VILLEL DE MESA
HISTORIA.
La presencia de asentamientos humanos en la zona se remonta, según nos atestiguan los distintos yacimientos arqueológicos presentes dentro de los límites de Villel, al año 1000 antes de nuestra era. Entre los años 600 y 300 a. c., la región del señorio de Molina se encontraba en plena Celtiberia. En concreto, el término de Villel estría bajo el dominio de la tribu Tittos, que se extendian desde lo que es la actual Molina de Aragón hasta el desagüe del río Mesa en el Piedra.
Pasan muchos siglos de convivencia entre los distintos pueblos hasta la llegada de los romanos a la parte oriental de la meseta, allá por el siglo II a. de C. Se cree que muy cerca de Villel de Mesa pudo pasar una vía romana, que comunicaba la zona de La Mancha con la importante calzada que conectaba las ciudades de Calatayud y Sigüenza. Este ramal se denomina camino de ameros y cruza el Mesa antes de Turmiel paara dirigirse a Mochales, Sisamón y Cetina.
La próxima evidencia clara de asentamiento humando nos lleva al pueblo visigodo, el cual hizo presencia en la zona el siglo VI. De su cultura nos ha quedado los restos de una necrópolis con sus tumbas y ajuares y alguna tumba aislada.
Al principios del siglo VIII comienza la conquista de la peninsula por parte de los árabes, quienes permanecerán en el señorio de Molina hasta finales del siglo XI proncipios del XII. En Villel Mesa habitan El Villar, actual yacimiento de restos de piezas cerámicas de esta época.
Entre los años 1121 y 1124 cuando se produce la reconquista de los últimos territorios de los valles del Jalón y el Mesa, iniciada por Alfonso I el Batallador en Calatayud. Posteriormente se lleva a cabo un proceso de repoblación, repartiendo las tierras conquistdas entre aquellos que ayudaron en la expulsión de los musulmanes. Toma la iniciativa Manrique de Lara, noble de la corte de Alfonso VII de Castilla, que queda primer señor de Molina y Mesa.
En el año 1202, Villel queda bajo la jurisdición del castillo de Mesa, que era propiedad de los señores de Molina. Posteriormente, en 1299, pasaría a formar parte de la Corona de Aragón debido a la toma que sufrió el castillo de Villel por parte de Rui Gonzalez de Funes, gobernador del castillo de Ariza y su hermano Gonzalo. Así quedo el primero de los hermanos como señor de Villel y Gonzalo de Algar. La familia Funes permaneció en poseseión del Señorio de Villel hasta el siglo XVI, unas veces bajo la Corona de Aragón y otras bajo el reino de Castilla, gracias a su buen diplomático.
Siguieron los descendientes de los Funes con los apellidos de Andrade y González de la Camanara, hasta que en 1680 el Señorío pasa a Marquesado por merced.
No mucho años pasan hasta la Guerra de Sucesión (1700-1714) deja sus marcas en Villel. Entre ellas el incendio del palacio de los Marqueses en 1710, como venganza por los heroicos hecho protagonizados por Alfonso González de la Cámara, marqués de Villel, en la liberación de Molina. Como se verá más adelante, fue en el mencionado palacio donde don Alfonso y Juan Malo gestaron la liberación de Molina, año 1706.
Hasta el año 1801 permaneció a Cuenca y a partir de dicha fecha pasa a formar parte de Soria.
Y más incendios en la Guerra de la Independencia (1808-1814), aunque esta vez la peor parte se la llevó la Iglesia paroquial y su órgano, tras el incendio de la villa por parte de los franceses. El 20 ó 21 de marzo de 1810, por motivos de la guerra, se traslada a Villel la Junta Provincial de Soria, presidida por don Alfonso; y con dicha institución, también vino la Administrtación de Correos de Soria, a cargo de Manuel Laguna Gutierrez. Fue en este año 1810 cuando Villel y los pueblos de la Zona sufrieron la barbarie francesa.
Una vez terminada la guerra, Villel siguió perteneciendo a Soria, fuera de los límites de la provincia. En noviembre de 1820 se agrega al partido de Molina de Aragón, quedando dentro de los límites de la provincia de Guadalajara.
HISTORIA.
La presencia de asentamientos humanos en la zona se remonta, según nos atestiguan los distintos yacimientos arqueológicos presentes dentro de los límites de Villel, al año 1000 antes de nuestra era. Entre los años 600 y 300 a. c., la región del señorio de Molina se encontraba en plena Celtiberia. En concreto, el término de Villel estría bajo el dominio de la tribu Tittos, que se extendian desde lo que es la actual Molina de Aragón hasta el desagüe del río Mesa en el Piedra.
Pasan muchos siglos de convivencia entre los distintos pueblos hasta la llegada de los romanos a la parte oriental de la meseta, allá por el siglo II a. de C. Se cree que muy cerca de Villel de Mesa pudo pasar una vía romana, que comunicaba la zona de La Mancha con la importante calzada que conectaba las ciudades de Calatayud y Sigüenza. Este ramal se denomina camino de ameros y cruza el Mesa antes de Turmiel paara dirigirse a Mochales, Sisamón y Cetina.
La próxima evidencia clara de asentamiento humando nos lleva al pueblo visigodo, el cual hizo presencia en la zona el siglo VI. De su cultura nos ha quedado los restos de una necrópolis con sus tumbas y ajuares y alguna tumba aislada.
Al principios del siglo VIII comienza la conquista de la peninsula por parte de los árabes, quienes permanecerán en el señorio de Molina hasta finales del siglo XI proncipios del XII. En Villel Mesa habitan El Villar, actual yacimiento de restos de piezas cerámicas de esta época.
Entre los años 1121 y 1124 cuando se produce la reconquista de los últimos territorios de los valles del Jalón y el Mesa, iniciada por Alfonso I el Batallador en Calatayud. Posteriormente se lleva a cabo un proceso de repoblación, repartiendo las tierras conquistdas entre aquellos que ayudaron en la expulsión de los musulmanes. Toma la iniciativa Manrique de Lara, noble de la corte de Alfonso VII de Castilla, que queda primer señor de Molina y Mesa.
En el año 1202, Villel queda bajo la jurisdición del castillo de Mesa, que era propiedad de los señores de Molina. Posteriormente, en 1299, pasaría a formar parte de la Corona de Aragón debido a la toma que sufrió el castillo de Villel por parte de Rui Gonzalez de Funes, gobernador del castillo de Ariza y su hermano Gonzalo. Así quedo el primero de los hermanos como señor de Villel y Gonzalo de Algar. La familia Funes permaneció en poseseión del Señorio de Villel hasta el siglo XVI, unas veces bajo la Corona de Aragón y otras bajo el reino de Castilla, gracias a su buen diplomático.
Siguieron los descendientes de los Funes con los apellidos de Andrade y González de la Camanara, hasta que en 1680 el Señorío pasa a Marquesado por merced.
No mucho años pasan hasta la Guerra de Sucesión (1700-1714) deja sus marcas en Villel. Entre ellas el incendio del palacio de los Marqueses en 1710, como venganza por los heroicos hecho protagonizados por Alfonso González de la Cámara, marqués de Villel, en la liberación de Molina. Como se verá más adelante, fue en el mencionado palacio donde don Alfonso y Juan Malo gestaron la liberación de Molina, año 1706.
Hasta el año 1801 permaneció a Cuenca y a partir de dicha fecha pasa a formar parte de Soria.
Y más incendios en la Guerra de la Independencia (1808-1814), aunque esta vez la peor parte se la llevó la Iglesia paroquial y su órgano, tras el incendio de la villa por parte de los franceses. El 20 ó 21 de marzo de 1810, por motivos de la guerra, se traslada a Villel la Junta Provincial de Soria, presidida por don Alfonso; y con dicha institución, también vino la Administrtación de Correos de Soria, a cargo de Manuel Laguna Gutierrez. Fue en este año 1810 cuando Villel y los pueblos de la Zona sufrieron la barbarie francesa.
Una vez terminada la guerra, Villel siguió perteneciendo a Soria, fuera de los límites de la provincia. En noviembre de 1820 se agrega al partido de Molina de Aragón, quedando dentro de los límites de la provincia de Guadalajara.
