AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS.
Era junio y hacia un intenso calor, por eso, había estado haciendo un poco de tiempo, para que cayera un poco más la tarde después de disfrutar de una corta
siesta. Sobre las seis, salí de
casa y empecé a caminar por la
calle abajo, distraído o un poco dormido todavía en mi mente fueron apareciendo muchos recuerdos, eran unos agradables recuerdos de cuando éramos pequeños y los
juegos después de salir de la
escuela, nos hacían disfrutar de esas
calles y
plazas amplias
... (ver texto completo)