Sirva esta breve reseña como un pequeño
homenaje a un gran hombre. Ayer me quedé sorprendido al enterarme de la triste noticia, Leoncio había fallecido, ni siquiera me había enterado de que estuviera enfermo. No pude acompañarle en su último viaje.
Le envidio por la vida que ha llevado, siempre ha hecho lo que ha querido y toda la vida ha vivido donde quería, en su
pueblo,
Riahuelas. Cuantos momentos hemos vivido en la taberna, eran otros años, cuantas charlas hemos tenido juntos.
Te vamos a echar
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