VILLEL DE MESA
CAPITULO II PÁRRAFO I
ANTORCHA DE COLMENEROS Ó TRATADO ECONÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Pérez natural de Villel de Mesa, año 1807
Del lugar en donde se deben erigir los hornales y colmenares, y fiores que se deben proporcionar á las abejas.
Jamas el colmenero podrá situar su hornales y colmenares en un lugar ventajoso; y correspondiente al mayor adelantamiento de las abejas, si no tiene un exácto conocomiento de las flores que son (digamoslo así) unos preciosos minerales en donde se encierran las riquezas de miel y cera, que aquellas infatigables trabajadoras extraen de ellos en bruto, y acaban de elaborar despues para depositarlas en sus almacenes. En este supuesto convendrá que sepa, que la mejor entre todas las flores es la del romero, por ser la mas temprana en este pais, y su miel la mas hermosa, mas suave, de mejor gusto y fragancia, y la más apta para la cria de abejas. A esta se sigue según la floración de esta tierra la del gayubo, cuya miel es blanca, de buen gusto, é idónea para el aumento de abejas; estas flores suelen venir en las fronteras de Aragón y tierras de Alcarria á primeros de abril poco mas ó menos, en cuyo tiempo aquellas dan principio á sus labores, y preparan las celdillas para la cria de sus semejantes que se multiplican sobre manera en breve tiempo cuando los años son abundantes, de modo que en el corto espacio de un mes poco mas ó menos se ponen en disposición de enjambar algunos vasos de los mas adelantados, siendo una floración copiosa, que no todas lo son. En tercero lugar viene la flor del tomillo, pero es de advertir que hay mucha variedad de tomillos, á unos llaman vastos, y estos florecen de ordinario en tierra de Alcamzan, y Ducado de Medinaceli á principios de junio: otros se llaman salseros, porque están enramados sobre la tierra á manera de grama. Estos son mas abundantes que los primeros, y florecen otros finos, que son los mejores entre todos, y florecen en el tiempo que media entre San Juan y San Pedro; y ademas de los dichos, vejetan en este pais la mejorana ó almarabux, tomillos de blanca flor, y otros de diferente especie; pero los referidos son los mas comunes, y mas idóneos para la cria de abejas, miel y cera. Hay alguna variedad entre la miel de dichas plantas, y toda es algun tanto pixiza; pero de buen gusto, y las obajas se multiplican notablemente en el tiempo de su floración. en el mismo tiempo florece el manrubio fino, la yerba balsamina, cuya miel es inferior á las ya dichas; y sin embargo es muy abundante para la procreación de las abejas, las cuales decaen sensiblemente pasadas estas flores. A éstas acompañan las flores amarillas, como son el melgon, las gevevas ó irbianas, aliaga, cambron, cabreruela, tormeruela, cenicillas y malvillas; florerá a la verdad de mucha utilidad para ceras, y no menos aptas á la fecundidad de estos insectos; pero ninguna de éstas es melíflua, pues ademas de carecer de caliz en donde esté depositado el jugo meloso, no destilan sustancia alguna. A la misma sazón florece la salvia, y en los terrenos que hay copia de esta palanta, adelantan bastante las colmenas. Su miel es roja, de color encendido, de mediano gusto, inferior á la de carrasca. Dicha flor abunda de miel, y su caliz es tan profundo, que por meterse las abejas á extraer el jugo, suelen percer en él muchas ahogas. A todas estas flores de tomillos las llaman en tierra de Almazan y Ducado de Medinaceli tempranas, por ser las que ántes pululan; y en tierras de romero y gayuvo, tardio de junio. en tierra de almazan y Ducado de Medinaceli, las flores de tardio de junio son comunmente las mas abundantes para toda maniobra de abejas. Las agedreas y espliegos son los últimos que florecen; su miel es blanca, muy aromática, de bello gusto, y muy apta para la multicaplición y conservación de las abejas, y así deberá ocupar el tercer lugar entre las referidas, siendo la mejor de todas la miel del romero, después la del gayuvo, luego la de agedras y espliego, y últimamente la del tomillo. Asímismo en el tiempo del agosto, que es cuando florecen las agedreas y espliegos, dan su flor los tomillos amarillos, que son tambien abundantes; la iba borde, el espigon, escobas de amarguillo, cordoncillo y llanten, todas muy convenientes para el fomento de las abejas, y adelantamiento de sus obras. La floración de agedreas, espliegos, y de todas las del tardío de agosto son muy apreciables; porque en ellas consiste la vida de las abejas, y ya no les queda otra apelación para pasar el invierno sino solo la carrasca y viercol que las acompañan. La floración de las agedreas es muy contingente por venir en el estío á principio de agosto, en cuya estación se escasea de ordinario el agua, y por consiguiente no pueden pimpollar dichas plantas por defecto de jugo. El espliego es el mas seguro de las flores de agosto, y es la razón que raiga muy profundo, y es consguiente participe humedad en la superficie en el medio, ó en lo mas hondo, por cauya causa siempre florece mas ó menos según viene el temporal. En defecto de este, tenenmos la carrasca en los años que abunda de bellota; que siempre se melan muchas, y en poco tiempo los vasos que abundan de abejas, acopian miel suficiente para psar el invierno, y dejar á su dueño un despojo copioso para soportar los gastos. Esta miel y la de viercol es la mas inferior de las referidas, y la que menos conserva las abejas. Con estas cortas noticias, podrá el colmenero buscar el terreno mas apropósito para colocar sus hornales y colmenares, y proporcionarles temprano de romero ó gayugo, juntamente con el tardio de junio, y sobre todo el tardío de agedreas, espliegos y carrasca. Y cuanto todo no se pueda lograr, á lo menos se deberán situar en parages donde flroaciones de temprano y tardío, conforme lo permita el terreno. Y encargo mucho á los colmeneros, que establezcan sus hornos y colmenas donde haya carrascas, á quien debemos la vida de mucha abejas. Asimismo deben estas los colmenares en medio de los cotos ó vedados interceptados de algunas labores de semejantes lugares, admas de no estar comidas ni holladas de ganados (7), llevan la ventaja de ser mas mantecosas por lo que participan de cultivo. Y de tal modo deben estar las labores, que en sus intermedios, linderos ó ribazos se conserve una porción de plantas útiles para las maniobra de abejas; por lo que será bueno que en el circuito de los colmenares hay dichos cotos con la tercera parte de cultivo. Estas son unas noticias generales, y así, el que sea inteligente y curioso observará qué terrenos son mas idoneos, aun de los que abundan de la misma especie de plantas; porque es evidente, que no todas son iguales. Yo tengo observado, que habiendo abundancia de flores en algun territorio, no han dado principio á sus laboares las abeja, y siendo menos en otros han hecho progresos; lo que se debe atribuir á la mejor cualidad de aquellas, que en unos sitios son de mas jugo que otros. Despues que el colmenero hay hecho elección de terrreno bien florecido para situar sus hornales con arreglo á la instrucción que antecede, deberá buscar para su erección un sitio muy abrigado y defendido de los ayres, especialmente del cierzo y regañón, y aun si ser puede del solano; pero no tan cercado que no lo bañe el sol desde nacimiento hasta su ocaso, porque entonces serviria mas de perjuicio que de provecho el estar tan vallado y defendido, por lo que deberá procurar que el dicho hornal ó colmenar quede expuesto al sol por todo el dia en el de solsticioverno. Ademas de esto, debe ser el sitio exjuto, porque la humendad se opone mucho á los progresos de abejas; distante de rios caudalosos, estanques y lagunas, ya para que no las menoscaven sus frios y humedades, ya tambien para que no perezcan en sus olas al impluso de los vientos.
(7) Las abejas tienen una terrible aversión al olor de la mugre que dejan las ovejas en el terreno por donde pasan; y esta es la razón porque no visitan en todo el dia las flores ó plantas en donde ha pacido el ganado lanar; y de aquí ha tomado su origen este adagio comun. "A la planta que ha llegado el carnero ó la oveja, no llega la abeja"
CAPITULO II PÁRRAFO I
ANTORCHA DE COLMENEROS Ó TRATADO ECONÓMICO DE ABEJAS
Por D. Josef Rivas y Pérez natural de Villel de Mesa, año 1807
Del lugar en donde se deben erigir los hornales y colmenares, y fiores que se deben proporcionar á las abejas.
Jamas el colmenero podrá situar su hornales y colmenares en un lugar ventajoso; y correspondiente al mayor adelantamiento de las abejas, si no tiene un exácto conocomiento de las flores que son (digamoslo así) unos preciosos minerales en donde se encierran las riquezas de miel y cera, que aquellas infatigables trabajadoras extraen de ellos en bruto, y acaban de elaborar despues para depositarlas en sus almacenes. En este supuesto convendrá que sepa, que la mejor entre todas las flores es la del romero, por ser la mas temprana en este pais, y su miel la mas hermosa, mas suave, de mejor gusto y fragancia, y la más apta para la cria de abejas. A esta se sigue según la floración de esta tierra la del gayubo, cuya miel es blanca, de buen gusto, é idónea para el aumento de abejas; estas flores suelen venir en las fronteras de Aragón y tierras de Alcarria á primeros de abril poco mas ó menos, en cuyo tiempo aquellas dan principio á sus labores, y preparan las celdillas para la cria de sus semejantes que se multiplican sobre manera en breve tiempo cuando los años son abundantes, de modo que en el corto espacio de un mes poco mas ó menos se ponen en disposición de enjambar algunos vasos de los mas adelantados, siendo una floración copiosa, que no todas lo son. En tercero lugar viene la flor del tomillo, pero es de advertir que hay mucha variedad de tomillos, á unos llaman vastos, y estos florecen de ordinario en tierra de Alcamzan, y Ducado de Medinaceli á principios de junio: otros se llaman salseros, porque están enramados sobre la tierra á manera de grama. Estos son mas abundantes que los primeros, y florecen otros finos, que son los mejores entre todos, y florecen en el tiempo que media entre San Juan y San Pedro; y ademas de los dichos, vejetan en este pais la mejorana ó almarabux, tomillos de blanca flor, y otros de diferente especie; pero los referidos son los mas comunes, y mas idóneos para la cria de abejas, miel y cera. Hay alguna variedad entre la miel de dichas plantas, y toda es algun tanto pixiza; pero de buen gusto, y las obajas se multiplican notablemente en el tiempo de su floración. en el mismo tiempo florece el manrubio fino, la yerba balsamina, cuya miel es inferior á las ya dichas; y sin embargo es muy abundante para la procreación de las abejas, las cuales decaen sensiblemente pasadas estas flores. A éstas acompañan las flores amarillas, como son el melgon, las gevevas ó irbianas, aliaga, cambron, cabreruela, tormeruela, cenicillas y malvillas; florerá a la verdad de mucha utilidad para ceras, y no menos aptas á la fecundidad de estos insectos; pero ninguna de éstas es melíflua, pues ademas de carecer de caliz en donde esté depositado el jugo meloso, no destilan sustancia alguna. A la misma sazón florece la salvia, y en los terrenos que hay copia de esta palanta, adelantan bastante las colmenas. Su miel es roja, de color encendido, de mediano gusto, inferior á la de carrasca. Dicha flor abunda de miel, y su caliz es tan profundo, que por meterse las abejas á extraer el jugo, suelen percer en él muchas ahogas. A todas estas flores de tomillos las llaman en tierra de Almazan y Ducado de Medinaceli tempranas, por ser las que ántes pululan; y en tierras de romero y gayuvo, tardio de junio. en tierra de almazan y Ducado de Medinaceli, las flores de tardio de junio son comunmente las mas abundantes para toda maniobra de abejas. Las agedreas y espliegos son los últimos que florecen; su miel es blanca, muy aromática, de bello gusto, y muy apta para la multicaplición y conservación de las abejas, y así deberá ocupar el tercer lugar entre las referidas, siendo la mejor de todas la miel del romero, después la del gayuvo, luego la de agedras y espliego, y últimamente la del tomillo. Asímismo en el tiempo del agosto, que es cuando florecen las agedreas y espliegos, dan su flor los tomillos amarillos, que son tambien abundantes; la iba borde, el espigon, escobas de amarguillo, cordoncillo y llanten, todas muy convenientes para el fomento de las abejas, y adelantamiento de sus obras. La floración de agedreas, espliegos, y de todas las del tardío de agosto son muy apreciables; porque en ellas consiste la vida de las abejas, y ya no les queda otra apelación para pasar el invierno sino solo la carrasca y viercol que las acompañan. La floración de las agedreas es muy contingente por venir en el estío á principio de agosto, en cuya estación se escasea de ordinario el agua, y por consiguiente no pueden pimpollar dichas plantas por defecto de jugo. El espliego es el mas seguro de las flores de agosto, y es la razón que raiga muy profundo, y es consguiente participe humedad en la superficie en el medio, ó en lo mas hondo, por cauya causa siempre florece mas ó menos según viene el temporal. En defecto de este, tenenmos la carrasca en los años que abunda de bellota; que siempre se melan muchas, y en poco tiempo los vasos que abundan de abejas, acopian miel suficiente para psar el invierno, y dejar á su dueño un despojo copioso para soportar los gastos. Esta miel y la de viercol es la mas inferior de las referidas, y la que menos conserva las abejas. Con estas cortas noticias, podrá el colmenero buscar el terreno mas apropósito para colocar sus hornales y colmenares, y proporcionarles temprano de romero ó gayugo, juntamente con el tardio de junio, y sobre todo el tardío de agedreas, espliegos y carrasca. Y cuanto todo no se pueda lograr, á lo menos se deberán situar en parages donde flroaciones de temprano y tardío, conforme lo permita el terreno. Y encargo mucho á los colmeneros, que establezcan sus hornos y colmenas donde haya carrascas, á quien debemos la vida de mucha abejas. Asimismo deben estas los colmenares en medio de los cotos ó vedados interceptados de algunas labores de semejantes lugares, admas de no estar comidas ni holladas de ganados (7), llevan la ventaja de ser mas mantecosas por lo que participan de cultivo. Y de tal modo deben estar las labores, que en sus intermedios, linderos ó ribazos se conserve una porción de plantas útiles para las maniobra de abejas; por lo que será bueno que en el circuito de los colmenares hay dichos cotos con la tercera parte de cultivo. Estas son unas noticias generales, y así, el que sea inteligente y curioso observará qué terrenos son mas idoneos, aun de los que abundan de la misma especie de plantas; porque es evidente, que no todas son iguales. Yo tengo observado, que habiendo abundancia de flores en algun territorio, no han dado principio á sus laboares las abeja, y siendo menos en otros han hecho progresos; lo que se debe atribuir á la mejor cualidad de aquellas, que en unos sitios son de mas jugo que otros. Despues que el colmenero hay hecho elección de terrreno bien florecido para situar sus hornales con arreglo á la instrucción que antecede, deberá buscar para su erección un sitio muy abrigado y defendido de los ayres, especialmente del cierzo y regañón, y aun si ser puede del solano; pero no tan cercado que no lo bañe el sol desde nacimiento hasta su ocaso, porque entonces serviria mas de perjuicio que de provecho el estar tan vallado y defendido, por lo que deberá procurar que el dicho hornal ó colmenar quede expuesto al sol por todo el dia en el de solsticioverno. Ademas de esto, debe ser el sitio exjuto, porque la humendad se opone mucho á los progresos de abejas; distante de rios caudalosos, estanques y lagunas, ya para que no las menoscaven sus frios y humedades, ya tambien para que no perezcan en sus olas al impluso de los vientos.
(7) Las abejas tienen una terrible aversión al olor de la mugre que dejan las ovejas en el terreno por donde pasan; y esta es la razón porque no visitan en todo el dia las flores ó plantas en donde ha pacido el ganado lanar; y de aquí ha tomado su origen este adagio comun. "A la planta que ha llegado el carnero ó la oveja, no llega la abeja"