Aquella mujer, de un pais lejano, montó una buena
noche todo un espectáculo en este
pueblo. Llamaron a la guardia civil de
Ayllón. La mujer en cuestión se quejaba de que su marido bebía en exceso. "Si sabías que bebía, ¿por que te casate con él?", le preguntaron. "Yo no tenía ni idea de que bebía, cotestó la
joven mujer, "hata que una noche llegó a
casa sobrio".