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VILLEL DE MESA

CRÓNICA EN INTERVIÚ 8 de septiembre de 2008 pág. 52-53-54.

CON CANTERA NO HAY PARAÍSO.

UNA MINA DIVIDE A UN PEQUEÑO PUEBLO ALCARREÑO CON UNO DE LOS MAYORES SABINARES DE EUROPA.

Celtíberos, visigodos, romanos y árabes se asentaron en Villel de Mesa (Guadalajara). Dol mil años después, trata de hacerlo Crema Sierra Puerta, una empresa explotadora de canteras, para trabajar la piedra arenisca que escasea en otras partes de España. Traería algunos puestos de trabajo, pero pondría en peligro miles de sabinas y aves protegidas. Por ese dilema los vecinos mantienen una tensa pugna.

Su eslogan es gracioso: "La montaña en su casa". La llenan de viviendas de lujo y al pueblo le dejan sin montañas, que están preciosas y llenas de sabinas. Sólo van a dejar destrozos, ruido y polvo", dice indigando Julián Marcos, residente gran parte del año en Villel de Mesa, un pueblo de Guadalajara, de 200 vecinos, que vive de agricultura y la ganadería. La localidad está enclavada en un valle, el del Mesa, que duarga restos arqueológicos celtíveros, romanos, visigodos -unanecróplis- y árabes entre 35.000 sabinas -especie vegetal protegida- que lo convierte en uno de los más importantes sabinares de Europa. El esologan que critica Julián Marcos es el del Grupo San Marino, industrias murciana que explota y comercializa piedras ormamentales. En Villel se conoce el eslogan desde que en mayo estalló una polémica que hoy divide al pueblo: "De la noche a la mañana nos plantaron una excavadora para hacer sondeos de arenisca en el valle. E hicieron catas, y movimiento de tierra -extrajeron cinco bloques de 20 toneladas- sin autorización, y se cargaron veinte sabinas", denuncia Juan Parredes, vicepresidente de la Asociación para el Desarrollo del Valle del Mesa (Adevame), principal opositora al proyecto de abrir una cantera en el valle.

La idea no es reciente. En 2006, un representante de Crema Sierra Puerta una sociedad limitada del grupo San Marino-, anunció en Villel que prentendía explotar, en principio, cuatro hectáreas de montaña excavando 50.000 metros cúbicos por año. Es un negocio cuya materia prima cotiza a buen precio: la arenisa se paga a 100 euros el metro cúbico. Crema Sierra Puerta prometió dos o tres empleos, ampliables a diez si se construye una planta de corte y pulido de piedra. Hoy, el presidente de Crema Sierra Puerta, José Marín Núnez, duda del número de empleados que traería al pueblo -"hay canteras que tienen dos trabajadores y otras cien", dice- y se defiende de las críticas: "De polvo, nada. La cantera no formaría el polvo que dicen porque cortamos con refrigeración de agua. Y siempre repoblamos la zona". Pero en Ecologistas en Acción no se lo creen: "Los lugares afectados por canteras se restauran un 0,1 por ciento de las veces, y el daño que causan es irreversible. Y la refrigeración del corte consume mucha agua", dice Juanjo Díaz, coordinador regional. Nieves Muñoz, secretaria de Adevame, va más allá: "Han arrasado las montañas de Murcia y Alicante y por eso vienen aquí. Y nosotros no vamos a parar hasta que Crema Sierra Puerta diga que no abrirá una mina en el Mesa. Si creasen más de 20 empleos lo reconsideraríamos, pero cortarán la piedra en Zaragoza: es poco probable que abran aquí la planta de corte y pulido".

El proyecto suscita opiniones encontradas en este paraíso secreto de Guadalajara. "Los que están a favor es porque creen que la cantera será una mina de oro para el pueblo, cuando la mayoría de las canteras tienen tres empleados y vienen de fuera. Es el turimo rural lo que puede salvar al pueblo; una mina lo echará a perder.", sentencia Adolfo Barambio, que veranea en Villel de Mesa. La polémica viene servida no sólo por las sabinas, el polvo, el agua y el ruido, sino también por las especies de aves protegidas, el buitre leonado y el águila perdicera, que sobrevuelan el valle, delcarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Interés Comunitario) y protegido por la ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. "Si la cantera se abre, la flora y la fauna serán arradas", augura Francisco Escolano, presidente de Adevame. "Pero algunas especies se acostumbran al hábitat", matiza la técnica del Ministerio de Industria Dolores Barrio.

En Villel coinciden en que la mayoria de los que viven en el pueblo todo el año están a favor de la cantera, y la mayoría de los que viven a media residencia o sólo vienen a veranerar, en contra. Y hay además una gran parte que guarda silencio: "No voy a pronunciarme hasta que haya algo oficial porque hay tensión entre las dos partes", arguye uno de los propietarios del cerro donde iría la cantera. Pascual Hernández, otro dueño, prefiere no callar: "Me han pagado 1.000 euros por un tercio de hectárea, el de acceso, y me pagarán 10.000 más por media hectárea más. La mina dará mucho empleo", dice. De la misma opinión es Álgel Álvarez, vecino de Villel: "Muchos de los que protestan vienen cuatro días al año. En el pueblo reunimos tres folios con firmas a favor. Aquí hay cuatro sabinas. Ese cerro no vale nada". Otro vecino, Julio García, apoya ese parecer. "Mi primo trabaja en una cantera de Abanto (Zaragoza) de 30 empleados y no hace polvo, porque cortan con refrigeración de agua". En medio de las discusiones Crema Sierra Puerta prepara un estudio de impacto ambiental. José Marín, el empresario, avisa: "Si el pueblo se opone, me iré, pero negociaré, porque he gastado mucho dinero en las concesiones.".

Muchos de los que se oponen miran de reojo a la cantera más cercana, en el valle de al lado, el del río Piedra, junto a Llumes, pedanía de Monterde, cruzada la raya que separa Guadalajara de Zaragoza. Allí, Arturo Pardos, presidente de Flunes, Asocición para el Desarrollo del Valle del Piedra, relata una mala experiencia: "La cantera ha espantando el turismo -y eso que queda cerca el conocido MOnasterio de Piedra-. El ruido de las máquinas es insoportable, los crsitales de las casas están llenos de polvo". Mármoles Monterde abrió la cantra en 2005, y desde entonces ha creado tres empleos. Afirma Miguel Ramo, edil socialista de Monterde, que "el beneficio para el pueblo son 3.600 eruros al año. Toda la aldea está en contra. La zona no está balizada y la ladera sur, a 250 metros de las viviendas, acumula una pila de escombros, que a veces han caído en fincas particulares".

Podrían ser las urnas las que solucionen el conflito. aunque en el ayuntamiento no hay demasiadas voces que quieran mojarse -"no tengo nada que decir, porque no hay nada oficial", dice Miguel García, concejal del PP-, si lo hace Luis Barambio, el alcalde socialista: "Particularmente estoy en contra, por todo lo que han dicho, y se quedan cortos. Pero como alcalde haré lo que diga el pueblo: cuando Crema Sierra Puerta se dirija a mí, haremos una consulta popular y decidiremos".

(Ilustrada con fotografías de la cantera. Parcarta. Pasacual Hernanadez. Julio García, Emilio Ambrós y angel Álvarez, María Nieves Muñóz y Julian Marcos) (Reportage Cristina Santiago, fotos Fernándo Cárdenas)