VILLEL DE MESA
NAVIDAD 2008, viernes 19 Diciembre 2008 pág. 10. Nueva Alcarria.
RECUERDOS VILLELEROS EN LA NAVIDAD DE LOS CINCUENTA.
"El día de reyes nos despertábamos temprano para escuchar los consejos de los magos de Oriente habían dejado a nuestros padres, junto con una onzas de chocolate o una tableta de turrón de guirlache"
______________________________ _________________________
Vamos cambiando según las circunstancias que acompañan a los tiempos en la vida de cada persona, de cada pueblo, ciudad o país. Y cada persona guarda su recuerdo de las entrañables fechas de Navidad vivida en aquel lugar de infancia en el medio rural. La Navidad vivida en la capital del valle del Mesa, siempre fue esperada con alegría e ilusión, especialmente para los más pequeños que asistimos en los preparativos y formación del belén, la confección las zambombas y escribiendo las cartas a los Reyes Magos.
La imaginación y fantasía en la infancia alcanzaba hasta el límite para colmar de ilusión todo aquello que escuchábamos de nuestros pabres y abuelos, maestros y sin olvidar a nuestro sacerdote, de todos aquellos que fuimos monaguillos. Las ondas de la radio y televisión no llegaban a nuestro pueblo, mejor dicho no existía y los paratos de radio aún no se había adquirido. Tan solo de palabra nos llegaba el mensaje de Navidad, centrado en la única imagen del Niño Jesús que en estos días se hacía visible a todos los feligreses en aquel Belén montado por los niños y niñas del colegio. Cogíamos musgo entre aquellos lugares de la Quiebra y otras zonas húmedas y rocosas; también ramas de sabina "roma", con las que íbamos cubriendo una mesa y cuyo vacío interior sería la cuna del Niño Jesús. La nieve se imitaba con harina blanca de nuestros campos.
Aquél 24 de diciembre era el mas largo del año. Todos esperábamos con alegría asistir a la misa del Gallo, en algunas ocasiones el sueño nos vencía y al despertar al día siguiente, rompías con lloros hasta que recibibías el consuelo de la madre. Pero siempre queda aquella imagen de la misa a media noche. Hasta que llegaba la hora nos reuníamos al calor del horno, y al sonido del repique de campanas, los jóvenes corríamos para escoger los primeros sitios en los bancos, reservados para el grupo escolar. Vivíamos con gran ilusión el día de Pascua, la llegada del año nuevo y los Reyes. Era costumbre despertar ese día antes de lo normal, recuerdo cómo nuestros padres nos contaban los consejos que los Reyes Magos le habían dejado para superar nuestra conducta para todo el año, junto con aquella barra de turrón de guirlache y alguna onza de chocolate como regalo. Y en aquella noche por nuestros seuños pasaron los camellos, los Reyes y cuantas ilusiones nos habíamos creado. Aquella mañana de Reyes, siguiendo la tradición por las puertas íbamos pidiendo. Llenábamos el cesto de manzanas y nueces que las amigas de nuestras madres nos iban regalando.
Y en estos tiempos muchas cosas han cambiado, ya casi no hay matanzas y no podemos hacer zambombas que se confeccionaban con la vejiga del cerdo.
Hoy tenemos las imágenes de la televisión y conocemos los colores de Reyes. En aquellos tiempos llegaban con sus camellos hasta los balcones de nuestras casas, ahora llegan en un gran tractor adornado hasta la plaza. Allí el pueblo entero les espera y las autoridades les dan la bienvenida y les ofrecen posada.
Aquellos meses de diciembre de los años 50 del siglo XX, comenzaban con un gran fiesta dedicada a la Madre, la Purísima Concepción. Seremos más seremos menos, pero en nuestra capital del vallel del Mesa siempre en la Navidad en la mesa nos sentaremos, buen vino beberemos y buena comida comeremos.
REFLESIONES DESDE EL CORAZÓN DE UN VILLELERO.
El nacimiento de Jesús en el portal de Belén alegró los corazones de toda la humanidad especialmente a los más pobres y necesitados y de nuevo conmemoramos, en plena crisis, el nacimiento con la respueta a la que nos fue anunciado "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". De nuevo el anuncio de estas fiestas y, lo expreso de esta manera en esta línea, significa para una mayoría el haber llegado un año más a estas fechas para celebrar, dentro de las posibilidades de cada persona o familia, el significado que tiene en nuestra religión. Otros lo harán en los ambientes que la sociedad ha ido estableciendo. En ambos es motivo de unir a las familias y este año muy especialmente ante la situación que estamos viviendo.
En esta tierra llena de paz y buena voluntad seguiremos esperando aquellas llamadas telefónicas de la familia y amigos que desde sus lugares de la nueva residencia nos felicitarán las Navidades, o nosotros a ellos. Esta modalidad desde hace mas de 40 años ha sustituido en su mayoría al correo ordinario, de aquellas cartas en la que se dejaba leer repetidamente el mensaje de aquella pluma acompañada por el pulso de la mano. Largos trazos que unían las letras, de la misma forma que el pensamiento iba dictando los acontecimientos familiares.
Los días se irán descolgado de las hojas del calendario santoral e iremos celebrando otras fiestas nacionales y si los once meses anteriores pasaron, el mes de diciembrre cierra la histria de los 365 del año con fuerza y velozamente como hizo la Estrella de Oriente.
Ahora, llevamos en nuestros bolsillos participaciones del sorteo de la Lotería de Navidad con aquella ilusión que van cantando los niños y niñas en la mañana del día 22. Nososotros les acompañaremos esperando sean agraciados los números que en nuestro pueblo se han repartido y si no llegaran, de nuevo se repetirá la frase "que la salud nos nos falte".
Llega pues una Navidad que todos esperamos y que desde este valle del Mesa no ignoramos de las grandes penurias que muchas familias están pasando. Sabemos que nuetro recuerdo no les solucionará sus grandes problemas, pero si que nos hace sentirnos muy unidos y cada uno, dentro de nuestras posibilidades, estaremos con los más allegados.
En nuestra capital del valle en estos días se une la alegría con el dolor, ya que a lo largo de este año ha ido dejando en muchas familias, luces que se van apagando en los hogares y se encienden estrellas que van alumbrando en el cielo, un año que será muy recoerdado por las personas que nos han dejado.
No faltaremos a nuestra cita semanal para comunicarnos a através de nuestro diario NUEVA ALCARRIA para darle vida a las buenas noticias que cada día nos va anunciando. Durante este año que está a punto de terminar se ha creado una pagina "web"
http://villeldemesa webcindario. com/index. php
o visitar Foro: Pueblos de España
VILLEL DE MESA
que recoge todas las crónicas que se han ido editando en este diario. Una alegría más para estos pueblos del valle del Mesa.
NAVIDAD 2008, viernes 19 Diciembre 2008 pág. 10. Nueva Alcarria.
RECUERDOS VILLELEROS EN LA NAVIDAD DE LOS CINCUENTA.
"El día de reyes nos despertábamos temprano para escuchar los consejos de los magos de Oriente habían dejado a nuestros padres, junto con una onzas de chocolate o una tableta de turrón de guirlache"
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Vamos cambiando según las circunstancias que acompañan a los tiempos en la vida de cada persona, de cada pueblo, ciudad o país. Y cada persona guarda su recuerdo de las entrañables fechas de Navidad vivida en aquel lugar de infancia en el medio rural. La Navidad vivida en la capital del valle del Mesa, siempre fue esperada con alegría e ilusión, especialmente para los más pequeños que asistimos en los preparativos y formación del belén, la confección las zambombas y escribiendo las cartas a los Reyes Magos.
La imaginación y fantasía en la infancia alcanzaba hasta el límite para colmar de ilusión todo aquello que escuchábamos de nuestros pabres y abuelos, maestros y sin olvidar a nuestro sacerdote, de todos aquellos que fuimos monaguillos. Las ondas de la radio y televisión no llegaban a nuestro pueblo, mejor dicho no existía y los paratos de radio aún no se había adquirido. Tan solo de palabra nos llegaba el mensaje de Navidad, centrado en la única imagen del Niño Jesús que en estos días se hacía visible a todos los feligreses en aquel Belén montado por los niños y niñas del colegio. Cogíamos musgo entre aquellos lugares de la Quiebra y otras zonas húmedas y rocosas; también ramas de sabina "roma", con las que íbamos cubriendo una mesa y cuyo vacío interior sería la cuna del Niño Jesús. La nieve se imitaba con harina blanca de nuestros campos.
Aquél 24 de diciembre era el mas largo del año. Todos esperábamos con alegría asistir a la misa del Gallo, en algunas ocasiones el sueño nos vencía y al despertar al día siguiente, rompías con lloros hasta que recibibías el consuelo de la madre. Pero siempre queda aquella imagen de la misa a media noche. Hasta que llegaba la hora nos reuníamos al calor del horno, y al sonido del repique de campanas, los jóvenes corríamos para escoger los primeros sitios en los bancos, reservados para el grupo escolar. Vivíamos con gran ilusión el día de Pascua, la llegada del año nuevo y los Reyes. Era costumbre despertar ese día antes de lo normal, recuerdo cómo nuestros padres nos contaban los consejos que los Reyes Magos le habían dejado para superar nuestra conducta para todo el año, junto con aquella barra de turrón de guirlache y alguna onza de chocolate como regalo. Y en aquella noche por nuestros seuños pasaron los camellos, los Reyes y cuantas ilusiones nos habíamos creado. Aquella mañana de Reyes, siguiendo la tradición por las puertas íbamos pidiendo. Llenábamos el cesto de manzanas y nueces que las amigas de nuestras madres nos iban regalando.
Y en estos tiempos muchas cosas han cambiado, ya casi no hay matanzas y no podemos hacer zambombas que se confeccionaban con la vejiga del cerdo.
Hoy tenemos las imágenes de la televisión y conocemos los colores de Reyes. En aquellos tiempos llegaban con sus camellos hasta los balcones de nuestras casas, ahora llegan en un gran tractor adornado hasta la plaza. Allí el pueblo entero les espera y las autoridades les dan la bienvenida y les ofrecen posada.
Aquellos meses de diciembre de los años 50 del siglo XX, comenzaban con un gran fiesta dedicada a la Madre, la Purísima Concepción. Seremos más seremos menos, pero en nuestra capital del vallel del Mesa siempre en la Navidad en la mesa nos sentaremos, buen vino beberemos y buena comida comeremos.
REFLESIONES DESDE EL CORAZÓN DE UN VILLELERO.
El nacimiento de Jesús en el portal de Belén alegró los corazones de toda la humanidad especialmente a los más pobres y necesitados y de nuevo conmemoramos, en plena crisis, el nacimiento con la respueta a la que nos fue anunciado "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". De nuevo el anuncio de estas fiestas y, lo expreso de esta manera en esta línea, significa para una mayoría el haber llegado un año más a estas fechas para celebrar, dentro de las posibilidades de cada persona o familia, el significado que tiene en nuestra religión. Otros lo harán en los ambientes que la sociedad ha ido estableciendo. En ambos es motivo de unir a las familias y este año muy especialmente ante la situación que estamos viviendo.
En esta tierra llena de paz y buena voluntad seguiremos esperando aquellas llamadas telefónicas de la familia y amigos que desde sus lugares de la nueva residencia nos felicitarán las Navidades, o nosotros a ellos. Esta modalidad desde hace mas de 40 años ha sustituido en su mayoría al correo ordinario, de aquellas cartas en la que se dejaba leer repetidamente el mensaje de aquella pluma acompañada por el pulso de la mano. Largos trazos que unían las letras, de la misma forma que el pensamiento iba dictando los acontecimientos familiares.
Los días se irán descolgado de las hojas del calendario santoral e iremos celebrando otras fiestas nacionales y si los once meses anteriores pasaron, el mes de diciembrre cierra la histria de los 365 del año con fuerza y velozamente como hizo la Estrella de Oriente.
Ahora, llevamos en nuestros bolsillos participaciones del sorteo de la Lotería de Navidad con aquella ilusión que van cantando los niños y niñas en la mañana del día 22. Nososotros les acompañaremos esperando sean agraciados los números que en nuestro pueblo se han repartido y si no llegaran, de nuevo se repetirá la frase "que la salud nos nos falte".
Llega pues una Navidad que todos esperamos y que desde este valle del Mesa no ignoramos de las grandes penurias que muchas familias están pasando. Sabemos que nuetro recuerdo no les solucionará sus grandes problemas, pero si que nos hace sentirnos muy unidos y cada uno, dentro de nuestras posibilidades, estaremos con los más allegados.
En nuestra capital del valle en estos días se une la alegría con el dolor, ya que a lo largo de este año ha ido dejando en muchas familias, luces que se van apagando en los hogares y se encienden estrellas que van alumbrando en el cielo, un año que será muy recoerdado por las personas que nos han dejado.
No faltaremos a nuestra cita semanal para comunicarnos a através de nuestro diario NUEVA ALCARRIA para darle vida a las buenas noticias que cada día nos va anunciando. Durante este año que está a punto de terminar se ha creado una pagina "web"
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