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VILLEL DE MESA

CRÓNOCA EN EL DIARIO DE NUEVA ALCARRIA, viernes 3 de enero de 2003, pág. 29.

EN LA NAVIDAD DEL AÑO 1922.

UNA GRAN ACONTECIMIENTO ILUMIÓ LAS ESQUINAS DE LAS PRINCIPALES CALLES DEL PUEBLO.

Es este pueblo y en aquel año 1922 surgío uno de los mayores contecimientos de la historia que puede contrarse en los sucesivos siglos y generaciones.

Aquellas navidades se celebraron sus mayores solemnidades, tanto familiares como litúrgicas en la noche del 24 de diciembre, 1922. Un mes de dicimebre que daba paso a otro año y así sucesivamene hasta nuestros días.

En aquellos tiempos, la plaza, calles y nuestros hogares se iluminaban con la luz del sol y por la noche cuando la luna salía. Los troncos de chaparro y sabina que ardían en la lumbre de la cocina, iluminaba las caras que rodeaban en aquella tertulia en las noches de invierno, y que las bajas temperaturas congelaban hasta la leche de la despensa y el contenido de aquellos "orinales" de procelana y de piedra que se guardaban debajo de la cama.

LA LLEGADA DE LA LUZ ELÉCTRICA.
Las turbinas de la central eléctrica movidas por la fuerza del agua del río Mesa, dio sus primeros KW, y distribuidos por el tendido del pueblo llegó a iluminar la misteriosa y milagrosa bombilla del voltaje de 125. La economía familiar no permitía a muchas familias la instalación de esta bombilla, a veces conmutada y siguieron iluminándose, con el candil, el carburo o el rollo de cera.

En las navidades del 1922, la iglesia parroquial se iluminó con las lámaparas de gargantills de cristal y que hoy figuran otras de forja. Más de sententa años siguieron las lámparas de aceite.

En las calles oscuras se apreciaba una diminuta bomilla que salía del brazo metálico y protegida por un plato de percelana, para que iluminara aquel lugar.

La eneergía eléctrica transformó muchos hábitos domésticos. aunque tardó varios años, la planta de carbón fue sutituida por la eléctrica, el molinollo de café se dejó de amasar a mano y la maquinaria panificadora dejó descansar a los brazos humanos. Sonaron la primeras las primeras sintonías, de las emisaras de radio que transmitían las noticias, seriales y las emisosaras cristianas, que pegados a la radio sentíamos la voz del Papa y con la inclinación de rodilla recibíamos su bendición.

Las bandurrias y guitarras que orquestaban la música del baile en los días festivos, se fueron cambiando por la gramola y tocadiscos. La pareja marcaba el paso al compás de aquella "pieza solicitada" en el primer salón de baile, de Miguel García.

OCHENTA AÑOS DESPUÉS.
Ochena años han transcurrido, al leer sus crónicas pudieran servir para encantar a los niños que se duermen explicándoles un cuento. Elos ver ahora un pueblo iluminada, su gran plaza que durante el día juegan en sus jardines a la caída de la tarde recobra otra iluminación ue permanece toda la noche.

En las casas ya hay iluminación en las habitaciones y los electrodomésticos guardan frescos los alimentos.

Ya no se mata el cerdo ni se adoban los chorizos y costillares en las ollas que se guardaban en la despensa, ls televiones nos llenan de imágenes en los informativos, películas, concursos hasta altas horas de la madrugada y que son muchas las noches que en el sofá nos quedamos dormidos.

Muy pronto cumplirá 89 años Cirilo Ochoa, que fue el último empleado de la central eléctrica. Su padre, Pedro Ochoa, fue uno de los primeros empleados en aquellos años.