En la fachada que mira a la Plaza de San Martín, encima del arco, hay un ajimez, o ventana de dos aberturas dividida por un pilar o columna habitualmente llamada parteluz. Defendido este por una saetera. Y más arriba hay otra ventana con arco de medio punto con saetera de defensa, cuya misión era vigilar los posibles movimientos del enemigo sin ser visto y poder atacar sin riesgo.