Esta forma de consuelo que ofrecéis, nos hace apreciar más al
pueblo y a su gente, aunque esté lejos. Pronto entraremos en las profundidades del sueño y del ensueño. Seguro que allá, en esa calma inmensa, hallaremos el descanso. Pero en la dura prueba del viaje ignoto, confío en que vuestras palabras nos salven. A todos los que vamos en el mismo
barco. Y que aquellos a los que divisamos esta mañana en lontananza, no naufraguen y lleguen a
puerto reconfortados. Por tanto, os dejamos aquí una estela
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