ESCARABAJOSA DE CUÉLLAR
HISTORIA
Situada a 2,5 kilómetros de distancia de la villa cuellarana, a la que lleva agregada varios siglos, esta aldea se sitúa en un llano y sus
casas se arremolinan en torno a la
plaza en la que existió una
fuente que sirvió para abastecer de
agua a sus vecinos, que también se surtieron del agua de otra fuente aún existente y situada a 200 metros del centro del casco urbano, en un pequeño declive.
Hasta el siglo XIX, se denominó simplemente Escarabajosa y se le añadió luego el actual apodo, aunque en el entorno y en el lenguaje coloquial no se utiliza a pesar de que exista otro Escarabajosa en la provincia.
A pesar de su pequeño tamaño existió en el centro del
pueblo escuela de instrucción pública donde llegaron a estudiar hasta 30 niños. Sus viviendas son todas de planta baja y en sus
fachadas prodominan los
colores claros propios de esta zona caliza.
En el interior del pueblo se levanta la
iglesia de
Santa María la Nueva, que alberga una numerosa colección de piezas de plata, entre las que destacan una custodia de sol del siglo XVII y una
cruz procesional del XVIII.
Los vecinos celebran la
fiesta de
San Isidro el 15 de mayo y Santa María la Nueva el 8 de septiembre.