VILLEL DE MESA
ANTORCHA DE COLMENEROS, Ó TRATADO ECONÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Perez, natural de Villel de Mesa, 1807
PARRAFO III CAPITULO I
Señales características de la maestra.
La reyna ó maestra de las abejas es casi de doblada magnitud que ellas: mas larga de los zanganos, pero no tan gruesa. Cuando sale del cautiverio es algun tanto morena y pequeña; pero dentro de poco tiempo adquiere alguna corpulencia y se vuelve roja, especialmente por debajo del vientre y extremidades.
PARRAFO IV
Señales que distinguen á las obreras de los zánganos, y obreras en donde se engendran.
La abeja fina ú obrera es la mas pequeña de todas las tres clases, y su vientre remata en punta aguda á modo de una bellota chica. En la extremidad del vientre tiene un aguijón ó flecha envenenada, y si pica ó hace uso de ella fallece de allí á pocas horas, porque el aguijón está unido a los intestinos, y así salen estos con él (4)
Los oficios en que se ocupa son muchos; pero el principal de todos es conducir viveres á su morada y alamacenarlos; recoger materiales para edificar sus domicilios, y aplicar los líquidos con que se fomentan los pollos hasta su perfecta formación. Las celdillas en donde se fraguan las obreras (5) son una tercera parte menos de anchas y profundas que las de los zánganos, y á la obra en donde se engendran dichas obreras la llaman los colmeneros obra fina, y al pollo ó pollos de dicha obra en su primera metamórfosis hasga el estado de ninfa los llaman finos, porque de ellos han de nacer las obreras ó abejas finas.
(4) Los bordes del aguijon están guarnecidos de unos dientecitos parecidos á los de una sierra muy fina, con los cuales queda agarrado á las carnes; por esta razón cuando la picadura es dolorosa y se le obliga á la abeja á retirarse prontamente, muere sin remedio, porque no teniendo lugar para sacalos, deja con él en la herida que hizo, el intestino recto con todas sus dependencias, muchas partes escamosas y ligamentosas, que estaban pegadas a los últimos anillos del vientre y la vegiguilla de hiel que es la que causa la inflamación. Luego que la abeja, ha picado es prudente extraer el aguijón, no sea que por la acción de las fibras que le quedan unidas penetre é introduzca su veneno mas adentro. El remedio mas seguro y eficaz contra estas picaduras, es la misma miel de las abejas, según Mr. de Lalause, del órden de Malta.
(5) Las celdillas comunes de las abejas trabajadoras tienen de profundidad seis lineas (ó cinco y media según Roaumur) y su ancho ó latitud es constantemente de dos lineas y dos quintos de linea en todos los paises donde hay abejas; es por consiguiente una medida invariable, y como todo el mundo la conoce, podia adaptarse por una regla general en hecho de medida. Supuesto pues que cada panal tiene dos órdenes de celdillas opuestas unas á otras, y que tienen una vase comun; el grueso de cada uno viene a ser de una pulgada (ó de once líneas según Reaumur); por lo que, atendida la latitud de dos líneas y dos quintos de que hemos dado á cada celdilla ordinaria, tendrémos que entre veinte componen justamente una linea de cuatro pulgadas de longitud, y que por consiguientes la superficie de un panal de quince pulgadas de largo y diez de ancho contiene noventa mil celdillas comunes. Es de advertir que estas medidas han sido tomadas con arreglo al pie de Rey de París. En la figura exágona de estas celdillas se ve con admiración resuelto por mecanismo natural uno de los mas bellos y dificiles problemas de Geometria, esto es: contener en el menor espacio posible el mayor número de celdillas, y las mayores posibles con la menos materia posible: ó de otro modo. Primero, emplear la menos cera que es posible. Segundo, dar á las celdillas la mayor capacidad que pueden recibir sobre un diámetro determinado. Tercero, emplear de tal suerte el terreno que en él no hya espacio perdido
ANTORCHA DE COLMENEROS, Ó TRATADO ECONÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Perez, natural de Villel de Mesa, 1807
PARRAFO III CAPITULO I
Señales características de la maestra.
La reyna ó maestra de las abejas es casi de doblada magnitud que ellas: mas larga de los zanganos, pero no tan gruesa. Cuando sale del cautiverio es algun tanto morena y pequeña; pero dentro de poco tiempo adquiere alguna corpulencia y se vuelve roja, especialmente por debajo del vientre y extremidades.
PARRAFO IV
Señales que distinguen á las obreras de los zánganos, y obreras en donde se engendran.
La abeja fina ú obrera es la mas pequeña de todas las tres clases, y su vientre remata en punta aguda á modo de una bellota chica. En la extremidad del vientre tiene un aguijón ó flecha envenenada, y si pica ó hace uso de ella fallece de allí á pocas horas, porque el aguijón está unido a los intestinos, y así salen estos con él (4)
Los oficios en que se ocupa son muchos; pero el principal de todos es conducir viveres á su morada y alamacenarlos; recoger materiales para edificar sus domicilios, y aplicar los líquidos con que se fomentan los pollos hasta su perfecta formación. Las celdillas en donde se fraguan las obreras (5) son una tercera parte menos de anchas y profundas que las de los zánganos, y á la obra en donde se engendran dichas obreras la llaman los colmeneros obra fina, y al pollo ó pollos de dicha obra en su primera metamórfosis hasga el estado de ninfa los llaman finos, porque de ellos han de nacer las obreras ó abejas finas.
(4) Los bordes del aguijon están guarnecidos de unos dientecitos parecidos á los de una sierra muy fina, con los cuales queda agarrado á las carnes; por esta razón cuando la picadura es dolorosa y se le obliga á la abeja á retirarse prontamente, muere sin remedio, porque no teniendo lugar para sacalos, deja con él en la herida que hizo, el intestino recto con todas sus dependencias, muchas partes escamosas y ligamentosas, que estaban pegadas a los últimos anillos del vientre y la vegiguilla de hiel que es la que causa la inflamación. Luego que la abeja, ha picado es prudente extraer el aguijón, no sea que por la acción de las fibras que le quedan unidas penetre é introduzca su veneno mas adentro. El remedio mas seguro y eficaz contra estas picaduras, es la misma miel de las abejas, según Mr. de Lalause, del órden de Malta.
(5) Las celdillas comunes de las abejas trabajadoras tienen de profundidad seis lineas (ó cinco y media según Roaumur) y su ancho ó latitud es constantemente de dos lineas y dos quintos de linea en todos los paises donde hay abejas; es por consiguiente una medida invariable, y como todo el mundo la conoce, podia adaptarse por una regla general en hecho de medida. Supuesto pues que cada panal tiene dos órdenes de celdillas opuestas unas á otras, y que tienen una vase comun; el grueso de cada uno viene a ser de una pulgada (ó de once líneas según Reaumur); por lo que, atendida la latitud de dos líneas y dos quintos de que hemos dado á cada celdilla ordinaria, tendrémos que entre veinte componen justamente una linea de cuatro pulgadas de longitud, y que por consiguientes la superficie de un panal de quince pulgadas de largo y diez de ancho contiene noventa mil celdillas comunes. Es de advertir que estas medidas han sido tomadas con arreglo al pie de Rey de París. En la figura exágona de estas celdillas se ve con admiración resuelto por mecanismo natural uno de los mas bellos y dificiles problemas de Geometria, esto es: contener en el menor espacio posible el mayor número de celdillas, y las mayores posibles con la menos materia posible: ó de otro modo. Primero, emplear la menos cera que es posible. Segundo, dar á las celdillas la mayor capacidad que pueden recibir sobre un diámetro determinado. Tercero, emplear de tal suerte el terreno que en él no hya espacio perdido
