JUAN JOSE MILLAS
¡Atención, atención!: la partida se está jugando fuera del tablero. Nos parece muy bien que el PSOE se refunde o se recauchute o se reinicie, incluso que se pudra. Resulta muy entretenido verlos discutir. Da gusto coger el periódico y leer las noticias de primera con el mismo espíritu con el que vemos en la tele el folletín de sobremesa. No ponemos ni un pero a los guionistas, que han logrado introducir en la historia las pasiones clásicas de la telenovela distribuidas entre un abanico de personajes tal que resulta imposible no identificarse con alguno. Si la generación política de Zapatero se quejaba de no tener relato, que deje de llorar, ya lo tiene. Les ha salido un culebrón, no podemos negarlo, pero cada uno es hijo de sus lecturas.
Que hubieran leído a Sartre. Nada que oponer, pues, al espectáculo.
Pero cuando decimos que la partida se está jugando fuera del tablero, queremos denunciar que el guión autentico de cada una de nuestras vidas se escribe e otros ámbitos. Sucede como cuando vas al cine a ver una película y te metes en la sala que no es y crees que ves lo que no estás viendo.
Pues eso, que la peli del PSOE es muy divertida, pero no es nuestra película, es la suya. La nuestra se debate en la Puerta del Sol o en la Plaza de Cataluña o en los barrios donde se han producido esas asambleas y de las que han salido una idea original: que el próximo día 30, y en un solo movimiento bancario, saquemos de nuestra cuanta corriente 155 euros. Si lográramos que la operación fuera masiva, habríamos conseguido también votar en la urna autentica, en la de quienes mueven las fichas de la realidad, que es el cajero automático. Se trata de seguir jugando la partida en el lugar adecuado, de dar un susto a los que de verdad mandan y que no salen, por cierto, en el folletín de las primeras páginas de los periódicos.
¡Atención, atención!: la partida se está jugando fuera del tablero. Nos parece muy bien que el PSOE se refunde o se recauchute o se reinicie, incluso que se pudra. Resulta muy entretenido verlos discutir. Da gusto coger el periódico y leer las noticias de primera con el mismo espíritu con el que vemos en la tele el folletín de sobremesa. No ponemos ni un pero a los guionistas, que han logrado introducir en la historia las pasiones clásicas de la telenovela distribuidas entre un abanico de personajes tal que resulta imposible no identificarse con alguno. Si la generación política de Zapatero se quejaba de no tener relato, que deje de llorar, ya lo tiene. Les ha salido un culebrón, no podemos negarlo, pero cada uno es hijo de sus lecturas.
Que hubieran leído a Sartre. Nada que oponer, pues, al espectáculo.
Pero cuando decimos que la partida se está jugando fuera del tablero, queremos denunciar que el guión autentico de cada una de nuestras vidas se escribe e otros ámbitos. Sucede como cuando vas al cine a ver una película y te metes en la sala que no es y crees que ves lo que no estás viendo.
Pues eso, que la peli del PSOE es muy divertida, pero no es nuestra película, es la suya. La nuestra se debate en la Puerta del Sol o en la Plaza de Cataluña o en los barrios donde se han producido esas asambleas y de las que han salido una idea original: que el próximo día 30, y en un solo movimiento bancario, saquemos de nuestra cuanta corriente 155 euros. Si lográramos que la operación fuera masiva, habríamos conseguido también votar en la urna autentica, en la de quienes mueven las fichas de la realidad, que es el cajero automático. Se trata de seguir jugando la partida en el lugar adecuado, de dar un susto a los que de verdad mandan y que no salen, por cierto, en el folletín de las primeras páginas de los periódicos.