AL
CRISTO DE LA
COLUMNA DE
LAGUNA RODRIGO.
Ensangrentado, de dolor transido,
el torso herido, alzada vista y rostro
que miran al que le envió entre nosotros
y dan cuenta del castigo infligido
por el hombre y por el hombre sufrido.
Ante ti Señor de hinojos me postro,
ante tu armonía mágica me regosto,
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