Castroserracín es un municipio de España, en la provincia de Segovia, comunidad autónoma de Castilla y León. Tiene una superficie de 21,05 km² con una población los últimos años entre 30 y 60 habitantes. Esta situado sobre un promontorio rocoso, cerca de donde se juntan las altiplanicies de las Pedrizas y las lomas de la Serrezuela de Pradales. Por el término discurren varios arroyos, que desembocan en el Duratón, destacando entre ellos el arroyo del Valle, el cual desciende hasta el Valle de Tabladillo. Al norte lo limita la cima de la Sierra de Pradales, haciendo linde con Torreadrada y Aldeanueva de la Serrezuela. La unión de los tres términos forma un pico de 1.313 metros de altitud llamado Rubio.

Coordenadas 41°23'37"N 3°48'09"O

El ayuntamiento esta en Plaza Inmaculada 1, la plaza central del pueblo.

Iglesia de Santo Tomás Apóstol: La compacta y sencilla iglesia parroquial de Castroserracín se dedica a santo Tomás Apóstol, por la posición que ocupa en un cerro calcáreo y el entorno que la rodea, se intuye que allí también existió una pequeña fortificación o torreón defensivo que posiblemente dio nombre al pueblo. El origen de este templo es románico, aunque dentro de él veremos algunas reformas realizadas ya en tiempos de transición al gótico. También se cree que debió de tener un pórtico de ingreso, del que no ha quedado huella alguna, pues de esa época solo veremos la puerta de ingreso que se sitúa dentro de su actual porche y que se adorna con dos arquivoltas decoradas. Dentro del templo nos llamará especialmente la atención su pila bautismal románica decorada en forma de cáliz de flor, con cabezas humanas y animales esculpidas entre los pétalos, así como algunos arquillos ciegos del presbiterio, sustentados por capiteles figurados. El retablo mayor es barroco y en él destaca el santo titular, junto a otro que entroniza a san Bartolomé.

Ermita de San Gregorio.

En Castroserracín existieron dos despoblados: La Torre o Aldealatorre, que conserva el nombre la zona denominada así; y otro que lleva el nombre de Valdecheña, junto a la carretera actual y que hoy se llama esta zona Los Casares.

Abundan los riscos y las tenadas construidas a base de piedra.

La Asociación Cultural Amigos de Castroserracín programa una intensa semana cultural en Agosto, plagada de actividades para todos los públicos: chuletada, asado, chocolatada, sardinada, concursos de disfraces y gastronómico (tortillas, empanadas, empanadillas...), excursiones, campeonatos de tute, frontenis, pelota mano, chito, rana, parchís, bolos, tabas, tiro con arco y pimpón (tenis de mesa)
Orquestas locales amenizan las multitudinarias veladas de Castroserracín. Y es que en esos días la mayor parte de las casas se abren y otras se llenan con mucha más gente, que es la fiesta y nadie se la quiere perder. De hecho, los festejos están resurgiendo y se están recuperando tradiciones que se habían perdido como las dianas mañaneras, que gracias a los más jóvenes vuelven a pasear la música por las calles del municipio.
La semana cultural sirve de aperitivo a las fiestas mayores, las que en torno al 20 de agosto se celebran en honor de la Natividad de Nuestra Señora durante tres días con orquestas, misa y procesión al ritmo de la dulzaina y el tamboril. Acabada la procesión y el consiguiente aperitivo, el pueblo se dirige hacia el horno de asar donde el carnicero está preparando con mimo los cuartos de cordero.

No hay que esperar un año para otra nueva fiesta, los castreños celebran otra de las fechas señaladas: San Antonio, durante el sábado más próximo al 13 de junio, los festejos incluyen una noche de orquesta, misa y procesión desde la iglesia de Santo Tomás Apóstol, erigida en lo alto del pueblo, desde donde vigila las casas y ofrece una bella panorámica de este pueblo con zonas arboladas y paseos para disfrutar de la tranquilidad.

El plato más típico de la zona es el cordero asado, no probarlo en el día grande de las fiestas es casi un sacrilegio para los más mayores, en la región se crían los mejores corderos de raza churra alimentados por los pastos del valle del Duratón.

Cabecera de la comarca conocida como ‘Los Castros’, este pueblo es uno de los más antiguos de la provincia porque fue uno de los primeros en repoblarse, un acontecimiento fechado en el año 943 por Asur Fernández, conde de Monzón, quien asimismo repobló Cuevas de Provanco, Sacramenia y Cuéllar.
En la primera referencia que existe por escrito del municipio aparece denominado como Castiel Serrazín. Fue en el año 1247. Entonces su significado era castillo o campamento de Serracín. Al menos desde el siglo XVI se le conoce como en la actualidad: Castroserracín.

El nombre de la villa de Castroserracín se apoya principalmente en el topónimo castro, vocablo latino derivado de castrum «campamento o castillo», al cual se ha anexionado el nombre (antropónimo) Serrracín que refleja el nombre personal o étnico Sarracinus, probablemente aludiendo a un propietario. Se ha aventurado la hipótesis de que se trate de un descendiente directo, como apelativo (y no petrificado en el nombre personal) del plural arábigo sarraqin ‘sarracenos’. Sin embargo, esta última hipótesis, sugerida por Vernet Ginés (1959), parece improbable, dado que exige una preservación del lenguaje que va más allá de la mera memoria léxica.? Un topónimo similar es el de Castello Sarrazín, cerca de Silos (citado en 1222). Otros más: Sarracín (Burgos), Sarracín de Aliste (Zamora), Serracín (Segovia), Monfarracinos (Zamora), Villasarracino (Palencia). Todos, sin duda, alusivos a propietarios. Compárense los topónimos asturianos Cerracín, Zarracín, Zarracina, aducidos por Cunha Serra (Contribução topo-antroponimica para o estudo do povoamento do noroeste peninsular, Lisboa). Lo más probable es ver en esta familia toponímica una huella del conocido nombre personal Sarracenus (915), Sarracino (976, 1065), Sarrazino (1055), Serracino (978, 1080), por citar sólo unos ejemplos de Portugal, León y Asturias recogidos por Rivas Quintás (Onomástica persoal do Nordeste Hispano, Ed. Alvarellos, Lugo.)
Sarracinus es nombre de persona. Es muy frecuente en la Edad Media, especialmente en la etnia mozárabe (cristianos que habían estado o estaban aún bajo dominio musulmán), lo cual es plenamente compatible con lo que se sabe del poblamiento zamorano en la primera Edad Media. La mayor parte de las citas medievales a personas con este nombre figuran lisa y llanamente como Sarrazino, Sarrazín. El que terminen en –ino o en –ín depende de lo siguiente: generalmente, si la expresión mantenía el genitivo latino (Castrum Sarrazini), tendía a perderse la –i final. Pero, por otro lado, era frecuente en patronímicos la flexión genitiva: Iohannes Sarrazini (Juan hijo de Sarrazino), y esto da lugar con el tiempo a apellidos Serracín, que pueden a su vez convertirse en nombre.
Un fiel colaborador alavés del conde Fernán González, que vivió entre los años 910-970, se llamaba Sarracín Fernandez.

Castroserracin es un pueblo tranquilo que conserva las bonitas casas tradicionalmente construidas de piedra, que imprimen un carácter muy pintoresco al pueblo así como una restaurada iglesia románica digna de visitar.

DONDE COMER
Bar La Entrada: cuenta con un pequeño comedor en el que reservando con 24 horas se puede degustar el tradicional bacalao al pil pil.
Casa Rural El Sol: permite alojarse en sus 4 habitaciones, prepara actividades de ocio familiar y naturaleza (paseos a caballo, senderismo, bicicleta, deportes de aventura)

RUTAS
El Fraile hasta el Valle de Tabladillo:
Es una ruta para hacer a pie, de escasa dificultad, en la que se alternan tramos con sombras y otros tramos sin ninguna sombra, hay que tener en cuenta la ausencia de viento, debido a que caminaremos por un valle de pronunciadas laderas. La vuelta se hará por el mismo camino que la ida.
Partimos desde nuestra casa cultural, que será a su vez el punto más alto de nuestra ruta (1100 m) bajamos por el camino junto a la fragua hasta el merendero del pueblo, y cruzando el arroyo encontraremos el camino que nos debe acompañar a lo largo de nuestra ruta.
Caminaremos en este primer tramo dejando a la izquierda la cuesta con sus laderas coronadas por terrazas de piedra caliza. Si a la vuelta tenéis tiempo merece la pena la subida ya que es el mejor mirador para obtener una preciosa panorámica del pueblo. A nuestra derecha quedaran los prados, con sus chopos rechinando en los días ventosos. Más adelante cruzaremos la carretera SG-241 por el viejo Puente de la Reina, y continuamos nuestra ruta descendiente dejando a nuestra derecha los prados, y posteriormente cruzar nuestro arroyo que a partir de este momento discurrirá a la izquierda de nuestro camino. En esta parte del trayecto el camino se hace prácticamente imperceptible, aunque la orientación es fácil porque a ambos lados las laderas se van convirtiendo en impresionantes cortados.
En este punto debemos avistar ya el Fraile y las Monjas, monolitos casi cilíndricos de piedra caliza formados por siglos de erosión. Cuando lleguemos a la altura del fraile habremos cubierto aproximadamente la mitad de la bajada, veremos por esta altura las tenadas de los pastores en las laderas la montañas, algunas aprovechando las cavidades de la roca caliza.
Continuamos la bajada, y nos encontraremos con las primeras huertas que nos indican la proximidad de El Valle de Tabladillo. Haremos la entrada en el pueblo por el Barrio de Arriba, se puede llegar al Valle por el camino, para lo que habrá que subir la carretera unos metros hasta llegar a las ruinas de San Cristobal, donde cruzaremos el arroyo, para tomar el camino de bajada al pueblo.

Subida a las cocotas:
La ruta comienza en el pueblo, saliendo hacia el frontón, y una vez allí tomamos el camino que sube al pinar, y giraremos a la izquierda antes de adentrarnos, para de esta manera ir bordeando el pinar, dejándolo siempre a nuestra derecha. Pasaremos junto al viejo pilón de agua para ganado, ya seco, y tomaremos el camino de concentración que sube tras la caseta de los cazadores.
Este pinar es refugio de corzos y jabalíes, que suelen salir a los cultivos cercanos para alimentarse por la mañana, y con un poco de suerte se puede divisar alguno de estos ejemplares.
Nuestro camino se irá estrechando a lo largo de las subidas y bajadas que lo jalonan, aunque con predominio de las subidas. Al finalizar una de estas subidas nos encontraremos con el camino que recorre la cresta de nuestra serrezuela, dejando en la otra ladera los pueblos de Aldeanueva y Torreadrada. Tomaremos este camino a la derecha hasta encontrar el camino de bajada de nuevo a la derecha sin dejar de rodear nuestro pinar.
A mitad de bajada el paisaje cambia completamente ya que nos adentramos en la Garganta, donde la chopera nos proporcionara un mayor frescor para concluir nuestro camino. En los meses de verano podremos endulzar la bajada con unas cuantas moras de las zarzas que abundan por esta zona.
La garganta da paso al paraje llamado San Gregorio, ya que aquí es donde se asentaba la antigua ermita, seguiremos nuestro camino, cruzando la carretera de las Cuevas y entrando de nuevo en el pueblo por el camino del arenal
El recorrido se puede hacer en poco más de dos horas caminando, e incluso es apto para realizarlo en bicicleta, aunque algunas pendientes son muy elevadas. Se puede acortar el camino, atravesando el pinar por alguno de los caminos que nos encontraremos a nuestro paso.

Más lejos esta el Parque Natural de las Hoces del río Duratón situado a unos 10 km de Castroserracín, aguas abajo de la villa de Sepúlveda. En esta zona el río se ha encajado en un profundo cañón, que en algunos lugares alcanza más de 100 metros de desnivel. Al interés y belleza del paisaje hay que añadir la gran riqueza arqueológica e histórica que encierra en su interior esta garganta. En los altos rocosos que culminan las hoces anidan en torno a 565 parejas de buitres leonados, acompañados de un buen número de alimoches, águilas reales y halcones peregrinos.