Anécdota del día de la romería: Durante la comida en la pradera de alrededor de la ermita, esta vez bien limpia, vimos cómo a una mujer del pueblo estaba encantada con la imagen del Padre Eterno. Defendía con vehemencia al anciano venerable de la barba blanca sentado en su trono, con el Xto. En las manos y la paloma encima. Alguien que estaba al lado de ella, tal vez por llevarla la contraria, decía que eso era un antropomorfismo primitivo superado hoy en día. Pero la mujer insistía en que la imagen era una metáfora plenamente válida para ella y para la mayoría de la gente. Nosotros nos acercamos y dimos también la razón a la intrépida señora.