Febrero
Claudio, Fausto, Jovita
INICIO
Gn 6,5-8; 7,1-5.10: Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado
Salmo 28: El Señor bendice a su pueblo con la paz
Mc 8,14-21: ¿Para qué les sirven a ustedes los ojos si no ven, y los oídos si no oyen?
Mientras los discípulos se muestran preocupados por la falta de alimentos, Jesús se interesa en señalarles la influencia peligrosa de los fariseos y los herodianos, quienes se habían confabulado para tratar de asesinarlo (3,6). Los discípulos no han comprendido aún el misterio de Jesús, ni tampoco la metáfora de la levadura; siguen hablando de la comida, de las cosas meramente circunstanciales, sin fijarse en lo verdaderamente esencial: La presencia del Reino de Dios, simbolizada en el único pan que tienen en la barca. El grupo de seguidores se asemeja así a los mismos fariseos, pues no son capaces de entender las señales del Reino; tienen ojos y oídos, pero no son conscientes de la acción de Dios en medio de ellos; por eso Jesús les recuerda el milagro de la multiplicación de los panes para ver si de esa manera pueden entender la profundidad del asunto. Muchas veces en nuestras comunidades destinamos tiempo, fuerzas y hasta recursos económicos en situaciones que no responden a las exigencias del Evangelio; es importante estar atentos a los signos del Reino.
Colaboración Servicio Bíblico Latinoamericano
buen dia a bernuy de coca
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Gn 6,5-8; 7,1-5.10: Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado
Salmo 28: El Señor bendice a su pueblo con la paz
Mc 8,14-21: ¿Para qué les sirven a ustedes los ojos si no ven, y los oídos si no oyen?
Mientras los discípulos se muestran preocupados por la falta de alimentos, Jesús se interesa en señalarles la influencia peligrosa de los fariseos y los herodianos, quienes se habían confabulado para tratar de asesinarlo (3,6). Los discípulos no han comprendido aún el misterio de Jesús, ni tampoco la metáfora de la levadura; siguen hablando de la comida, de las cosas meramente circunstanciales, sin fijarse en lo verdaderamente esencial: La presencia del Reino de Dios, simbolizada en el único pan que tienen en la barca. El grupo de seguidores se asemeja así a los mismos fariseos, pues no son capaces de entender las señales del Reino; tienen ojos y oídos, pero no son conscientes de la acción de Dios en medio de ellos; por eso Jesús les recuerda el milagro de la multiplicación de los panes para ver si de esa manera pueden entender la profundidad del asunto. Muchas veces en nuestras comunidades destinamos tiempo, fuerzas y hasta recursos económicos en situaciones que no responden a las exigencias del Evangelio; es importante estar atentos a los signos del Reino.
Colaboración Servicio Bíblico Latinoamericano
buen dia a bernuy de coca