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Cap. I (Cont.) Los Primeros humanos en Membibre

Otro aspecto que siempre hay que traer a colación cuando se habla de Prehistoria es el de los enterramientos y primeras formas de manifestación sutil o espiritual. Aquellos primitivos tiempos en este lugar, no parece que haya indicios precisos sobre la existencia de creencias, mitos o ídolos de ningún tipo, ni mucho menos de religión naturalista animista o de cualquier otro tipo.
Sin embargo, hay algo que sí es importante reseñar, algo parecido a que la salud es lo primero y es la existencia, también en la pequeña aldea del Prado Quintana-Los Comunes, de alguna casa o choza donde vivía alguien encargado de la salud de la comunidad y acaso también del pueblo cercano, Membibre. En efecto, en un lugar concreto de ese prado, ahora campo de trigo o cebada, encontré una figura que he dado en llamar la "Venus de Membibre", un simple canto de sílice, acaso conseguido en las arenas del río, pero con una curiosa forma humana, más de aspecto femenino que masculino. Dicha figura aparece con manchas de uso en sus extremos y en la parte posterior una pequeña talladura artificial para poder asirla mejor.
Y ahora que lo pienso, la existencia de ese canto tallado se sitúa en la misma época que el resto de los objetos de piedra, en la conjunción Paleolítico-Edad de los Metales y aquí un poco retrasado, aunque por lo especial del asunto podría datarse también hacia tiempos íberos o romanos. Además esa práctica de un pequeño lugar tallado para coger mejor las piedras es algo muy común en este lugar, se puede apreciar en varios de los núcleos encontrados y expuestos.
Se puede pensar entonces en la existencia de un curandero, brujo o chamán que ya existiera en este lugar, entonces, y entre cuyas artes fuera una de ellas la de sanar con las piedras. La cara anterior de esa venus aparece muy desgastada por el uso, como de frotarla y en el mismo lugar que se halló aparecen otras pequeñas piedras, con manchas de los dedos por el uso, que parecen también usadas por el curandero para curar o haber servido de amuletos para espantar el mal o la enfermedad. Estas últimas aparecen a lo largo de todo el prado, son piedrecitas de color, muy usadas, y que debieron utilizarse en el bolsillo o el forro de los vestidos por las gentes de la alfarería y la aldea.
En ese sentido se podrían colocar las afinidades colectivas para el cultivo del espíritu en este lugar Membibre, en esos tiempos prehistóricos, preocupaciones por la salud.
En cuanto a los enterramientos, estos sin duda debieron existir, pero acaso se llevaran acabo como prácticas normales, la gente se moría y serían enterrados en algún lugar señalado para ello. Si no se descubren, no hay enterramientos interesantes hasta tiempos medievales, por un cementerio de sepulcros excavados en la roca que hay en El Castillo.
Hay que tener en cuenta que esa práctica de los enterramientos resultó algo "importantísimo" en aquellos tiempos neolíticos-edad de los metales en la mayoría de los lugares civilizados del planeta, pues de ahí, de esa triste práctica, es de donde salieron la mayor parte de los fantasmas y mitos, y las prácticas más conspicuas de religión y sacrificios. O sea, de considerar a los muertos y por una hirsuta especialización de lo mismo, se pasaría a la consideración de los dioses y desarrollo de las historias religiosas.
Así los primeros signos de cultivo de aquellos primitivos humanos que usaron Membibre y sus alrededores para vivir, amarse y reproducirse, debieron guardar relación con la propia consecución espacial del lugar y la comprensión del mundo cósmico por su pertinaz repetición en el transcurso de las estaciones y los años. La luna, el sol y las estrellas y fenómenos como la lluvia y el viento, el hielo y el calor y su relación intrínseca con el trabajo en el campo, cuidado del ganado y de las cosechas. Labores de arado y preparado de las tierras, sembrado, abonado y recoger las cosechas; cuidado de los rebaños y sus crías, la existencia de pasto y el apunto de corrales e instalaciones.
Podría advertirse, no obstante, cierto bagaje que se supone al desarrollo de las gentes que habitan un determinado lugar que hablaría de costumbres, -algunas ya presupuestas como antiguas y respetadas por todos-, parecidos usos y trabajos, y una peculiar manera de hacer las cosas relacionada con el medio ambiente inmediato -paisajes, caminos, fauna y flora, materiales geológicos, tierras más o menos fértiles, grado de presión y humedad-, y que les identificaría ante las demostraciones de otras gentes vecinas.
Otro asunto que ofrece especial interés es el desarrollo del lenguaje. ¿Cómo, de qué manera hablaban los primeros habitantes de Membibre? Acaso aquellos primeros seres que hace 1.200.000 llegaron a la Península Ibérica ya poseyesen, según su nivel de hominización, una cierta forma de lenguaje. Esos lenguajes primordiales, comunicación inmediata, se habrían desarrollado después en consonancia con los propios lugares, paisajes, territorios y nuevas gentes que habrían legado al lugar. Acaso los idiomas desarrollados en la Meseta Norte tengan o no tengan un algo o un mucho que ver con los desarrollados en otros lugares, zona de Levante o el Sur, o la Cornisa Cantábrica y que, más tarde, existe una confluencia de procesos hacia el surgir de la Escritura. Alguna razón podría argüirse para estos lugares pequeños y alejados. Por ejemplo, que todas las familias o grupos que llegaron a Membibre se entendían entre sí, o sea, hablaban la misma jerga o idioma. Algo elemental, basado en grandes o pequeñas palabras, frases de ir y volver, hacer o no hacer, o palabras relacionadas con el uso de alimentos, consecución y cocinado de los mismos, los trabajos y fábricas, los usos gregarios o sentimentales, y por supuesto con el mundo cosmológico. De cualquier forma el mundo simple ideacional, y esto es muy importante, se trata de algo muy parecido al nuestro. Se puede poner un ejemplo y observar esa pequeña piedra gris llamada "el canto de las estrellas". Recuerdo de pequeño haber jugado con alguna de esas piedras y que si mueves alguna de sus caras se ve como un juego de diminutas estrellitas. Quien lijara esa piedra hace tres o cuatro mil años, o menos que es a lo que vamos, y tratara de perforarla para ponérsela al cuello, pensaba lo mismo que yo cuando pequeño o ahora mismo, que se parece a un pedazo de cielo de por la noche plagado de estrellas. Y acaso ese mismo membrilero de entonces se preguntara lo mismo que yo ¿por qué?
También en relación con ese cultivo intelectual podría hablarse de dichos y leyendas, cuentos y universo anecdotario, relaciones entre vecinos, fiestas y celebraciones..., o en otro sentido el nivel de fortaleza de ánimo o la mayor o menor sociabilidad o simpatía de sus gentes. ... (ver texto completo)
A parte de las demostraciones que aparecen en el Neolítico, sedentarización, comercio, agricultura y ganadería, existen otras en el entorno de la Cultura muy significativas de esa era como es La Cerámica.
Esta práctica e invención es algo muy antiguo conseguido por los humanos. En oriente se dan fechas aproximadas hasta los 12-000 años antes de nuestra era, en Japón y China. En Asia Menor las fechas aproximadas son entre los 8.000 y los 6.500 años antes y aparecería en Turquía, Israel y Mesopotamia. ... (ver texto completo)
Estábamos con aquellos primeros seres que habitaron en Membibre. Bien. Al principio da la sensación, no obstante, que esos primeros habitantes vivieron un poco a "salto de mata" y se afanaron por doquier en la consecución del alimento diario. En efecto, aquí debieron existir pequeñas manadas de ciervos, gamos y jabalíes; caza menor así mismo y la multitud de alimañas que habitaban las márgenes de los riachuelos. También había piñas abundantes en los pinos y piñones -una de las piedras de mano más ... (ver texto completo)
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hola que apellidos o familia estás buscando?
Feliz año 2016 a todos!
Aunque no escribimos mucho os leemos siempre.
Zacarías y Maricarmen, dónde andais?
Saludos de parte de Julián y Mari
No puede saberse muy bien a ciencia cierta la procedencia de los primeros grupos de humanos primitivos que llegaron y habitaron los espacios de la Península Ibérica. No puede saberse muy bien si procedían del sur, del corredor norteafricano y su paso por los concretos lugares de Tarifa, Gibraltar o cualquier otros, o si bien procedieron del norte a través de los Pirineos, del paso del litoral mediterráneo. Pero esas son sus dos escuetas procedencias. Para ilustrar ello se puede pensar en el famosos lugar de Atapuerca, un típico lugar de reunión, cruce de caminos en pleno ambiente paleolítico.
Las cifras que se cifran para esa llegada son de 1.200.000 años hace, y hay muestras paleontológicas de ello en diversos lugares de esa Península.
Eso mismo podría pensarse de los primeros humanos que aparecieron por Membibre. Que no se sabe muy bien de donde vinieron, si del norte o del sur y aparte de alguna pareja o grupo despistado se puede cifrar su llegada con los instrumentos más antiguos encontrados.
En primer lugar sería mejor describir un poco el paisaje o posible entorno que ya existiera en Membibre en aquellas remotas eras de hace 5.000 años. Y decir que simplemente fuera más bonito que el de ahora mismo, más salvaje y primitivo. Más bello en una palabra. Amplios lugares de sotobosque de pinos y arbustos hacia el "campo arriba" y hacia el sur, un suelo arenoso y un lugar de manantiales y hontanares con vegetación de ribera y acaso algunos jóvenes chopos o fresnos que con el paso del tiempo irían perfilando el cauce de los dos o tres riachuelos que cruzan el lugar. El lugar que a la postre resultara habitado.
Por los indicios encontrados, acaso la cifra de 3.000 años antes del inicio de nuestra era, no sea una cifra excesiva, finales del Neolítico y principios de la Edad de los Metales, pero esto en consideración de otros lugares más civilizados, quizás aquí, esa misma historia, -prehistoria- llegase infinitamente más retrasada.
Quizás antes por el mismo lugar hubieran pasado grupos de exploración, pero a los primeros humanos en Membibre que pretendo referirme es aquellos que después de sucesivas estancias de una corta o larga duración decidieron quedarse aquí para siempre, abandonar su vida de nómadas en busca de refugios y alimento y hacer campamento permanente en el lugar.
¿Pero de dónde vinieron aquellos primitivos seres? Pues con toda seguridad no aparecieron de la "nada", ni siquiera provendrían del "paraíso terrenal" de la leyenda, tampoco serían puestos aquí entre Carracanalejas y el Doradillo por naves extraterrestres, ¡qué va!, sino que por simpleza serían grupos escindidos de otras comunidades más grandes que podían habitar las márgenes del río Duratón o el Duero, incluso, por los restos de granito encontrados, también podrían llegar de la particular civilización que existía desde antiguo en las lindes de la Sierra, el Sistema Montañoso Central.
Tampoco hay que observar el hecho de esa procedencia desde los ojos del palurdismo o la inocencia, sino mirarlo desde una perspectiva algo más compleja, incluso picante. Pues es que las parejas, mujer y hombre, familias con sus criaturas o los grupos que arribaban a sitios tan pequeños y retirados como éste se trataron siempre de grupos escindidos de otras comunidades más grandes y, entonces, habría que preguntarse el "porqué" de esa escisión, el "porqué" se marcharon de los lugres donde siempre habían estado y donde permanecieran sus hermanos y parientes, furtivos en definitiva, fugitivos de alguna causa. Siempre se dijera de ello que los hombres primitivos se movieran de un sitio para otro en busca de alimento. De aquí, el último lugar de la Tierra ya no irían a ningún sitio, acaso al cementerio.
Estamos hablando de los últimos siglos de manifestación de la piedra, su uso, sin embargo, en muchos lugares, entre ellos este pueblo, continúa durante la mayor parte de la Edad de los Metales.
Es de suponer que los habitáculos más normales de aquellos pioneros fuesen los numerosos refugios y pequeñas cuevas de no mucha profundidad, pero muy eficaces para el resguardo de la lluvia, nieve o hielo y con posibilidad fehaciente de prender fuego en su interior, que existen a todo lo largo del río De La Hoz. Lugares como Cueva Negra, muy cerca del manantial del río, cuevas de la Casa del Cuco, otras importantes que hay vecinas a la vieja Ermita, otras más hacia el este por el mismo valle en el Molino de en Medio y otras hacia el Molino de Abajo, descolgadas en la pendiente.
Bien, pero lo interesante es la consecución permanente de esos habitáculos.
La cosa venía a consistir en pasar un invierno, después otro, y así, o sea conseguir un "continuo" de vida en el mismo lugar. El mismo proceso de sedentarización en muchos lugares de la Península y del planeta, acaso fuera conseguido no en base a la construcción de habitáculos al aire libre en aldeas o ciudades, sino en las propias cuevas que ya se usaran cuando fueran nómadas. Uno de esos casos particulares podría ser Membibre, los primeros habitantes que se quedaron en el pueblo y que habrían habitado esas cuevas de la vertiente del río.
Otra razón o causa para esa sedentarización, habitar permanentemente en el mismo lugar fue sin duda la escasez ya de lugares "mejores" a donde ir. En efecto, dentro de esas mismas márgenes del Neolítico la mayoría de los lugares "interesantes" ya habían sido ocupados y la distribución de aldeas y pueblos se escenificó de una determinada manera hasta el día de hoy. No se podía seguir siendo nómadas. Había que elegir y decidir "el mejor lugar para quedarse". Y los primeros habitantes que usaron Membibre para hacer sus necesidades eligieron éste entre riachuelos y hontanares. Otros eligieron una fuente o manantial, otros una región de pequeñas lagunas. El agua para el uso cotidiano fuera algo, así, muy importante. ... (ver texto completo)
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Ni las cosas ni los elementos ni los hechos existieron o se sucedieron nunca "porque sí"; el azar, la casualidad perdió siempre el envite o la comparación con la causalidad, el modo normal de las cosas.
Desde que La Vida apareciera en una diversidad de rincones del planeta hace aproximadamente 3.600 millones de años, todo lo que existe según "ella" se manifestó en seguimiento de unas determinadas leyes, unos comportamientos preestablecidos. Así todo guarda relación con todo, interactúa, se comunica, ... (ver texto completo)
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Feliz año.
Saludos.