VILLEL DE MESA
EL PUEBLO CELEBRA LA CANDELARIA Y SAN BLAS.
Las festividades que se realizan en febrero alegran a los habitantes del valle del Mesa.
Llegamos a un mes con su refranero al que le llamamos el "febrerillo el corto, un día peor que otro", pero que despierta con las celebraciones que cada año se hacen presentes en los primeros días con gran alegría. Momentos llenos de devoción para los que viven en la capital del Mesa, de los mejores durante todo el año.
El día 2 de febrero es el de la Candelaria, que inicia la mañana con la celebración eucarística, finaliza con el Ayuntamiento ofreciendo un vino dulce para acompañar a las pastas. Los dulces, que llemamos rollos, se le colocan en las andas a la Virgen del Rosario para recibir la bendición del párroco. Con animación se continúa el día con reuniones en grupos para seguir los festejos de estos días.
El 3 del mismo mes es San Balas, cuya imagen figura en el mismo altar de la virgen del Rosario. También los vecinos celebran su festividad en un ambiente más profano, donde las amistades se reúnen para degustar un año más el plato típico que consiste en una especie de sopas con pan y vino, aderezadas con azúcar, para alentar una de las tardes más frías.
El día 4 es la festividad de Santa Águeda, siguiendo la tradición desde hace más de un siglo, donde los niños del grupo escolar compartían una comida de amistad. Actualmente, en honor a la santa, se han unido a la festividad las señoras casadas, siendo un día especial donde se prepara una suculenta cena, mientras que los abuelos o maridos quedan guardando la casa.
A pesar de que el mes de enero nos ha dejado muchas imágenes para nuestro álbum familiar, no esperamos menos durante el mes de febrero, ya que el día 25 se inicia el tiempo de Cuaresma, llamado y conocidos por todos como el miércoles de ceniza. Se trata del último día de Carnaval, que es el principio de un tiempo de recogimiento y oración que culminará con la muerte y resurrección de Jesucristo, otro motivo de alegría para todos los cirstianos, ya que supuso su salvación.
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, 30 enero 2009 pág. 29.
EL PUEBLO CELEBRA LA CANDELARIA Y SAN BLAS.
Las festividades que se realizan en febrero alegran a los habitantes del valle del Mesa.
Llegamos a un mes con su refranero al que le llamamos el "febrerillo el corto, un día peor que otro", pero que despierta con las celebraciones que cada año se hacen presentes en los primeros días con gran alegría. Momentos llenos de devoción para los que viven en la capital del Mesa, de los mejores durante todo el año.
El día 2 de febrero es el de la Candelaria, que inicia la mañana con la celebración eucarística, finaliza con el Ayuntamiento ofreciendo un vino dulce para acompañar a las pastas. Los dulces, que llemamos rollos, se le colocan en las andas a la Virgen del Rosario para recibir la bendición del párroco. Con animación se continúa el día con reuniones en grupos para seguir los festejos de estos días.
El 3 del mismo mes es San Balas, cuya imagen figura en el mismo altar de la virgen del Rosario. También los vecinos celebran su festividad en un ambiente más profano, donde las amistades se reúnen para degustar un año más el plato típico que consiste en una especie de sopas con pan y vino, aderezadas con azúcar, para alentar una de las tardes más frías.
El día 4 es la festividad de Santa Águeda, siguiendo la tradición desde hace más de un siglo, donde los niños del grupo escolar compartían una comida de amistad. Actualmente, en honor a la santa, se han unido a la festividad las señoras casadas, siendo un día especial donde se prepara una suculenta cena, mientras que los abuelos o maridos quedan guardando la casa.
A pesar de que el mes de enero nos ha dejado muchas imágenes para nuestro álbum familiar, no esperamos menos durante el mes de febrero, ya que el día 25 se inicia el tiempo de Cuaresma, llamado y conocidos por todos como el miércoles de ceniza. Se trata del último día de Carnaval, que es el principio de un tiempo de recogimiento y oración que culminará con la muerte y resurrección de Jesucristo, otro motivo de alegría para todos los cirstianos, ya que supuso su salvación.
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, 30 enero 2009 pág. 29.