Pues sí, tines razón, más no todas. En todo caso respetada sea tu razón y a veces tus razones, que c.

Además, basta un solo día para fatigar los ojos de la cara, los hijos del sendero, los ajos de la parcela. Dicho lo esto, en la evidencia que no necesita lógica alguna, que cada cual coliga por donde queda el aire enrarecido, el callejón sin entrada, la cerca sin la salida. Y si tiene equivocada aquí la entrada, mejor que no piense en nada. Ya hubo un “perdido” y no hace falta perderse por mente. Mas, tú, inquieto buscador, adivina quien está presente en esta plaza, al lado de la fuente, enfrente ... (ver texto completo)

- Va a la taberna y pide un vaso de vino blanco.
- Le sirven uno de tinto, se lo bebe y pide otro vaso de vino blanco; le sirven otro de tinto, se lo bebe, y pide otro de vino blanco...
Le dicen: ¿ Es usted de Villacorta?
- Sí. ¿En qué me lo nota ?
- En que lleva la gorra larga...

Mi agüela lo sabe, pero no se acuerda.

Aclaremos: La mitad del monte es de Santibánez, no todo es de Estebanvela. A cada cual lo suyo.¡Y no os quejéis de el de El Muyo, que le defiende Pedro el Negredo. Dice que ahoras trabaja en el ayedo. Y que sabe todo de animales campestres como el Rafa de Riaza.

Hay aquí una impronta aldeana, unos parajes escondidos y hasta unos panoramas en zoom acercados, que se salen de madre. ¡Madre, madre, qué lío! ¿Quién me compra un lío? Pero el sol, no sólo ilumina la guarida de la zorro y el escondrijo del erizo, que sí, sino hasta la umbría del río, que también. Es sabido que esta tierra, ya fuera explorada incluso antes de los arévacos, y arada, y arañada y luego rejarcada.

Entre col y col, lechuga. Entre rollo y embrollo, cae alguna noticia al caldero; y con meollo. Vaya lo uno por lo otro. Os perdonamos a los del enredo. No hay pueblo en que no haya algún "home revolvedor". o "moza provocadora".

Qué díficil!! Tal vez arrimadores, o apoximadores, o sostenedores del puchero.Y tú que preguntas, ¿no lo sabes? ¡¡¡Pillo!!! Yo no veo las trévedes, ni las tenezas, ni el arrastrador o rastrillo de hierro de las brasas, ni el badil... ¡¡Es que se va perdiendo todo. ¡¡Es que se va perdiendo todo. (Toña).

Una vez aclarado que la cadena se llama llar . Quien sabe decirme como se llaman los utensilios de hierro que sujetan los pucheros.

¡Vaya fondo de tertúlia que tiene este Lugar!
¡Y qué manera de moler el grano de la idea en la molienda!

Muy curioso el devaneo filosófico que os traes. A mi me gustarían noticias sobre el pueblo y datos como: Distancia a la capital, gente censada, cuántas personas hay en verano, densidad de población, superficie no pavimentada (m2), superficie pavimentada, superficie pavimentada en mal estado, superficie pavimentada en regular estado, superficie pendiente de ejecución. También quisiera conocer el número de vehículos totales, automóviles, tractores, puntos de luz, longitud de calles sin alumbrado público. ... (ver texto completo)

¡Menos lobos! Por más que enseñes los dientes. Por más que vuelos alces sobre el Pueblo y su Matilla. Por más que disimules los hallazgos sacados de la madriguera de El Negredo. Por más... Tienes el día y la noche, el fuego y la dicha, el sueño y la vigilia, si vuelves a caer al Lugar nativo y mostrarte tal cual eres. Que aunque viajes tanto jamás podrás huir de ti misma. (A. V.).

Hoy he visto correr crecidos y abundantes los tres pequeños ríos de este pueblo nuestro. Y sin embargo, es clara la carencia que fluye en ellos. Como que les falta la alegría de la gente que se fue. Por otra parte, en la calle desértica, sí, esa de la foto, alguien perdió su historia y después vendrá con el cuento. Hace tiempo la tía María, conducía, por la misma calle, los pavos, hacia su huerta del río Cobo. Iban orgullosos con sus crestas levantadas, con sones trompeteros en el pico tieso, con ... (ver texto completo)

Quién me da para pagar los sueños que se mecen en el lecho del valle. Quién me da una flor para ponerla junto a la pluma. Quién me da un Padrenuestro para llevarlo a la Ermita. Quién me da la esperanza de la fuente a la cabecera del prado. Quién me da la espesura de la linde del río para el verano. Quién me da unos acordes para que suene el órgano. Quién me da para dar al que me da. Así la paradoja encadenada al verde margen. Quien tenga sed que beba.

Hoy es el "Dia del Agua"; a ver si nos mojamos como Dios manda, para que en el verano esté el Lugar frondoso y jacarandoso. ¡Cuánto oso osa entrar en esta floresta!