VILLEL DE MESA
SUENAN LOS CLAMORES DE CAMPANA POR CIRILO BUENO PASAMAR
Este villelero afincado en Madrid eligió descansar para siempre en su pueblo natal.
Cuando me dispongo a escribir la crónica que corresponde a los últimos días del mes de febrero, tengo que dejar el papel y seguir con la pluma para dar a conocer otra noticia muy distinta, la del fallecimiento en Villel de Mesa de Cirilo Bueno Pasamar.
El día 15 del presente fallecia Cirilo Bueno junto a su desconsalda esposa Aurora, su hija Sara, su yerno Ricardo y sus nietos Ricardo y Javier. El día 17, los feligreses de la parroquia de la localidad y de otros pueblos del entorno asistieron al funeral presidido por Enrique Herranz Martinez. Posteriormente, se formo la comitiva para acompañar hasta el cementerio a este villelero y, con las últimas oraciones y bendición, recibió cristiana sepultura.
Cirilo es de las familias que fijo su residencia en Madrid en aquellos años que salimos en busca de una nueva vida. Pero su casa en Villel siempre permanecía abierta en los tiempos de vacciones y, al jubilarse, en muchas ocaciones a lo largo de todo el año. Pero su último viaje ha sido con el deseo de descansar junto a todos los familiares y amigos que fueron difuntos antes que él.
Nuestra buena tradición se sigue conservando en mostrar nuestro recuerdo a los difuntos, con el rezo durante tres días con el Santo Rosario y las celebraciones eucarísticas con las que, junto con nuestras oraciones pedimos al Señor que le tenga en su presencia.
Los Bueno Pasamar formaron una familia numerosa de seis hermanos en el siglo XX con Juan Lorenzo, Feliciaino, Ángel, Milagros, Antonio, y Cirilo, nacidos en un hogar muy familiar, y recibieron todo el amor y cariño de sus buenos padres Carlos y Bernabea.
Desde etas líneas, la familia expresa su agradecimiento por los testimonios recibidos en estos momentos de dolor.
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, viernes 25 de febrero 2011, pág. 35, corresponsal Pedro Larrad Pérez
SUENAN LOS CLAMORES DE CAMPANA POR CIRILO BUENO PASAMAR
Este villelero afincado en Madrid eligió descansar para siempre en su pueblo natal.
Cuando me dispongo a escribir la crónica que corresponde a los últimos días del mes de febrero, tengo que dejar el papel y seguir con la pluma para dar a conocer otra noticia muy distinta, la del fallecimiento en Villel de Mesa de Cirilo Bueno Pasamar.
El día 15 del presente fallecia Cirilo Bueno junto a su desconsalda esposa Aurora, su hija Sara, su yerno Ricardo y sus nietos Ricardo y Javier. El día 17, los feligreses de la parroquia de la localidad y de otros pueblos del entorno asistieron al funeral presidido por Enrique Herranz Martinez. Posteriormente, se formo la comitiva para acompañar hasta el cementerio a este villelero y, con las últimas oraciones y bendición, recibió cristiana sepultura.
Cirilo es de las familias que fijo su residencia en Madrid en aquellos años que salimos en busca de una nueva vida. Pero su casa en Villel siempre permanecía abierta en los tiempos de vacciones y, al jubilarse, en muchas ocaciones a lo largo de todo el año. Pero su último viaje ha sido con el deseo de descansar junto a todos los familiares y amigos que fueron difuntos antes que él.
Nuestra buena tradición se sigue conservando en mostrar nuestro recuerdo a los difuntos, con el rezo durante tres días con el Santo Rosario y las celebraciones eucarísticas con las que, junto con nuestras oraciones pedimos al Señor que le tenga en su presencia.
Los Bueno Pasamar formaron una familia numerosa de seis hermanos en el siglo XX con Juan Lorenzo, Feliciaino, Ángel, Milagros, Antonio, y Cirilo, nacidos en un hogar muy familiar, y recibieron todo el amor y cariño de sus buenos padres Carlos y Bernabea.
Desde etas líneas, la familia expresa su agradecimiento por los testimonios recibidos en estos momentos de dolor.
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, viernes 25 de febrero 2011, pág. 35, corresponsal Pedro Larrad Pérez
