LA DIVERSIDAD DE LAS DANZAS ESPAñOLAS
Posiblemente haya en España un millar de danzas o bailes distintos. Con las naturales limitaciones que ha de tener una afirmación semejante, podría decirse que las danzas del Este de España son ceremoniosas y delicadas; las del Mediodía, vivas y valientes; las del Norte, en particular las conservadas desde el Ebro hasta los Pirineos, de aire guerrero y militar.
En Asturias y Galicia los bailes populares se acompañan con tamboril y gaita. En Andalucía, con castañuelas. En Vizcaya, con pandero y flauta. En Castilla, con dulzaina. En Cataluña, con la cobla, orquesta elemental con tiples, tenores, flaviol y tamboril. Y en gran parte de España, con la guitarra, instrumento nacional, con categoría de universalidad.
Entre los bailes españoles (cada uno con su peculiar música) destacan la muñeira, la sardana, el chotis, las sevillanas, las diversas jotas y varios estilos relacionados con el flamenco.
EN CASTILLA Y LEóN
El conocimiento e interpretación de la personalidad geográfica de Castilla y León deben partir, en principio, de la variedad de matices que se derivan del considerable tamaño físico de esta Comunidad Autónoma. El hecho de que su superficie abarque un total de 94.147 km2 le da una entidad singular y compleja, en la medida en que, tratándose al propio tiempo de la región más extensa de la Comunidad Económica Europea, representa casi la quinta parte del territorio español, dentro del cual ocupa además una situación crucial de primer orden como espacio surcado por los grandes ejes que conectan la capital del país con las regiones de la España atlántica, lo que ratifica su relevante posición de encrucijada en el sistema de flujos e intercambios desarrollados en la mitad septentrional de la península Ibérica.
Posiblemente haya en España un millar de danzas o bailes distintos. Con las naturales limitaciones que ha de tener una afirmación semejante, podría decirse que las danzas del Este de España son ceremoniosas y delicadas; las del Mediodía, vivas y valientes; las del Norte, en particular las conservadas desde el Ebro hasta los Pirineos, de aire guerrero y militar.
En Asturias y Galicia los bailes populares se acompañan con tamboril y gaita. En Andalucía, con castañuelas. En Vizcaya, con pandero y flauta. En Castilla, con dulzaina. En Cataluña, con la cobla, orquesta elemental con tiples, tenores, flaviol y tamboril. Y en gran parte de España, con la guitarra, instrumento nacional, con categoría de universalidad.
Entre los bailes españoles (cada uno con su peculiar música) destacan la muñeira, la sardana, el chotis, las sevillanas, las diversas jotas y varios estilos relacionados con el flamenco.
EN CASTILLA Y LEóN
El conocimiento e interpretación de la personalidad geográfica de Castilla y León deben partir, en principio, de la variedad de matices que se derivan del considerable tamaño físico de esta Comunidad Autónoma. El hecho de que su superficie abarque un total de 94.147 km2 le da una entidad singular y compleja, en la medida en que, tratándose al propio tiempo de la región más extensa de la Comunidad Económica Europea, representa casi la quinta parte del territorio español, dentro del cual ocupa además una situación crucial de primer orden como espacio surcado por los grandes ejes que conectan la capital del país con las regiones de la España atlántica, lo que ratifica su relevante posición de encrucijada en el sistema de flujos e intercambios desarrollados en la mitad septentrional de la península Ibérica.