Lentamente, se van haciendo cosas en el pueblo. Hay que reconocerlo. A su debido tiempo, hemos llamado a la puerta que era, presentando nuestras quejas y razonables propuestas: "Porque de nada serviría el deshago verbal o el lamento, si el conocimiento de los problemas no llega a donde corresponde, o no se tiene posibles, o no se tiene la voluntad política que debe darles solución. Después de todo, como algunos de los vecinos apuntaban entonces, el sol sale para todos, y los de aquí tienen tanto derecho como los de allí a disfrutar de semejantes prestaciones municipales.
Y en medio de la polémica no faltaban quines enfatizaban: ¿Acaso no han de servir para nada los abundantes terrenos que asumió el Municipio de Ayllón, al adherirse el Ayuntamiento de nuestro pueblo, y otro tanto al hacerse la concentración parcelaria? ¿Se ha echado ya en olvido que, al conducir hacia la Villa de Ayllón la fuente principal de Las Casillas de Estebanvela, se dejó un montón de prados sin riego, sin que hubiera compensación equitativa para todos los perjudicados? ¿Ha de quedar el pueblo satisfecho sólo con las migajas de los actos lúdicos en las fiestas? ¿Dónde van a parar los fondos públicos destinado a estas y otras iniciativas? Creemos que a pesar de las dificultades pasadas y presentes (reconversión agraria, envejecimiento, unión del Ayuntamiento de Estebanvela al de Ayllón, falta de servicios, etc...) nuestro pueblo no debe ser relegado”.
Presentamos luego unas veinte propuestas, a las que vamos haciendo el correspondiente seguimiento. Nos fijamos ahora en una de ellas. Es esta: “Dado que la principal calle del pueblo es la carretera comarcal, con más de un Km. De largo, que se coloquen balizas u otros medios apropiados para evitar accidentes, en tanto no se desvíe del pueblo la referida carretera”.
Pues bien, se pusieron las bandas sonoras en la carretera a 50 m. De la señal de entrada, del letrero del pueblo, que a su vez está a unos 200 m. De las primeras casas del casco urbano. Resultado, que los coches siguen pasando al 80 km./h. Lógico. Y es que son precisos badenes y no a 300 m. De la entrada al pueblo. Hay que conseguir que los coches pasen a 50 km/h. Si fuere necesario poner badenes dentro del pueblo, pues se ponen, y hemos terminado. Mejor así, para que no vuelva a repetirse lo del año pasado. Nos referimos al accidente que tuvo Oscar, el hijo de José, nieto de Angelines y Pepe y demás.
Y en medio de la polémica no faltaban quines enfatizaban: ¿Acaso no han de servir para nada los abundantes terrenos que asumió el Municipio de Ayllón, al adherirse el Ayuntamiento de nuestro pueblo, y otro tanto al hacerse la concentración parcelaria? ¿Se ha echado ya en olvido que, al conducir hacia la Villa de Ayllón la fuente principal de Las Casillas de Estebanvela, se dejó un montón de prados sin riego, sin que hubiera compensación equitativa para todos los perjudicados? ¿Ha de quedar el pueblo satisfecho sólo con las migajas de los actos lúdicos en las fiestas? ¿Dónde van a parar los fondos públicos destinado a estas y otras iniciativas? Creemos que a pesar de las dificultades pasadas y presentes (reconversión agraria, envejecimiento, unión del Ayuntamiento de Estebanvela al de Ayllón, falta de servicios, etc...) nuestro pueblo no debe ser relegado”.
Presentamos luego unas veinte propuestas, a las que vamos haciendo el correspondiente seguimiento. Nos fijamos ahora en una de ellas. Es esta: “Dado que la principal calle del pueblo es la carretera comarcal, con más de un Km. De largo, que se coloquen balizas u otros medios apropiados para evitar accidentes, en tanto no se desvíe del pueblo la referida carretera”.
Pues bien, se pusieron las bandas sonoras en la carretera a 50 m. De la señal de entrada, del letrero del pueblo, que a su vez está a unos 200 m. De las primeras casas del casco urbano. Resultado, que los coches siguen pasando al 80 km./h. Lógico. Y es que son precisos badenes y no a 300 m. De la entrada al pueblo. Hay que conseguir que los coches pasen a 50 km/h. Si fuere necesario poner badenes dentro del pueblo, pues se ponen, y hemos terminado. Mejor así, para que no vuelva a repetirse lo del año pasado. Nos referimos al accidente que tuvo Oscar, el hijo de José, nieto de Angelines y Pepe y demás.