El lenguaje del abanico
Guardar un secreto. Si te cubres la oreja izquierda con el abanico abierto estás pidiendo que no revelen un secreto.
Soltera. Puedes insinuarlo si te abanicas lentamente sobre el pecho.
Amar apasionadamente. Si colocas el abanico cerca del corazón estás demostrando tu amor a otra persona.
Comprometida. Esto se demuestra abanicándose rápidamente, si lo haces lento es que estás casada.
Negación. Si quieres demostrar una negativa deberás dejar el abanico sobre la mejilla izquierda.
Afirmación. Si por el contrario quieres decir que Sí, lo mantendrás descansando sobre la mejilla derecha.
¿Me quieres? Puedes preguntarlo de forma discreta si le entregas el abanico cerrado.
Te quiero. Esconder los ojos tras el abanico abierto o moverlo alrededor de la mejilla. También significa “nos vigilan” si miras por encima.
Arrepentimiento. Si pasas el abanico por los ojos significa “perdón” o “lo siento”.
Bésame. Mantén el abanico medio abierto sobre los labios y estarás pidiendo un beso.
Odio. Esto se demuestra si mueves el abanico de una mano a otra.
Amistad. Puedes demostrar tu amistad hacia la otra persona si haces descender el abanico.
Adiós. Si mantienes el abanico detrás de la abeza extendiendo el dedo querrás despedirte o acabar una relación.
Sí, quiero. Ante una petición de matrimonio si la respuesta es afirmativa moverás el abanico lentamente.
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