El esquema de las ayudas a la PAC, que hasta hoy veníamos disfrutando, se centra en una diferencia de nivel del sector agro-económico, muy distante de otros sectores productivos.
Muchos de los cultivos de secano nunca fueron rentables, pero los criterios de autarquía productiva exigían asegurar unos mínimos, para el abastecimiento de la población. Por ello en el recuerdo queda la imagen infantil de los silos. Los excedentes servían para la exportación y proporcionaban riqueza al país.
La aparición de la Unión Europea, con unos grandes desequilibrios productivos entre los distintos Estados Miembros, generó unos grandes acúmulos de alimentos cuya producción, conservación y gestión había que reordenar mediante subvenciones y limitar mediante cupos. La entrada de nuevos Estados agrava la situación y los nuevos criterios de distribución de los fondos comunitarios nos afecta directamente.
Ahora, solo algunos agricultores que dedicaron aquellas ayudas, con visión económica de futuro, para sustituir sus cultivos hacia otros de mayor rentabilidad, no tienen miedo.
Los que mantuvieron un criterio inmovilista, pensado en que esto de la PAC era para siempre, y dedicaron las subvenciones únicamente a alcanzar los estandar de vida de otros sectores, silos tienen, ya que aquel tipo de agricultura “productivista” ha fallecido.
Muchos de los cultivos de secano nunca fueron rentables, pero los criterios de autarquía productiva exigían asegurar unos mínimos, para el abastecimiento de la población. Por ello en el recuerdo queda la imagen infantil de los silos. Los excedentes servían para la exportación y proporcionaban riqueza al país.
La aparición de la Unión Europea, con unos grandes desequilibrios productivos entre los distintos Estados Miembros, generó unos grandes acúmulos de alimentos cuya producción, conservación y gestión había que reordenar mediante subvenciones y limitar mediante cupos. La entrada de nuevos Estados agrava la situación y los nuevos criterios de distribución de los fondos comunitarios nos afecta directamente.
Ahora, solo algunos agricultores que dedicaron aquellas ayudas, con visión económica de futuro, para sustituir sus cultivos hacia otros de mayor rentabilidad, no tienen miedo.
Los que mantuvieron un criterio inmovilista, pensado en que esto de la PAC era para siempre, y dedicaron las subvenciones únicamente a alcanzar los estandar de vida de otros sectores, silos tienen, ya que aquel tipo de agricultura “productivista” ha fallecido.