¿tienes una panadería?

ESTEBANVELA: Ah, mi último interlocutor/ra, agradezco la amable...

Ah, mi último interlocutor/ra, agradezco la amable contestación que me das a través de sencillas y bellas palabras. Las saboreo. Ciertamente, tienes puesta tu honda sensibilidad estética en sintonía. Estás en la onda. Pues sábete que es un don, disfrútalo. ¡Cuánto me alegra comprobar que hay gente con semejantes valores en el área de influencia del pueblo nuestro! Tu abuela, desde las raíces de una profunda y sana tradición, utilizando la metáfora hermosa que todos conocen en Estebanvela, sabía muy bien a que verdades trascendentes se estaba refiriendo. E iba educando en un bendito contagio a su nieto. El sonido de la campana llegó lejos, el mensaje alcanzó la costa, la llamada tuvo respuesta. Sólo sé decir: “Gracias”. Nada más, nada menos.