Obra cumbre de la
arquitectura militar mudéjar y
gótica, siglo XV. Es una impresionante mole de ladrillo protegida por un imponente foso que supera la veintena de metros de profundidad.
Tiene planta ligeramente irregular, debido a que se aprovecharon las paredes de la
muralla defensiva. Dentro de esa planta, el
patio de armas, otrora cubierto de coloridos azulejos y rodeado de
columnas marmóreas, que seguían los órdenes corintio y compuesto.
Las
bóvedas del interior son obras maestras del diseñador Alí Caro.