VILLEL DE MESA
CON ILUSIONES
En su incial entender, hablar de ilusiones lleva a pensar en el juego de engaños que la mente es capaz de forjar en tantas y tantas situaciones. La ilusión construye una imagen inexistente, ajena a la realidad, que se empieza pensando como posible y se termina tomando como real. Por la galerías del alma humana discurren estos aconteceres con tal frecuncia, que apenas nadie desgobierna sus pulsos a causa de semejantes sucesos. Eso sí, todo el mundo reconoce la frontera que delimita los campos ilusorios, lo mismo que identifica el orden de los ilusos. Cuanto queda dicho no impide, ni niega, el segundo sentido que se atribuye el término ilusión, ese que aparece en dichos como el hacerse ilusiones o el poner ilusión en una terea. Ahora las circunstancias son diferentes. Ilusionar, producir ilusión, aluden a causar alegría a propósito de lo que se anuncia o de lo que se espera. Ahora, en efecto, aparecen en primer plano sentimientos producidos por la posesión, la contemplación o la esperanza de algo que se tiene en las propias manos, como es el sentir de la novia que mira con tanta ilusión al novio, y viceversa. Y algo parecido vive el padre ilusionado por sus hijos; o los pequeños que aguardan con ilusión el retorno a casa del padre. La semejanza permite hablar de ilusionar e ilusionarse al tratar del cambio de obispo en la diócesis. a fin de cuentas, comienza una nueva etapa y tanto el arranque de algo como la novedad que ello suponga son motivos para alimentar las ilusiones de quienes viven la implicación religiosa diocesana. Es de de esperar, pues, que el cambio venga a renovar lusiones en los laicos, en los religiosos y en el clero.
El Eco número 3.624. Hoja diocesana semanal fundada en 1935 Sigüenza, 3 Abril 2011. Álvaro Ruiz
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Los pueblos del Valle del Mesa esperan con ilusión la primera visita pastoral de nuestro nuevo Obispo D. Atilano.
CON ILUSIONES
En su incial entender, hablar de ilusiones lleva a pensar en el juego de engaños que la mente es capaz de forjar en tantas y tantas situaciones. La ilusión construye una imagen inexistente, ajena a la realidad, que se empieza pensando como posible y se termina tomando como real. Por la galerías del alma humana discurren estos aconteceres con tal frecuncia, que apenas nadie desgobierna sus pulsos a causa de semejantes sucesos. Eso sí, todo el mundo reconoce la frontera que delimita los campos ilusorios, lo mismo que identifica el orden de los ilusos. Cuanto queda dicho no impide, ni niega, el segundo sentido que se atribuye el término ilusión, ese que aparece en dichos como el hacerse ilusiones o el poner ilusión en una terea. Ahora las circunstancias son diferentes. Ilusionar, producir ilusión, aluden a causar alegría a propósito de lo que se anuncia o de lo que se espera. Ahora, en efecto, aparecen en primer plano sentimientos producidos por la posesión, la contemplación o la esperanza de algo que se tiene en las propias manos, como es el sentir de la novia que mira con tanta ilusión al novio, y viceversa. Y algo parecido vive el padre ilusionado por sus hijos; o los pequeños que aguardan con ilusión el retorno a casa del padre. La semejanza permite hablar de ilusionar e ilusionarse al tratar del cambio de obispo en la diócesis. a fin de cuentas, comienza una nueva etapa y tanto el arranque de algo como la novedad que ello suponga son motivos para alimentar las ilusiones de quienes viven la implicación religiosa diocesana. Es de de esperar, pues, que el cambio venga a renovar lusiones en los laicos, en los religiosos y en el clero.
El Eco número 3.624. Hoja diocesana semanal fundada en 1935 Sigüenza, 3 Abril 2011. Álvaro Ruiz
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Los pueblos del Valle del Mesa esperan con ilusión la primera visita pastoral de nuestro nuevo Obispo D. Atilano.
