Cuenta la leyenda que cuando las tropas napoleónicas asediaron Cádiz en 1810, la falta de alimentos llevó a sus habitantes a prescindir de la tortilla de patatas, que era ya un plato básico de su recetario y elaborar ésta sin rastro del tubérculo. Desde entonces fue conocida por la población como “la tortilla de cuando los franceses”, siendo muy elaborada posteriormente por las familias gaditanas cuando al mercado no llegaban suficientes patatas.
unque la historia es bonita, lo más probable es que el origen del nombre del plato nada tenga que ver con este suceso, pues el apelativo de “francesa” ya se daba a la tortilla de huevo antes de la Guerra de la Independencia. Por no decir que el plato ha tenido que recibir multitud de etiquetas tras su probable aparición en paralelo a la domesticación de las gallinas –hay referencias a la receta en documentos del imperio aqueménida, que ocupó el actual Irán en el siglo VI a. C–.
Hay una diferencia abismal entre los huevos de corral o ecológicos y el resto al determinar el sabor de una buena tortilla francesa
En resumen: llevamos siglos haciendo tortillas; pero, pese a esto, la mayoría de la gente sigue sin cogerles el truco. Este es el tipo de receta sin mucha enjundia pero que requiere de práctica para hacerse bien. Sí, todo el mundo puede hacer una tortilla, pero lograr el perfecto equilibrio entre un exterior sólido y un núcleo en su punto justo de jugosidad –lo que los franceses conocen como 'baveuse', literalmente “babeante”– no es para nada trivial.
unque la historia es bonita, lo más probable es que el origen del nombre del plato nada tenga que ver con este suceso, pues el apelativo de “francesa” ya se daba a la tortilla de huevo antes de la Guerra de la Independencia. Por no decir que el plato ha tenido que recibir multitud de etiquetas tras su probable aparición en paralelo a la domesticación de las gallinas –hay referencias a la receta en documentos del imperio aqueménida, que ocupó el actual Irán en el siglo VI a. C–.
Hay una diferencia abismal entre los huevos de corral o ecológicos y el resto al determinar el sabor de una buena tortilla francesa
En resumen: llevamos siglos haciendo tortillas; pero, pese a esto, la mayoría de la gente sigue sin cogerles el truco. Este es el tipo de receta sin mucha enjundia pero que requiere de práctica para hacerse bien. Sí, todo el mundo puede hacer una tortilla, pero lograr el perfecto equilibrio entre un exterior sólido y un núcleo en su punto justo de jugosidad –lo que los franceses conocen como 'baveuse', literalmente “babeante”– no es para nada trivial.