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Iglesia de San Miguel de Quintanas, CARBONERO EL MAYOR

Ubicación.- Se encuentran los restos de esta iglesia en dirección Norte, a 2,7 Km. de Carbonero el Mayor, a 650 m. del río Pirón y 850 m. de la Ermita de Nuestra Señora del Bustar.
En la ladera, entre la iglesia y el río, hubo una pequeña aldea – pueblo, denominado Quintanas entre los siglos XII y XVI.
La iglesia S. XII – XIII, estilo románico de una sola nave y ábside. Materiales de construcción: calicanto y ladrillo; se utilizaron los materiales existentes en la zona. Calicanto a base de piedra rodada, pizarra, arena de río y cal. Ladrillo de arcilla roja cocido. Estuvo destinada a la atención religiosa de los habitantes del mencionado asentamiento.
Lo dicho se basa en lo siguiente: Restos encontrados del asentamiento y enterramientos en la iglesia. El pueblo estaba dotado de zonas comunes sociales. A la orilla del rió, en la década del los cincuenta del pasado siglo una primavera de abundantes lluvias, el fuerte caudal descubrió una fila de lavaderos públicos y una fuente de agua potable construidos de calicanto. Los lavaderos eran similares a los utilizados en pueblos cercanos hasta muy avanzado el pasado siglo. Tenían entrada de agua limpia del río, y la salida conducía al mismo río treinta metros más abajo. Hoy todo ello sigue allí, bajo el lodo que el río ha ido depositando.
El descubrimiento de monedas de cobre y otros materiales más valiosos en la zona citada, así como restos de útiles de cocina y recipientes para líquidos de arcilla cocida en relativo buen estado que, con el paso del tiempo y los arados, hoy se han integrado en la tierra de labor.
A lo largo del muro Norte y parte del ábside de la iglesia –quien relata-descubrió: una cantidad importante de esqueletos humanos completos, sin apariencia de haberse tocado desde su enterramiento, en fila, uno delante de otro, mirando al Este. Reposaban en un largo lecho de calicanto de forma trapezoidal, la base mayor, arriba, cubierta con grandes pizarras de pequeño grosor, la profundidad aproximada era de 60 cm. y a menos de 10 cm. de la superficie arenosa. No había restos de ropa, ni de ninguna otra cosa que pudiera decir algo más. Fueron exhumados los restos y llevados al osario del cementerio de Carbonero el Mayor. No está recogido el hecho en el archivo parroquial, ni en el civil, ambas partes fueron quienes realizaron el traslado de los restos. ¿Aquello fue el cementerio del poblado? o, ¿solamente un lugar para la clase dirigente?. Al otro lado del río, en una zona de peñas blancas, antes del pinar, fueros descubiertos dos tumbas de características similares, tampoco consta en archivo alguno el hecho.
Después de lo dicho sabemos que: la zona estaba poblada, tenían servicios comunes, se celebraba culto y enterramientos.
Con los anteriores datos, la Iglesia Católica y el DRAE definen la construcción como Iglesia, no como ermita.

Los restos de la Iglesia, cincuenta años atrás.- Tomando como referencia la parte más alta de lo que hoy podemos ver, su altura en todo el perímetro se ha reducido en 1,50 metros. El muro Norte, fue ocho metros más largo y finalizaba en un cerramiento angular de 90º de ladrillo, de él partían los restos del muro Oeste, con más de un metro en su base – hoy inexistente; en este muro, estuvieron la/s puerta/s de acceso a la iglesia. El muro Sur, tenía cuatro metros más de largo.
No se podía saber que los muros Norte y Sur estaban solamente adosados a la prolongación del ábside, hoy si, los remates finales ambos de ladrillo en buen estado, impedían tal deducción.
Por aquellos días podía verse – hoy también, menos pronunciados – los salmer o dovelas de lo que fue un arco de medio punto que, separaba la nave del ábside.
En el ábside: ventana de doble arco en degradación con aristas redondeadas orientada al Este. Sobre la ventana una franja decorativa de ladrillo, formada a lo largo del perímetro en diente de sierra. Y, más arriba, el arranque de una bóveda de horno.
La planta era Basilical, no existía vestigio alguno de diferentes alturas entre ábside y nave.
Por la cantidad y altura de los huecos “ayuda de construcción” se puede deducir que la cubierta fue de madera vista bajo barro y pizarra. ¿Cómo era el muro Oeste?. Por lógica eclesial del románico, debió tener una espadaña con campana/s y, el acceso pudo estar porticado para el cobijo de los fieles.
Parece ser que a finales del XVI se trasladaron a la ermita del Bustar los objetos religiosos, no se cita en ningún documento, que objetos, y en los libros de cuentas de El Bustar, no aparece que, cuando y tipo de “objetos”.
Hoy.- Queda lo que se ve en las fotografías. Y el oscurantismo de datos escritos, sobre quienes eran, de donde vinieron, que hacían y porque desaparecieron aquellos habitantes y el pueblo de “Quintanas”.

En pocos años será un secreto más de nuestra historia, formando una pequeña elevación en el terreno. Son tantos los “secretos” olvidados bajo nuestras tierras, como los monumentos que aún afloran.

Fidencio Palomares Arévalo, Enero de 2010.
(6 de Agosto de 2008)