VILLEL DE MESA
EL VALLE DEL MESA ESPERA LA PUREZA DE LA NAVIDAD
Un año mas, en nuestro contexto social, los cristianos celebramos las fiestas del tiempo de Navidad en nuestros pueblos de este Rincón de Castilla en cuya capital del Valle resuenan los recuerdos de las zambombas y villancicos. A lo largo de estos días en cada uno de nosotros pueblos, villeleros, algareños, mochaleros y amayenses, se mezclaran muchas cosas y muchas mas experiencias: recuedos, tradiciones nuevas o antiguas, fiestas, comidas familiares, sentimientos a flor de piel por los que no pueden estar con nosotros, visitas de una casa a otra, encuentros familiares y de antiguos amigos, intercmbios de buenos deseos, invitaciones continuas, celebraciones de nuestra fe.... Por no hablar de esos sentimientos y estados anímicos, alegría, agotamiento y alegría ante tanta concentración festiva júbilo alegría o rechazo de los reencuentros, paz... En nuestros pueblos el Valle del Mesa nace cada día la alegría y en etos días se recuerdan muy especial a las personas que nos producen ausencia y dolor.
Cuando se mezclan tantas y tantas cosas de una manera tan concentrada corremos el peligro de acabar dejando de lado, o incluso olvidando, el motivo central de nuestra celebración, lo que le da su sentido más profundo. En el trasfondo de estos días de fiesta en este valle, para los que somos cristianos hay un hecho religioso. Para nosotros hijos del Valle del Mesa, queremos salir a encontrar de nuevo a nuestro Dios, que sale al encuentro de toda la humanidad haciéndose un ser humano como nosotros en su Hijo hecho hombre, Jesús. En una de las crónicas de Navidad hacía referencia a que Jesús bien podía haber nacido en la Cueva de San Juan, frente a la ermita de Jesús Nazarano, donde tantos niños vinieron al mundo en los tiempos de frío o calor, de aquellas familias emigrantes gitanas que no tenían techo para cobijarse. Sí, es la cueva que aún podemos visitar en Villel.
Por decirlo de alguna manera, celebramos que Dios deja de mirarse el mundo y la humanidad de lejos, como un espectador contempla una obra de arte o la belleza de la naturaleza de estas vegas y montañas bañadas por el río Mesa y, quiere mezclarse con ella, estar presente en ella haciendose uno de nosotros. Queremos celebrar de nuevo el Dios en una de nuestras mejores tradiciones en la adoración de la imagen del Niño Jesús, que con distintas figuras se formará el pesebre, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la capital del Valle y en los distintos pueblos y, que nuestro párroco, Enrique Herranz Martínez hace medio siglo que viene presidiendo las fietas de Navidad. El nacimiento de Jesús ha de ser motivo de gran alegría por el don que recibimos de la salvación.
Esta alegría es la que expresaban ya María, la madre virginal, y José, el espsoso fiel; también los ángeles que cantaban la gloria de Dios, y los pastores que recibieron el anuncio y fueron a adorarlo. Como la estrella que iluminó la noche del mundo y el corazón de los Magos. Esta alegría ha de ser también para todos nosotros cuando contemplamos el belén y cantamos villancicos al Niño Jesús.
La alegría se pronuncia con las vacaciones de los niños del colegio del grupo escolar de Villel y, retrocediendo 60 años me figuro aquellas aulas que han quedado vacias, por la creación del nuevo edificio. Si, allí inició nuestro camino y seguro que los niños y niñas de hoy seguirán escribiendo la historia como algunos estamos haciendo. Hay muchas cosas que han cambiado, es posible que el peligro esté en la forma de hacer ver diferente el camino que otros vamos dejando.
Muchos hogares esperan con impaciencia la venida del Niño-Dios. Las circunstancias que rodean a la humanidad esta llena de difiultades. que venga pronto y penetre en las conciencias y puedan abrirse nuevos caminos.
A algunos cristianos, a lo largo de la historia y a buen seguro también hoy, meditar estos hechos y pasarlos por el corazón en la oración les ha transformado en profundiad la vida. ¿Por qué no tambien a nosotros?.
Navidad 2009 página 127. Nueva Alcarria, viernes 18 Diciembre 2009.
EL VALLE DEL MESA ESPERA LA PUREZA DE LA NAVIDAD
Un año mas, en nuestro contexto social, los cristianos celebramos las fiestas del tiempo de Navidad en nuestros pueblos de este Rincón de Castilla en cuya capital del Valle resuenan los recuerdos de las zambombas y villancicos. A lo largo de estos días en cada uno de nosotros pueblos, villeleros, algareños, mochaleros y amayenses, se mezclaran muchas cosas y muchas mas experiencias: recuedos, tradiciones nuevas o antiguas, fiestas, comidas familiares, sentimientos a flor de piel por los que no pueden estar con nosotros, visitas de una casa a otra, encuentros familiares y de antiguos amigos, intercmbios de buenos deseos, invitaciones continuas, celebraciones de nuestra fe.... Por no hablar de esos sentimientos y estados anímicos, alegría, agotamiento y alegría ante tanta concentración festiva júbilo alegría o rechazo de los reencuentros, paz... En nuestros pueblos el Valle del Mesa nace cada día la alegría y en etos días se recuerdan muy especial a las personas que nos producen ausencia y dolor.
Cuando se mezclan tantas y tantas cosas de una manera tan concentrada corremos el peligro de acabar dejando de lado, o incluso olvidando, el motivo central de nuestra celebración, lo que le da su sentido más profundo. En el trasfondo de estos días de fiesta en este valle, para los que somos cristianos hay un hecho religioso. Para nosotros hijos del Valle del Mesa, queremos salir a encontrar de nuevo a nuestro Dios, que sale al encuentro de toda la humanidad haciéndose un ser humano como nosotros en su Hijo hecho hombre, Jesús. En una de las crónicas de Navidad hacía referencia a que Jesús bien podía haber nacido en la Cueva de San Juan, frente a la ermita de Jesús Nazarano, donde tantos niños vinieron al mundo en los tiempos de frío o calor, de aquellas familias emigrantes gitanas que no tenían techo para cobijarse. Sí, es la cueva que aún podemos visitar en Villel.
Por decirlo de alguna manera, celebramos que Dios deja de mirarse el mundo y la humanidad de lejos, como un espectador contempla una obra de arte o la belleza de la naturaleza de estas vegas y montañas bañadas por el río Mesa y, quiere mezclarse con ella, estar presente en ella haciendose uno de nosotros. Queremos celebrar de nuevo el Dios en una de nuestras mejores tradiciones en la adoración de la imagen del Niño Jesús, que con distintas figuras se formará el pesebre, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la capital del Valle y en los distintos pueblos y, que nuestro párroco, Enrique Herranz Martínez hace medio siglo que viene presidiendo las fietas de Navidad. El nacimiento de Jesús ha de ser motivo de gran alegría por el don que recibimos de la salvación.
Esta alegría es la que expresaban ya María, la madre virginal, y José, el espsoso fiel; también los ángeles que cantaban la gloria de Dios, y los pastores que recibieron el anuncio y fueron a adorarlo. Como la estrella que iluminó la noche del mundo y el corazón de los Magos. Esta alegría ha de ser también para todos nosotros cuando contemplamos el belén y cantamos villancicos al Niño Jesús.
La alegría se pronuncia con las vacaciones de los niños del colegio del grupo escolar de Villel y, retrocediendo 60 años me figuro aquellas aulas que han quedado vacias, por la creación del nuevo edificio. Si, allí inició nuestro camino y seguro que los niños y niñas de hoy seguirán escribiendo la historia como algunos estamos haciendo. Hay muchas cosas que han cambiado, es posible que el peligro esté en la forma de hacer ver diferente el camino que otros vamos dejando.
Muchos hogares esperan con impaciencia la venida del Niño-Dios. Las circunstancias que rodean a la humanidad esta llena de difiultades. que venga pronto y penetre en las conciencias y puedan abrirse nuevos caminos.
A algunos cristianos, a lo largo de la historia y a buen seguro también hoy, meditar estos hechos y pasarlos por el corazón en la oración les ha transformado en profundiad la vida. ¿Por qué no tambien a nosotros?.
Navidad 2009 página 127. Nueva Alcarria, viernes 18 Diciembre 2009.