EL CORAZÓN DE BRONCE
De José Antonio Abella, autor de este poema que sigue y del
monumento a la Trashumancia en unas de las rotondas de
Segovia.
Somos hijos de héroes que nunca conocieron
su condición de héroes. De hombres que escribían
epopeyas anónimas. De sencillos pastores
que cruzaban
montañas con pasos de
gigante.
De ellos descendemos. Par3cían de bronce
pero eran de carne, de la materia terca
del dolor y los sueños. Sentían la fatiga,
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