VIRGEN Y OTERO
Un círculo infinito, formador
de inmensas vivencias e ideas sin fin,
allí la recompensa de subir
está en lo más alto del mirador,
un virginal vistazo ganador
devuelve el alivio de ese sufrir
que el gran poder comienza a redimir
y ensancha alma y espacio sanador,
embriaga silencio, paz y visión
y en comunión con lo alto del otero,
se perciben esos dones del cielo,
cosmovisión que manda el corazón
convertido en un disfrute certero,
delirio único, transformado en vuelo.
Un círculo infinito, formador
de inmensas vivencias e ideas sin fin,
allí la recompensa de subir
está en lo más alto del mirador,
un virginal vistazo ganador
devuelve el alivio de ese sufrir
que el gran poder comienza a redimir
y ensancha alma y espacio sanador,
embriaga silencio, paz y visión
y en comunión con lo alto del otero,
se perciben esos dones del cielo,
cosmovisión que manda el corazón
convertido en un disfrute certero,
delirio único, transformado en vuelo.