Para Marcelino Cid
De San Pedro de Mérida
Desde:
el afecto y la amistad.
MI PUEBLO
Marcelino Cid, es testigo,
De vivencias de una casta,
De un pueblo fui separado,
Extremadura era su alma.
De la memoria extremeña,
Cuando la noche brillaba,
Entre rumores del campo
Tengo perdida la estrada.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Con las migas y pimientos,
Al emprender las jornadas,
Con emboques de pitarra,
Que estimulen la desgana.
De humana casta que soy,
Tengo el recuerdo soñado,
Hecho de azada y rosario,
Una poesía aún me queda.
Las letras hacen las frases,
Las palabras sabias dejan,
La jactancia queda al aire,
Mi prosa canta en la siega.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Ascuas de ceniza y polvo,
Sentimientos de profetas,
Clarines de tonos fuertes,
Entre el fuego de la tierra.
Soy extremeño de casta,
De genio y sentir la tierra,
Jamás deje de envidiaros,
Los pregones de la fiesta.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
En un pueblo de la vega,
Yo brote a la luz del alba,
De su lado me quitasteis,
A tres meses de mi rabia.
En San Pedro soy nacido,
La arteria no la recuerdo,
Mi madre Cortés y Reyes,
Mi padre de obra tallada.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
15 de febrero de 2011
De San Pedro de Mérida
Desde:
el afecto y la amistad.
MI PUEBLO
Marcelino Cid, es testigo,
De vivencias de una casta,
De un pueblo fui separado,
Extremadura era su alma.
De la memoria extremeña,
Cuando la noche brillaba,
Entre rumores del campo
Tengo perdida la estrada.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Con las migas y pimientos,
Al emprender las jornadas,
Con emboques de pitarra,
Que estimulen la desgana.
De humana casta que soy,
Tengo el recuerdo soñado,
Hecho de azada y rosario,
Una poesía aún me queda.
Las letras hacen las frases,
Las palabras sabias dejan,
La jactancia queda al aire,
Mi prosa canta en la siega.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Ascuas de ceniza y polvo,
Sentimientos de profetas,
Clarines de tonos fuertes,
Entre el fuego de la tierra.
Soy extremeño de casta,
De genio y sentir la tierra,
Jamás deje de envidiaros,
Los pregones de la fiesta.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
En un pueblo de la vega,
Yo brote a la luz del alba,
De su lado me quitasteis,
A tres meses de mi rabia.
En San Pedro soy nacido,
La arteria no la recuerdo,
Mi madre Cortés y Reyes,
Mi padre de obra tallada.
La sabia de Extremadura,
Se cubre de rojo y gualda,
Aunque lejos ellos vivan,
Jamás dejaran de amarla.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
15 de febrero de 2011