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AQUELLOS ALTOS DE AYLLÓN
Vientos del norte acechando
sobre sus secos rastrojos,
el tiempo se va pasando
mientras lo sufren los ojos.
Son los rasos temblorosos
de aquellos campos de Ayllón,
que hoy se vuelven horrorosos
con tan penosa lección.
La lluvia se fue marchando
sin entender de ilusión,
y en los Altos fue dejando
ese campo de evasión.
Altos que marcan los días
entendiendo su razón,
existen las noches frías
donde sufre el corazón.
Vientos que vienen helados
en sus rasos de pasión,
viendo que dejan marcados
caminos de incomprensión.
Ayllón espera en su valle
esa lluvia de emoción,
y el Alto vive al detalle
la querida solución.
El viento viene silbando
con su fuerza de ciclón,
los Altos lo van notando
sin saber la solución.
En Ayllón se va esperando
que el clima siembre ilusión,
y que la lluvia mojando
pueda quitar confusión.
Altos llenos de silencio
donde todo es confusión,
el frío marca su precio
sin darnos satisfacción.
G X Cantalapiedra.
Vientos del norte acechando
sobre sus secos rastrojos,
el tiempo se va pasando
mientras lo sufren los ojos.
Son los rasos temblorosos
de aquellos campos de Ayllón,
que hoy se vuelven horrorosos
con tan penosa lección.
La lluvia se fue marchando
sin entender de ilusión,
y en los Altos fue dejando
ese campo de evasión.
Altos que marcan los días
entendiendo su razón,
existen las noches frías
donde sufre el corazón.
Vientos que vienen helados
en sus rasos de pasión,
viendo que dejan marcados
caminos de incomprensión.
Ayllón espera en su valle
esa lluvia de emoción,
y el Alto vive al detalle
la querida solución.
El viento viene silbando
con su fuerza de ciclón,
los Altos lo van notando
sin saber la solución.
En Ayllón se va esperando
que el clima siembre ilusión,
y que la lluvia mojando
pueda quitar confusión.
Altos llenos de silencio
donde todo es confusión,
el frío marca su precio
sin darnos satisfacción.
G X Cantalapiedra.