El sector servicios, sobre todo el turístico, es uno de los pilares de la economía municipal, junto con la tradicional ganadería y la construcción, fundamentalmente en Cañicosa, donde las nuevas casas con fachadas de piedra aumentan año a año. «El turismo rural sí que se mueve. Los fines de semana sí que hay más gente, es lo que anima un poquitín a los pueblos», comenta el regidor, que ve cómo ese incremento de gente, además de alegría, también trae al pueblo las dificultades de tener que dar servicios a un millar de habitantes con un presupuesto para menos de trescientas personas.