VILLEL DE MESA
CAPITULO V
ANTORCHA DE COLMENEROS Ó TRATADO ECONOÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Pérez natural de Villel de Mesa
Editado el 15 de Abril 1807, Madrid
PRÓLOGO
Es una efecto muy propio de la humanidad, comunicar en beneficio de la Patria las cortas luces que tanto costaron de adquirir, y no permitir que queden sepultadas en el olvido por la muerte del que habia de haber hecho al público beneficio tan conocido. En este concepto me determiné á escribir un tatado, en que se contiene lo que se puede desear en materia de hornos y jacientes; en cuya grangeria se experimentará mucho lucro, praticando lo que prevengo, y conocidas pérdidas, omitiendo lo provenido; con esto cesaran las quejas de los que tanto desearon esta obra para el adelantamiento de un ramo en que estan tan atrasados nuestros españoles, sin embargo de tener tanta inclinación á hornales por las muchas utiliddes que de ellos resultan; y que por el poco trabajo que ocasionan en su manejo. En el día tenemos mucha obras que tratan de abejas, pero es la desgracia que en los puntos mas principales padecen muchas equivocaciones. He registrado con algun cuidado el nuevo plan de colmenas dado á luz por Don Josef Sampil, y sin embargo de haber copiado las observaciones de los olandeses, á quienes tanto venera sobre abejas, abunda de errores, y su sistema es muy contrario á la verdadera práctica de semejantes insecctos. Así mismo he visto á Herrera, Gil, Ocon, Moreno, Frias, Valcarcel y Rozier, y tengo noticia del Abate Laferriere, Simón, Boisjugan y otros. Todos ellos abundan de errores, y especialmente los cinco primeros que escribieron arreglados al sistema de Virgilio, y siguieron ciegamente sus opiniones, sin buscar jamas el convencimiento en la experiencia de los hechos que les anunciaba. Rozier me parece ser el que ha escrito con mejores fandamentos, principalmente sobre la historia natural de las abejas; pero como el método que prescribe para su administración está fundado sobre unos principios acomodados al clima de la Francia, aun no es enteramente adaptable en nuestra península. Solo Isidro Enguita nos da una idea en su tratado de abejas bastante conforme con la verdadera práctica de estos animalillos, lo que se debe atribuir al trato que tuvo con el Capellan de Cabolafuente, quien le comunicó estas luces. Como quiera que sea, y sin embargo de los muchos libros que hay escritos sobre colmenas, ninguno ha tratado hasta ahora exprofeso y con particularidad de los hornos y jacientes, debiendo ser este ramo uno de los mas extensos en nuestra nacion. Era pues necesario tener noticias mas adelantadas sobre ellos, porque siempre añaden al conocimiento general de abejas alguna dificultad por el diverso fin á que se destinan; pues si las colmenas verticalmente puestas son mas aptas para la cria de abejas; que para miel y cera; los hornos y las mismas orizontalmente sentadas, cuya diferente porcíon les da el nombre de jacientes (*): son mas aptas para la miel y cera, que para enjambar. Ademas que en este tratado se da una noticia individual de lo que se debe practicar con los hornos y jacientes desde su poblacion hasta su mayor incremento, y un exacto conocimiento de sus males y curación; de modo que no hay enfermedad en las abejas que no puedan ser conocida y remediada, observando las reglas é instrucciones que se dan en este libro; y como por otra parte se hace en él una explicacion de los puntos cardinales sobre estos insectos, se podran resolver sin el auxilio de otro alguno, todas las dudas que ocurran sobre abejas. Ójala consiguiera que todos se aprovecharan de estas cortas luces á medida de mi deseo, que en tal caso no tendria la España necesidad de desenvolsar tantos pesos á los estrangeros para los acopios de cera.
ADVERTENCIA
Todo cuanto se dice en este libro, relativo á la administración y manejo de las abejas, está escrito con arreglo al clima, terreno y situación del Ducado de Medinaceli y tierra de Almazan, y al lenguaje, usos y costumbres de sus habitantes, lo que se deberá tener presente para hacer la aplicación de esta doctrina en las diferentes Provincias de España, previas las correspondientes substituciones.
(*) Por jacientes no se entiende otra cosa que una colmena postrada ó en figura orizontal, de modo que la misma colmena verticalmente puesta, se llama peon, y tendida jaciente, cuyo nombre biene del verbo jaceo que significa estar postrado: estos vasos deben ser grandes y pueden ser de figura cuadrada o cilíndrica texidos ó de tablas de una vara de largos, y de una tercia y tres pulgadas de altos, y de anchos media vara castellana; siendo cuadrados, y si son cilíndicros lo mismos poco mas ó menos. La preferencia de estos á los hornos de pared es muy manifiesta, porque ademas de poderse partir, cosa que no se puede hacer con ellos, son portatiles que es ventaja conocida, porque así pueden rendir mucho más; y aunque haya una desgracia de granizo, niebla ó sequía se pueden transportar a terrenos floridos, y reservarles la vida, lo que no se puede verificar en los hornos. Tambien llevan ventaja á las colmenas peones, porque ponen mucha mas obra que ellas, pues esta averiguando que da mas miel y cera un jaciente en un solo corte, que un péon en dos: sin embargo, no por esto deberemos decir que les sean absolutamente preferibles, y solo la curiosa observación de cada colmenero que compare las utilidades y producctos de las dos especies de vasos, con las desventajas y trabajo que ocasionen, podrá hacer elección de los que sean mas convenientes á su genio y situación, pues nadie duda que hay personas que prefieren el menor provecho cuando les da menor trabajo, y otras que aspiran a la mayor utilidad, aunque este se les multiplique.
CAPITULO V
ANTORCHA DE COLMENEROS Ó TRATADO ECONOÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Pérez natural de Villel de Mesa
Editado el 15 de Abril 1807, Madrid
PRÓLOGO
Es una efecto muy propio de la humanidad, comunicar en beneficio de la Patria las cortas luces que tanto costaron de adquirir, y no permitir que queden sepultadas en el olvido por la muerte del que habia de haber hecho al público beneficio tan conocido. En este concepto me determiné á escribir un tatado, en que se contiene lo que se puede desear en materia de hornos y jacientes; en cuya grangeria se experimentará mucho lucro, praticando lo que prevengo, y conocidas pérdidas, omitiendo lo provenido; con esto cesaran las quejas de los que tanto desearon esta obra para el adelantamiento de un ramo en que estan tan atrasados nuestros españoles, sin embargo de tener tanta inclinación á hornales por las muchas utiliddes que de ellos resultan; y que por el poco trabajo que ocasionan en su manejo. En el día tenemos mucha obras que tratan de abejas, pero es la desgracia que en los puntos mas principales padecen muchas equivocaciones. He registrado con algun cuidado el nuevo plan de colmenas dado á luz por Don Josef Sampil, y sin embargo de haber copiado las observaciones de los olandeses, á quienes tanto venera sobre abejas, abunda de errores, y su sistema es muy contrario á la verdadera práctica de semejantes insecctos. Así mismo he visto á Herrera, Gil, Ocon, Moreno, Frias, Valcarcel y Rozier, y tengo noticia del Abate Laferriere, Simón, Boisjugan y otros. Todos ellos abundan de errores, y especialmente los cinco primeros que escribieron arreglados al sistema de Virgilio, y siguieron ciegamente sus opiniones, sin buscar jamas el convencimiento en la experiencia de los hechos que les anunciaba. Rozier me parece ser el que ha escrito con mejores fandamentos, principalmente sobre la historia natural de las abejas; pero como el método que prescribe para su administración está fundado sobre unos principios acomodados al clima de la Francia, aun no es enteramente adaptable en nuestra península. Solo Isidro Enguita nos da una idea en su tratado de abejas bastante conforme con la verdadera práctica de estos animalillos, lo que se debe atribuir al trato que tuvo con el Capellan de Cabolafuente, quien le comunicó estas luces. Como quiera que sea, y sin embargo de los muchos libros que hay escritos sobre colmenas, ninguno ha tratado hasta ahora exprofeso y con particularidad de los hornos y jacientes, debiendo ser este ramo uno de los mas extensos en nuestra nacion. Era pues necesario tener noticias mas adelantadas sobre ellos, porque siempre añaden al conocimiento general de abejas alguna dificultad por el diverso fin á que se destinan; pues si las colmenas verticalmente puestas son mas aptas para la cria de abejas; que para miel y cera; los hornos y las mismas orizontalmente sentadas, cuya diferente porcíon les da el nombre de jacientes (*): son mas aptas para la miel y cera, que para enjambar. Ademas que en este tratado se da una noticia individual de lo que se debe practicar con los hornos y jacientes desde su poblacion hasta su mayor incremento, y un exacto conocimiento de sus males y curación; de modo que no hay enfermedad en las abejas que no puedan ser conocida y remediada, observando las reglas é instrucciones que se dan en este libro; y como por otra parte se hace en él una explicacion de los puntos cardinales sobre estos insectos, se podran resolver sin el auxilio de otro alguno, todas las dudas que ocurran sobre abejas. Ójala consiguiera que todos se aprovecharan de estas cortas luces á medida de mi deseo, que en tal caso no tendria la España necesidad de desenvolsar tantos pesos á los estrangeros para los acopios de cera.
ADVERTENCIA
Todo cuanto se dice en este libro, relativo á la administración y manejo de las abejas, está escrito con arreglo al clima, terreno y situación del Ducado de Medinaceli y tierra de Almazan, y al lenguaje, usos y costumbres de sus habitantes, lo que se deberá tener presente para hacer la aplicación de esta doctrina en las diferentes Provincias de España, previas las correspondientes substituciones.
(*) Por jacientes no se entiende otra cosa que una colmena postrada ó en figura orizontal, de modo que la misma colmena verticalmente puesta, se llama peon, y tendida jaciente, cuyo nombre biene del verbo jaceo que significa estar postrado: estos vasos deben ser grandes y pueden ser de figura cuadrada o cilíndrica texidos ó de tablas de una vara de largos, y de una tercia y tres pulgadas de altos, y de anchos media vara castellana; siendo cuadrados, y si son cilíndicros lo mismos poco mas ó menos. La preferencia de estos á los hornos de pared es muy manifiesta, porque ademas de poderse partir, cosa que no se puede hacer con ellos, son portatiles que es ventaja conocida, porque así pueden rendir mucho más; y aunque haya una desgracia de granizo, niebla ó sequía se pueden transportar a terrenos floridos, y reservarles la vida, lo que no se puede verificar en los hornos. Tambien llevan ventaja á las colmenas peones, porque ponen mucha mas obra que ellas, pues esta averiguando que da mas miel y cera un jaciente en un solo corte, que un péon en dos: sin embargo, no por esto deberemos decir que les sean absolutamente preferibles, y solo la curiosa observación de cada colmenero que compare las utilidades y producctos de las dos especies de vasos, con las desventajas y trabajo que ocasionen, podrá hacer elección de los que sean mas convenientes á su genio y situación, pues nadie duda que hay personas que prefieren el menor provecho cuando les da menor trabajo, y otras que aspiran a la mayor utilidad, aunque este se les multiplique.