ocurrían en los pueblos, hoy son la llamada a los actos liturgicos y defunciones.

El oficio de campanero está actualmente en peligro de extinción. Destacar, la labor del último sacristán del pueblo de villel de mesa, andres berrueco, que también tocaba el órgano en la todos los actos liturgicos. Desde su jubilación, el órgano continúa en silencio, así como las campanas y especialmente el campanillo, que es el que hacía el último toque, antes de inciar la misa o el rosario. El campanillo, aun está sin colocar y el reloj, no maraca las horas, desde hace mucho tiempo.

Durante siglos las campanas se voltearon anualmente, pero en la últimas décadas el sistema fue desapareciendo. Se ha impuesto el sistema eléctornico que está programado para el repique automático de las campanas. La caja pronvincial de guadalajara, entregó 600 euros, para el cambio de martillos en las tres campanas. No tiene sistema de volteo.

Las campanas cumplen una función simbólica, conectan lo espiritual con lo terrenal. Su voz repica en un lenguaje universal, entendido por todos, con sonidos que suena con absoluta pureza en una expresión eterna de sentimiento.

El escritor francés chateaubrian comentó en 1802 que "cuando celebramos, los carillones y sonoras voces de sus campanas parecen aumentar la alegría general. Es un gozo puro expresado en una inmensa escala de sonidos. Sin embardo, cuando ocurren calamidades su sonido es terrible".

La introducción de la campana con el fin de convocar a la asamblea cristiana para la celebración eucaristía tuvo lugar en el siglo vii. Del mismo modo, la voz de las campanas advertía a los fieles de los principales acontecimientos que ocurían: el fallecimiento de algún vecino, la pérdida de un rebaño, celebración de fiesta, fuego.(crónica simplificada, en la nueva alcarría, el viernes 21 de abril 2006).