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ESTEBANVELA: Estebanvela enseña la vida del Paleolítico Superior...

Estebanvela enseña la vida del Paleolítico Superior
Guillermo Herrero - Estebanvela (Ayllón)

La séptima campaña de excavaciones en La Peña de Estebanvela, recientemente acabada, ha permitido descubrir un taller de sílex en el que los habitantes de este yacimiento paleolítico tallaban los útiles que luego usaban para cazar o pescar. La arqueóloga Carmen Cacho, codirectora de las investigaciones, ha confirmado que en un nivel datado hace aproximadamente unos 12.000 años apareció, junto a restos de un hogar, “una concentración muy importante de piezas de sílex”. Entre la treintena de hallazgos catalogados hay numerosos nódulos o núcleos de sílex, apenas desbastados, de los que luego se extraían las lascas u hojas necesarias para elaborar diferentes utensilios de caza.

Cacho interpreta esta alta densidad de piezas de sílex en un pequeño espacio como “una zona de almacén de materia prima en la que los habitantes de La Peña se estaban calentando y, posiblemente, también tallando”. Además de nódulos y lascas, también se ha inventariado en la misma cuadrícula un buril, útil empleado para trabajar, entre otros materiales, el hueso.

Amén del taller de sílex, considerado por Cacho del magdaleniense [última fase del Paleolítico Superior], los participantes en la campaña que concluyó la pasada semana han excavado en otro sector del yacimiento, intentando documentar los momentos más antiguos de ocupación, hace unos 14.000 años. Los hallazgos en esa zona (“bastante ricos”, según indicó Cacho) corroboran la relevancia de La Peña. Entre las piezas más destacadas recogidas este año en dicha cata figuran agujas y azagayas de hueso y conchas marinas adornadas.

Una vez terminado el trabajo de campo, los arqueólogos deberán proseguir su tarea en laboratorios. Uno de sus propósitos es localizar el afloramiento de sílex del que procede la materia prima encontrada en el taller. Aunque la mayor parte del sílex hallado en La Peña en las seis campañas anteriores procede de la zona de Maderuelo, la rigurosidad propia de los arqueólogos impide a Cacho apuntar todavía su procedencia. “Hace falta estudiarlo con mayor detalle”, insiste.

Por otra parte, tras la última campaña, el equipo dirigido por Cacho, conservadora jefe del Departamento de Prehistoria del Museo Arqueológico Nacional, y Francisco Muñoz, del departamento de Prehistoria de la UNED, remitirá a un laboratorio de Miami varias muestras para su datación por Carbono 14. El objetivo es corroborar los datos obtenidos en las campañas llevadas a cabo entre 1999 y 2004.

Después de seis veranos excavando en La Peña, el equipo investigador no trabajó en el yacimiento en 2005, año en que se dedicó a redactar una monografía, titulada “La Peña de Estebanvela. Grupos magdalenienses en el alto Duero”. La obra, editada por la Junta de Castilla y León, será presentada antes de que acabe 2006.

Por otra parte, este mismo año se ha firmado un convenio de colaboración entre la Junta y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que permitirá la financiación de otras cuatro campañas (la recién acabada y otras tres más). Según explicó Cacho, después de seis campañas que han permitido evaluar la importancia de La Peña, “llega el momento de profundizar en el conocimiento del yacimiento, tanto su extensión como su profundidad”. La arqueóloga espera, en el próximo trienio, caracterizar con detalle los distintos momentos de ocupación de La Peña, así como desvelar la organización de su espacio.

Para Cacho, La Peña es un yacimiento “único” en el interior peninsular, tanto por la riqueza de los útiles encontrados como por la presencia de adornos y, sobre todo, por su arte mueble, ya que las primeras campañas de excavación permitieron descubrir una amplia colección de plaquetas decoradas del magdaleniense. En estas últimas piezas, realizadas hace unos 11.000 años, aparecen motivos decorativos geométricos y, en algún caso, representaciones de caballos. “A todo ello se ha añadido la presencia de una estructura de combustión (un hogar), algo que es muy poco frecuente hallar en este momento de la prehistoria”, recalcó Cacho.