VILLEL DE MESA
CRÓNICA EN EL DIARIO DE NUEVA ALCARRIA, viernes 15 de julio de 2005, pág. 28.
EL RELOJ QUE NO MARCA LA HORA.
Hace tres décadas que dejó de funcionar.
Van pasando los años y el reloj del campanario de la iglesia de Villel sigue si avanzar, siempre marca la 13,30. Nadie sabe ponerlo en marcha y así van pasando los años, sin saber la hora.
Santiago Berrueco hace más de 30 años ofreció a la iglesia un reloj, el cual fue aceptado y colocado, en el mismo lugar que toda la vida hubo un campanillo, siempre sonaba al terminar el toque principal, ya fuera repique de campanas, clamores, rosario o novenas, pero el campanillo dejó de sonar y lo desmontaron. En su lugar instalaron el reloj, los vecinos estaban muy conentos porque las horas empezaron a sonar. Pero el campanillo ha dejado de sonar y el reloj hace más de treinta años marca las misma hora sin sonido y ningun vecino de la localidad sabe ponerlo en marcha, a pesar del interés que han demostrado desde hace años. Su funcionamiento sigue siendo un enigma.
CRÓNICA EN EL DIARIO DE NUEVA ALCARRIA, viernes 15 de julio de 2005, pág. 28.
EL RELOJ QUE NO MARCA LA HORA.
Hace tres décadas que dejó de funcionar.
Van pasando los años y el reloj del campanario de la iglesia de Villel sigue si avanzar, siempre marca la 13,30. Nadie sabe ponerlo en marcha y así van pasando los años, sin saber la hora.
Santiago Berrueco hace más de 30 años ofreció a la iglesia un reloj, el cual fue aceptado y colocado, en el mismo lugar que toda la vida hubo un campanillo, siempre sonaba al terminar el toque principal, ya fuera repique de campanas, clamores, rosario o novenas, pero el campanillo dejó de sonar y lo desmontaron. En su lugar instalaron el reloj, los vecinos estaban muy conentos porque las horas empezaron a sonar. Pero el campanillo ha dejado de sonar y el reloj hace más de treinta años marca las misma hora sin sonido y ningun vecino de la localidad sabe ponerlo en marcha, a pesar del interés que han demostrado desde hace años. Su funcionamiento sigue siendo un enigma.