Arriba en el cerro, Maderuelo,
como crecida en lo más sagrado,
Santa María y su templo inclinado
siguiendo las normas por mor del cielo,
dibujadas sobre la piel del suelo
y respecto a la loma está orientado
sin importar donde esté cimentado,
sino en lo absoluto, en ese consuelo,
ese vencedor que llegó a la cima
de esta tierra apretada y estrecha
que para verse necesita auparse,
y que el tiempo royendo la mina
y abre en la ermita una brecha
y sacan sus frescos para no ahogarse.
como crecida en lo más sagrado,
Santa María y su templo inclinado
siguiendo las normas por mor del cielo,
dibujadas sobre la piel del suelo
y respecto a la loma está orientado
sin importar donde esté cimentado,
sino en lo absoluto, en ese consuelo,
ese vencedor que llegó a la cima
de esta tierra apretada y estrecha
que para verse necesita auparse,
y que el tiempo royendo la mina
y abre en la ermita una brecha
y sacan sus frescos para no ahogarse.