Historia:
RESUMEN DE LA HISTORIA DE MADERUELO
La actual Villa de Maderuelo es de fundación medieval, y aparece citada documentalmente en vez primera con el nombre de “Castro Maderolum” por el obispo don Rodrigo Jiménez de Rada, al relacionar las fortalezas recuperadas en el 1010 por el conde Sancho Garcés. Si debajo del actual Maderuelo precisamente existió alguna vez un poblado o castillo musulmán, es algo de lo que no ha quedado vestigio. Al igual que tampoco hay evidencias ciertas y rigurosas de que, sobre la actual peña que ocupa hoy, existieran núcleos de población anteriores a los árabes.
No obstante, es sabido que en la antigüedad habitaron estas tierras los arevacos, pueblo celtibero, y algunos apuntan la posibilidad de que la calzada romana a Tiermes atravesara el “puente viejo” de Maderuelo.
En tiempos de la repoblación sepulvedana, el término asignado a la villa de Sepúlveda se dividió en octavas partes, en ochavos. Al Concejo sepulvedano le correspondió organizar la repoblación de los mismos, cada uno de ellos integrado en una extensa demarcación territorial. Maderuelo sería incluida, en un principio, como villa supeditada al ochavero de la Villa y Tierra de Sepúlveda. No obstante, la relación de supeditación administrativa de Maderuelo hacia Sepúlveda debió durar poco tiempo, desde el año 1076 al 1088, pues es en esta última fecha cuando se incluye a la ya Villa y Tierra de Maderuelo en la diócesis de Osma.
Por su importancia militar llegó a tener jurisdicción la Villa y Tierra de Maderuelo hasta sobre una veintena de aldeas y lugares menores.
Solamente la Villa de Maderuelo llegó a contar con más de una decena de iglesias parroquiales, que hoy están reducidas a la de Santa María del Castillo.
A la propia fundación de la Villa va unido el más grande tesoro que guarda en la actualidad Maderuelo, su ermita Vera Cruz, de principios del siglo XII (primer cuarto), templo románico situado extramuros del recinto amurallado. Existen indicios suficientes para creer en que la iniciativa de su construcción correspondió a la Orden del Temple. Las joyas más llamativas de la ermita Vera Cruz de Maderuelo fueron las impresionantes pinturas murales que un día decoraron el interior de su ábside. Los frescos, según W. Cook y José Gudiol, son obra de un pintor formado en Italia, compañero del maestro de Santa María de Tahull (Lérida), activo hacia 1123, o quizá del mismo maestro. En 1947 los frescos románicos fueron transportados a lienzo por José Gudiol, y en 1950 se instalaron en el Museo del Prado (en Madrid), respetando su disposición original, donde se pueden admirar en la actualidad.
También a los principios de la Reconquista atribuye la leyenda la reaparición de la talla de Nuestra Señora de Castroboda, venerada en Maderuelo como Santa Patrona de la Villa, a la que se festeja anualmente cada último domingo de Septiembre.
Las primeras noticias del Señorío de Maderuelo son del año 1384, en el que 7 de Noviembre el rey Juan I de Castilla dio la Villa y Castillo de Maderuelo a mosén Beraudon de Faudoas, embajador del francés Luis de Anjou en la Corte de Castilla.
En el año 1389, la Villa y su Tierra es comprada por la Reina Doña Leonor de Navara.
Por merced de Don Juan II, dada en Valladolid el 9 de Septiembre de 1423, se concede el Señorío a Don Álvaro de Luna, formando parte del Condado de San Esteban de Gormaz.
A Don Álvaro le sucedió su hijo mayor Don Juan de Luna, que solo tuvo hijas, por lo que la heredad recayó en la mayor Doña Juana de Luna, casada con Don Diego López Pacheco, II Marqués de Villena. En cuya casa y linaje se mantuvo Maderuelo hasta 1811, en que fueron abolidos todos los señoríos del Reino.
El pueblo de Maderuelo, no obstante, siguió sumido en la Edad Media hasta casi nuestros días. A mayor abundamiento, en la década de los 50 el embalse de las aguas del río Riaza dejó la Villa prácticamente despoblada, consiguiendo finalmente que la silueta románica y romántica del más encantador castro de Castilla halla llegado hasta nosotros como un antiguo gran buque anclado en la Historia.
ALGO SOBRE LAS HOCES DEL RIAZA:
A escasos cinco kilómetros de Maderuelo, siguiendo el curso del río Riaza se encuentran los impresionantes cañones rocosos que conforman sus denominadas “Hoces”.
Comienzan las Hoces del Riaza al pie de la presa de Linares y se extienden río abajo atravesando el término municipal de Montejo de la Vega de la Serrezuela, internándose y perdiéndose ya en la provincia de Burgos.
El Doctor Félix Rodríguez de la Fuente, al conocer el aislamiento y la agreste composición de este paraje, promocionó en la década de los setenta la creación de un refugio para aves rapaces en este bellísimo espacio natural sembrado de riscos desnudos, con innumerables oquedades en sus piedras que la erosión agrieta de forma permanente.
El Refugio de Aves Rapaces de Las Hoces del Riaza se inauguró el 13 de Enero de 1975 por el entonces Príncipe de España Don Juan Carlos de Borbón. Constituye el primer espacio natural protegido de nuestro país creado y gestionado por una ONG y, en cualquier caso, uno de los primeros espacios naturales españoles protegidos, junto con los parques nacionales.
Es, además, un lugar único para las aves rapaces de nuestro continente, las poblaciones de buitres leonados y alimoches de estas gargantas son de las más densas y numerosas de Europa, así como de las más estrictamente estudiadas, censadas y controladas. Todas las aves rapaces rupícolas ibéricas no marinas han criado alguna vez en el refugio desde su creación, excepto el quebrantahuesos.
Al finalizar la última temporada de cría del año 1995, más de 700 aves rapaces moraban en este cañón.
Ampliando el enfoque, se ha comprobado la existencia aquí de más de 300 especies de vertebrados; de entre ellos se reproducen en el refugio más de 100 especies de aves.
Este paraje ha sido considerado, entre otros títulos, como: "Paisaje Sobresaliente", "Espacio Natural de Protección Especial", "Área Importante para las aves de Europa", "Área importante para las aves de España", "Zona de especial protección para las aves", "Sitio de interés geológico", "Tramo fluvial de interés piscícola" y "Área importante para la protección del alimoche".
FUENTE: http://www.maderuelo.net
La actual Villa de Maderuelo es de fundación medieval, y aparece citada documentalmente en vez primera con el nombre de “Castro Maderolum” por el obispo don Rodrigo Jiménez de Rada, al relacionar las fortalezas recuperadas en el 1010 por el conde Sancho Garcés. Si debajo del actual Maderuelo precisamente existió alguna vez un poblado o castillo musulmán, es algo de lo que no ha quedado vestigio. Al igual que tampoco hay evidencias ciertas y rigurosas de que, sobre la actual peña que ocupa hoy, existieran núcleos de población anteriores a los árabes.
No obstante, es sabido que en la antigüedad habitaron estas tierras los arevacos, pueblo celtibero, y algunos apuntan la posibilidad de que la calzada romana a Tiermes atravesara el “puente viejo” de Maderuelo.
En tiempos de la repoblación sepulvedana, el término asignado a la villa de Sepúlveda se dividió en octavas partes, en ochavos. Al Concejo sepulvedano le correspondió organizar la repoblación de los mismos, cada uno de ellos integrado en una extensa demarcación territorial. Maderuelo sería incluida, en un principio, como villa supeditada al ochavero de la Villa y Tierra de Sepúlveda. No obstante, la relación de supeditación administrativa de Maderuelo hacia Sepúlveda debió durar poco tiempo, desde el año 1076 al 1088, pues es en esta última fecha cuando se incluye a la ya Villa y Tierra de Maderuelo en la diócesis de Osma.
Por su importancia militar llegó a tener jurisdicción la Villa y Tierra de Maderuelo hasta sobre una veintena de aldeas y lugares menores.
Solamente la Villa de Maderuelo llegó a contar con más de una decena de iglesias parroquiales, que hoy están reducidas a la de Santa María del Castillo.
A la propia fundación de la Villa va unido el más grande tesoro que guarda en la actualidad Maderuelo, su ermita Vera Cruz, de principios del siglo XII (primer cuarto), templo románico situado extramuros del recinto amurallado. Existen indicios suficientes para creer en que la iniciativa de su construcción correspondió a la Orden del Temple. Las joyas más llamativas de la ermita Vera Cruz de Maderuelo fueron las impresionantes pinturas murales que un día decoraron el interior de su ábside. Los frescos, según W. Cook y José Gudiol, son obra de un pintor formado en Italia, compañero del maestro de Santa María de Tahull (Lérida), activo hacia 1123, o quizá del mismo maestro. En 1947 los frescos románicos fueron transportados a lienzo por José Gudiol, y en 1950 se instalaron en el Museo del Prado (en Madrid), respetando su disposición original, donde se pueden admirar en la actualidad.
También a los principios de la Reconquista atribuye la leyenda la reaparición de la talla de Nuestra Señora de Castroboda, venerada en Maderuelo como Santa Patrona de la Villa, a la que se festeja anualmente cada último domingo de Septiembre.
Las primeras noticias del Señorío de Maderuelo son del año 1384, en el que 7 de Noviembre el rey Juan I de Castilla dio la Villa y Castillo de Maderuelo a mosén Beraudon de Faudoas, embajador del francés Luis de Anjou en la Corte de Castilla.
En el año 1389, la Villa y su Tierra es comprada por la Reina Doña Leonor de Navara.
Por merced de Don Juan II, dada en Valladolid el 9 de Septiembre de 1423, se concede el Señorío a Don Álvaro de Luna, formando parte del Condado de San Esteban de Gormaz.
A Don Álvaro le sucedió su hijo mayor Don Juan de Luna, que solo tuvo hijas, por lo que la heredad recayó en la mayor Doña Juana de Luna, casada con Don Diego López Pacheco, II Marqués de Villena. En cuya casa y linaje se mantuvo Maderuelo hasta 1811, en que fueron abolidos todos los señoríos del Reino.
El pueblo de Maderuelo, no obstante, siguió sumido en la Edad Media hasta casi nuestros días. A mayor abundamiento, en la década de los 50 el embalse de las aguas del río Riaza dejó la Villa prácticamente despoblada, consiguiendo finalmente que la silueta románica y romántica del más encantador castro de Castilla halla llegado hasta nosotros como un antiguo gran buque anclado en la Historia.
ALGO SOBRE LAS HOCES DEL RIAZA:
A escasos cinco kilómetros de Maderuelo, siguiendo el curso del río Riaza se encuentran los impresionantes cañones rocosos que conforman sus denominadas “Hoces”.
Comienzan las Hoces del Riaza al pie de la presa de Linares y se extienden río abajo atravesando el término municipal de Montejo de la Vega de la Serrezuela, internándose y perdiéndose ya en la provincia de Burgos.
El Doctor Félix Rodríguez de la Fuente, al conocer el aislamiento y la agreste composición de este paraje, promocionó en la década de los setenta la creación de un refugio para aves rapaces en este bellísimo espacio natural sembrado de riscos desnudos, con innumerables oquedades en sus piedras que la erosión agrieta de forma permanente.
El Refugio de Aves Rapaces de Las Hoces del Riaza se inauguró el 13 de Enero de 1975 por el entonces Príncipe de España Don Juan Carlos de Borbón. Constituye el primer espacio natural protegido de nuestro país creado y gestionado por una ONG y, en cualquier caso, uno de los primeros espacios naturales españoles protegidos, junto con los parques nacionales.
Es, además, un lugar único para las aves rapaces de nuestro continente, las poblaciones de buitres leonados y alimoches de estas gargantas son de las más densas y numerosas de Europa, así como de las más estrictamente estudiadas, censadas y controladas. Todas las aves rapaces rupícolas ibéricas no marinas han criado alguna vez en el refugio desde su creación, excepto el quebrantahuesos.
Al finalizar la última temporada de cría del año 1995, más de 700 aves rapaces moraban en este cañón.
Ampliando el enfoque, se ha comprobado la existencia aquí de más de 300 especies de vertebrados; de entre ellos se reproducen en el refugio más de 100 especies de aves.
Este paraje ha sido considerado, entre otros títulos, como: "Paisaje Sobresaliente", "Espacio Natural de Protección Especial", "Área Importante para las aves de Europa", "Área importante para las aves de España", "Zona de especial protección para las aves", "Sitio de interés geológico", "Tramo fluvial de interés piscícola" y "Área importante para la protección del alimoche".
FUENTE: http://www.maderuelo.net